Oscar Soria

Difícil encontrar una temporada de Major League Baseball con un mejor final que el registrado hace poco más de una semana. Tuvo ingredientes de todo tipo que se combinaron con un estupendo partido decisivo que incluso se fue a extra innings y hasta fue interrumpido brevemente debido a la lluvia.

Los Chicago Cubs provocaron ratings fabulosos para la televisión. Lograron derrotar a los Cleveland Indians en el Clásico de Otoño, un Clásico que fue seguido incluso por personas que rara vez habían visto un partido de beisbol.

Entre los 108 años de sequía, la maldición de la cabra y el hecho de irse al séptimo y decisivo partido luego de estar abajo 1-3 en la Serie Mundial, el pasado 2 de noviembre los Cubs se ganaron las simpatías de las mayorías.

He sido testigo de varias Series Mundiales muy buenas. En los últimos 40 años se han registrado finales dramáticos, pero, la verdad, la del 2016 me dio la impresión de que superó no sólo a las llevadas a cabo en los últimos 40 años sino a cualquiera otra en la historia.

El título de los Arizona Diamondbacks en el 2001 tuvo también ingredientes dignos como para ponerla entre las mejores, y la manera como se coronó Arizona fue increíble, superando al relevista número uno en todos los tiempos, Mariano Rivera, de los New York Yankees.

En el campeonato de los Minnesota Twins en 1991 sobre los Atlanta Braves sólo se registró un juego abierto, el drama del sexto y del séptimo encuentro fue de primera.

Sé que se han dado otras Series Mundiales con finales fabulosos, como la de 1960, donde un cuadrangular de Bill Mazeroski en el séptimo juego dejó en el campo a los New York Yankees. Sin embargo, ésta del 2016 tuvo a su favor el caso del equipo al que por muchos años apodaron “los adorables perdedores”.

Es difícil superarla por el simple hecho de ver ganar a los Cubs, pero además lo hicieron de manera increíble. Parecían aniquilados cuando llegaron a perder una ventaja de cuatro carreras en el partido decisivo. Dio la impresión de que la lluvia vino al rescate, detuvo el encuentro y se lograron recuperar del trago amargo sufrido cuando les falló su cerrador estrella Aroldis Chapman.

Los Chicago Cubs tardaron 108 años en ganar una Serie Mundial; acaban de salir los momios para el año entrante y son favoritos para ganar de nuevo. Es lógico verlos así, tienen un grupo de peloteros que inspiran respeto; parece que no tardarán mucho en lograr otro campeonato.

En otros temas

Los Arizona Diamondbacks ya presentaron a su mánager para la próxima temporada. Torey Lovullo había sido coach de banca con los Boston Red Sox y ahora le tocará dirigir a los Diamantes. Es alguien con buena fama para sacar el máximo provecho de su personal y con pensamientos muy interesantes del beisbol actual.

Desde que nombraron de gerente a Mike Hazen en Arizona se vio a Lovullo como el favorito para manejar a los Diamondbacks, porque ambos estuvieron en años recientes en Boston y ahí Lovullo se ganó el respeto de todos; de hecho, estuvo en el 2015 de mánager interino por varias semanas.

En Liga Mexicana del Pacífico existen altas posibilidades de que la maldición del campeón continúe. Desde el título de los Yaquis de Obregón en el 2013, todos los equipos campeones han quedado eliminados a la temporada siguiente.

Es fácil pasar a playoffs en la LMP, avanzan 6 de 8 equipos; sin embargo, ya van tres campañas seguidas donde el campeón no avanza y todo parece ser que los actuales campeones, Venados de Mazatlán, terminarán en el último lugar de la primera vuelta y estarán en serios apuros buscando el boleto a playoffs.


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Contacta a Oscar Soria en: oscsoria@aol.com.