Por Stephanie Innes

La Estrella De Tucsón

No discutas

Una persona con demencia tiene un pensamiento distorsionado y con frecuencia tienen alucinaciones que les hacen sentirse convencidos de que las cosas son de cierta forma. Podría ser que piensen que alguien que ya murió está vivo o que estamos en un año distinto y que su edad es otra.

“Discutir con ellos por lo general empeorará las cosas”, dice Hartford.

También, practica la paciencia ante los ataques, piensa que en esos momentos quien está hablando es la enfermedad, no la persona, recomiendan funcionarios del Instituto Nacional del Envejecimiento.

Entra a su mundo

Una persona con demencia puede decir algo que no sea cierto, por ejemplo, que va a salir de viaje o que alguien va a pasar por ella.

Hartford recomienda tratar de validar el sentimiento que está detrás de la afirmación.

“Puedes decir, ‘entiendo que estás esperando a alguien. ¿Por qué no vienes conmigo mientras llegan por ti?’”, dice Hartford. “Métete en su mundo y recórrelo con ellos. Por la forma en que su cerebro está cambiando, tratar de explicar por qué algo es de cierta forma o no es muy fructífero”.

Por ejemplo, si tu abuela cree que tú eres la prima que murió hace mucho, a veces es mejor seguirle la corriente. La gente con demencia puede olvidar sus relaciones con sus esposos u otros miembros de la familia.

“Puede ser un gran reto emocional, algo muy duro”, dice Hartford. “Pero por lo general para la persona con demencia no resulta duro”.

Evita la frase ‘

¿No te acuerdas?’

“Incluso si nos reunimos 30 minutos, siempre me presento: ‘Mi nombre es Morgen y nos conocimos la semana pasada y tuve la oportunidad de visitar’, dice Hartford. “Preguntar, ‘¿no te acuerdas?’ no es bueno. Ellos pueden estresarse. Y estresarse puede empeorar su memoria”.

En lo que respecta a recordarle a alguien que tiene demencia, en algunos casos eso no es un problema. Pero otras personas no saben que algo en ellos está mal y decírselos puede decepcionarlos y empeorar las cosas, dice Hartford.

No los infantilices

Intenta no cambiar tu tono de voz cuando hablas con alguien que tiene demencia. Evita las voces de bebé y las conversaciones infantiles.

La edad es el principal factor de riesgo de Alzheimer y la gente mayor a 65 años ha llevado vidas con logros. “Infantilizarlos desmerita todo lo que lograron en su vida hasta ese momento”, dice Hartford.

“Especialmente en las primeras etapas, con frecuencia hay conciencia de que se están dando cambios, por lo que respetar su dignidad y personalidad puede ser realmente importante. Siguen siendo personas con sentimientos, y algunas veces son más sensibles, porque su razonamiento y su criterio puede estar afectado”.

Simplifica

Manten las ideas e instrucciones cortas y sencillas. Está bien repetir las cosas varias veces. Si lo haces, repite exactamente las mismas palabras y el mismo tono.

“Ellos no siempre captan la idea completa. Tú puedes decir una oración y ellos quizá sólo procesen una parte de ella. Dila una segunda vez y quizá ellos capten la otra parte”, dice Hartford.

Redirige

Si alguien está repitiendo que va a hacer algo probablemente eso sea difícil para él, como tomar un autobús para viajar solo; cámbiale la plática.

Puedes decir que a ti también te encanta viajar en camión y cuéntale del último lugar que visitaste. Entonces, actúa como guía de la conversación.

Ofrece ejemplos

concretos

La comunicación no verbal, con gestos, es muy importante. Muchas veces, preguntar a alguien si quiere una bebida simplemente no se procesa.

Cuando alguien tiene demencia, su pensamiento abstracto muchas veces es disfuncional. Preguntar “¿tienes sed?” puede ser demasiado abstracto. En cambio, toma una botella de agua y dile “mira, toma agua” o “¿quieres un traguito?”.

Pide permiso para ayudarle

a comunicarse

Si alguien está mezclando palabras u olvidándolas, pregúntale si está bien que lo ayudes. “Algunas personas estarán de acuerdo, otras no”.

Comunícate de frente y sin distracciones

Ver a alguien para abajo puede hacerle sentir sospecha o ansiedad y puede modificar la dinámica, dice Hartford. La clave es nivelar el campo de juego.

“Por lo general estamos hablando de adultos mayores que tienen cambios en el oído”, dice Hartford. “Quizá confíen en la lectura de los labios cuando les hablan cara a cara”.

También, limita las distracciones que pueden desconcentrar a la gente con demencia. La televisión, la radio o el aire acondicionado pueden distraer. Cuando quieras comunicarte hazlo en un lugar sin ruido.

Dales tranquilidad

Dile a ese ser querido que está bien que se le olvide y que no es su culpa.

“Tranquiliza a esa persona diciendo que estará bien”, dice Hartford. “Ellos quieren saber que están a salvo y que estarán bien cuidados. Igual como todos queremos sentir esa tranquilidad. Vuelve a validarlos: ‘Sé que tienes miedo y estoy aquí para ayudarte’”.

El Instituto Nacional del Envejecimiento sugiere demostrar una actitud cálida, amorosa y de interés y sostener su mano mientras le hablas.


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