Contra todos los pronósticos, Kellis High School de Glendale, Arizona, logró un título estatal de beisbol durante el pasado mes de mayo. La historia llegó hasta el vestidor de los Arizona Diamondbacks, y uno de los jardineros del equipo, el venezolano David Peralta, se sintió identificado con ella.

“Yo escucho el caso de un equipo que nadie creía en ellos, que poco a poco fueron avanzando, ganándole a los mejores y quedaron campeones. Igual, nadie creía en mí; me identifiqué con la historia”, dijo Peralta.

En cuanto se enteró de que había oportunidad de participar en los reconocimientos a los jugadores de Kellis High School se anotó, y junto a la Fundación de los Arizona Diamondbacks ayudó en la compra de los anillos de campeones y luego los recibió en el Chase Field de Phoenix.

“La sonrisa que tenían todos esos muchachos al ver los anillos, es como una recompensa para uno, y es algo que los puede motivar a seguir triunfando”, declaró David, un pelotero que hoy en día triunfa en el máximo nivel pero que hace unos años estaba en una situación sumamente complicada, como para renunciar al sueño de

Llegar a Grandes Ligas

Los jóvenes del equipo le regalaron un casco autografiado; estaban fascinados, y el jardinero de Los D-backs también. Si algo le satisface es influir en la felicidad de los demás.

Los campos de beisbol de Grandes Ligas están llenos de historias de éxito, de personas que compitieron con miles de peloteros intentando llegar al máximo circuito.

Sin embargo, hay historias que son dignas de colocarlas en un lugar especial, como la de este venezolano.

Es fácil enamorarse del estilo de juego de Peralta, su apodo lo dice todo: “Tren de Carga”. Llega a cada partido con toda la energía del mundo y seguido hace algo digno de emocionar al aficionado.

El camino que tuvo que recorrer para llegar a donde está fue muy complicado. Además de tener facultades para triunfar como bateador, intentó el camino del pitcheo con la organización de los St. Louis Cardinals y no le fue bien. Entre lesiones y dos operaciones de hombro se encontró sin equipo y con la preocupación de qué hacer después.

Ese periodo entre las lesiones, con la consecuente pérdida de trabajo y su llegada a Los D-backs, es lo que hace a David Peralta una fabulosa historia de éxito. Sin empleo y con el brazo lesionado, nunca renunció al sueño de llegar a las Grandes Ligas y empezó de nuevo de cero, esta vez como bateador.

Trabajó limpiando baños, tomando horarios de madrugada en negocios de comida rápida y otros empleos más fuera del beisbol, hasta que juntó el dinero suficiente para viajar más de 1000 millas al lugar donde empezaría de nuevo su carrera en la pelota profesional, esta vez en una liga independiente.

Todo mundo en el beisbol sabe que lo más difícil es batear. Peralta había dejado de practicar por mucho tiempo esa parte del juego, pero tres años después de iniciar de nuevo estaba de titular con Los D-backs, tomando participación en ocasiones como cuarto bate.

Algo más que beisbol

¿Cómo no escuchar el consejo de David Peralta? Es una persona que atravesó por miles de vicisitudes y superó todos los obstáculos, no nada más en el beisbol. Durante esta temporada, Peralta ha estado intentando producir fuera del campo de juego.

Además de involucrarse con la comunidad de Arizona en actividades como la que realizó con Kellis High School, se ha metido de lleno en labores de ayuda a la gente que sufre en su país natal, Venezuela, lugar donde se viven días difíciles.

“Uno busca hacer las pequeñas cosas para que todo mundo se entere de lo que está pasando por allá y para que todo Venezuela sepa que los estamos apoyando”, agregó Peralta. “Siempre trato de utilizar mi experiencia, por lo que yo pasé, para darle a entender a esa gente que siga luchando, podemos salir adelante”.

Todos los días habla con sus seres queridos. “Mi padre, mi familia, mis hermanas no dicen nada, porque no me quieren preocupar, me dicen que me enfoque en jugar, pero no soy bobo, veo las noticias, sé lo que está pasando”.

Peralta averiguó vía la Fundación de los Arizona Diamondbacks cómo podía ayudar a su gente, básicamente a residentes de Valencia, de donde es él, y ha estado trabajando en eso. Personas de Phoenix que se han enterado del movimiento se han querido unir a la causa.

“Tengo a mi abuela (en Valencia) que es diabética y necesita insulina”, dijo David. “No sólo se trata de comprarle la insulina sino hacérsela llegar, además de asegurar mandar los medicamentos que más les hacen falta”.

Considerando todo lo que pasa por su mente en estos días, no debe ser fácil para David Peralta concentrarse para rendir al máximo; sin embargo, logra separar perfectamente una cosa de la otra. “Cuando cruzo las puertas del clubhouse dejo mis problemas afuera y me concentro aquí, porque yo vivo de esto, es lo que sé hacer y tengo que hacerlo bien, porque si no otra persona va a tomar mi lugar”.

Una segunda oportunidad

El Tren de Carga también ha servido de inspiración y motivación a estudiantes de su país natal. Un joven universitario le pidió autorización para usar su historia como tesis. El estudiante, Marcos Grunfeld, hizo un documental que tituló, “Una Segunda Oportunidad” y lo presentó a finales del mes de agosto.

David sabe que la niñez y juventud de ahora se mueve en un entorno muy distinto al que él tuvo en Venezuela. “Yo me la pasaba jugando pelota en la calle con mis amigos, ahora es difícil, es una infancia diferente”.

Por el mismo camino está pasando el estudiante universitario, está resultando más complicado terminar los estudios. Por eso, David apoyó en todo lo que pudo a Marcos.

David siempre resalta el apoyo de sus padres, de su señora esposa. Jamás estuvo solo, con más razón, jamás dejará solos a quienes siente que puede ayudar aun estando lejos de ellos.


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