Soria

Durante la semana, el primera base de los Arizona Diamondbacks, Paul Goldschmidt, llegó a 500 partidos jugados en la Major League Baseball. Ya es una participación considerable, y a la hora de comparar sus números con varios de los más grandes, no extraña verlo muy bien colocado.

El porcentaje de bateo de quien apodan “Goldy” estaba en .295, con 93 cuadrangulares y 334 carreras producidas, además de 52 bases robadas. En estos dos últimos departamentos, las remolcadas y las estafas, es uno de únicamente siete peloteros activos con al menos 50 robos y 300 remolcadas en los primeros 500 encuentros.

En este grupo selecto están Alex Rodríguez, Carlos Beltrán, David Wright, Ryan Braun, Carlos González y Mike Trout. No hay duda de que se trata de un pelotero que ya está entre los mejores de su generación, y en unos cuantos años pudiera ser el dueño de casi todas las marcas ofensivas de los Diamondbacks.

Ahora que en defensiva también Goldschmidt es de lo más valioso, andaba en cerca de 60 juegos seguidos sin cometer error. Su labor fuera del campo de juego le da un valor adicional, un líder natural que los compañeros siguen, una persona involucrada con la comunidad, el pelotero que toda organización quisiera tener.

Está firmado hasta el año 2018. El equipo tiene la opción de su contrato para el 2019, es una tranquilidad enorme para Diamondbacks saber que lo tienen asegurado por tantos años.

Por lo menos deberá ser algún día el número dos en cuadrangulares en la historia de Arizona, en un descuido y hasta alcanza los 224 que conectó Luis González, quien mantiene la mayoría de los records con los Diamondbacks.

“Goldy” y “Gonzo” serán dentro de poco el uno-dos en ofensiva en la historia de Arizona.

Burgos a la novena entrada

Buena la presentación del panameño Enrique Burgos con Diamondbacks, ya salvó incluso sus dos primeros juegos.

Como dato cómico, el día que salvó el primer partido alguien en el equipo le dijo que ya nada más le faltaban 651 para alcanzar a su compatriota Mariano Rivera, el rey de los salvamentos en MLB.

Si hay un área que la semana pasada causó preocupación en Arizona fue el bullpen, principalmente porque falló Addison Reed en varias ocasiones. Burgos subió de Clase Doble A, donde estaba como relevista de la novena entrada, así es que trae cierta experiencia en ese rol.

Tal parece que tendrá buena oportunidad en el equipo grande, al menos es un relevista con recta poderosa, que viene a ser como una de las principales credenciales para alguien en ese puesto.

No puede cantar victoria, una mala racha lo puede sacar de los trabajos de noveno inning. Por lo pronto, está cumpliendo varios sueños: jugar en la MLB y enfrentar a varios de los peloteros que siguió en su niñez. El día que rescató Burgos su primer partido hablamos con él y nos confesó que había seguido mucho en su niñez al japonés Ichiro Suzuki, y precisamente fue uno de los peloteros que enfrentó ese día.

“Siempre que jugaba playstation lo elegía a él (Ichiro), porque era superestrella” mencionó el panameño; dice que es lo que más le emociona, enfrentar o tener de compañeros a peloteros que admiró de niño.

Un compañero actual que siguió también mucho en su niñez es el zurdo mexicano Oliver Pérez, lo tomaba en el playstation en los años cuando Oliver jugó con los Pittsburgh Pirates.Fue la gran época del mexicano como pitcher abridor.


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Contacta a Óscar Soria en: oscsoria@aol.com.