Por fin, los Arizona Diamondbacks recuperaron a Jorge De La Rosa, lanzador mexicano que ahora ha cambiado su papel como abridor por el de relevista situacional o intermedio.

Está en su tercer periodo con el equipo de Arizona, pero el primero en el equipo grande. Pasó por varios equipos -Boston Red Sox, de vuelta a Arizona por unos días, Milwaukee Brewers, Kansas City Royals- hasta que llegó a los Colorado Rockies, donde en el 2008 inició una larga estancia luciendo como uno de los lanzadores estelares.

De La Rosa siempre ha llamado la atención por su recta. Si bien no mantiene la velocidad de su juventud, ahora es un pitcher con más experiencia y con una curva “12/6” (la dirección que toma el lanzamiento en relación a las manecillas del reloj). Quizás ese es uno de los factores que le ha permitido una transición exitosa al bullpen.

“La verdad no pensé que me fuera a adaptar tan rápido. Finalmente me adapté y me gustó mucho, tengo que estar listo para lanzar todos los días”, comentó.

Siempre se habla de la preparación, sobre todo en el renglón mental, que debe de tener un lanzador. “Como relevo sabes que vas a estar listo todos los días, tú sabes que vas a tirar un inning o a un bateador. Como abridor tienes cinco días para prepararte y el día que tienes que lanzar es un poco más de presión… Ahora como relevo creo que me he divertido un poco más”, indicó.

El regreso de De La Rosa a Los D-backs se dio durante el entrenamiento de primavera de este año, y tenía que reportar a un lugar para él familiar: el complejo de Salt River Fields en Scottsdale, el cual Arizona comparte con los Rockies de Colorado.

El zurdo no niega que fue extraño tener que atravesar el área que pertenece a su ex equipo para estar con Los D-backs. “Pero a la vez me sentía contento de llegar a un equipo nuevo, tener nuevos compañeros, conocer más gente, y hasta ahorita me ha gustado bastante. Y qué mejor que hemos estado muy unidos”, añadió.

También es Naranjero

Existe una relación muy estrecha entre Los D-backs y los Naranjeros de Hermosillo, equipo de la Liga Mexicana del Pacífico. De La Rosa no es extraño a esta situación, ya que en el principio de su carrera jugó con los multicampeones de la pelota invernal mexicana.

“Hermosillo significa bastante para mí. Fue el equipo con el que me di a conocer y el que me dio la oportunidad de poder ser quien soy. Me sirvió mucho para poder llegar a Grandes Ligas. Ahí hubo varios entrenadores que me ayudaron, uno de ellos, claro, fue Ricardo Solís.

“Hubo otra gente ahí, como Maximino León, que me ayudó muchísimo. Me gustaba también ver a los veteranos lanzar, como a Ángel Moreno, el mismo Fernando (Valenzuela). Les aprendí bastante, aunque no solamente a ellos, sino también a gente que iban subiendo junto conmigo. Veía todo lo bueno que hacían y trataba de imitarlos, eso fue lo que me ayudó a mejorar como jugador”, dijo.

Otro detalle más que lo une con Hermosillo es que de ahí es su esposa, a quien conoció en su tiempo de jugador con Naranjeros. Y ahora con Los D-backs también se ha encontrado con otro viejo conocido de allá, Óscar Soria, el narrador oficial en español de Arizona y columnista de La Estrella de Tucsón.

“A Óscar (Soria) lo conozco desde que iba empezando, cuando tenía 18 años; me llevo muy bien con él”, destacó.

Y como buen mexicano…

De La Rosa es oriundo de Monterrey, Nuevo León, uno de los estados de México con gran tradición en béisbol pero también con una afición apasionada al futbol soccer, con la presencia de dos equipos: los Rayados del Monterrey y los Tigres de la UANL, siendo este último el equipo favorito del zurdo regiomontano.

“Desde chiquito era un fanático de Tigres de la UANL y hasta la fecha, como le digo a todo mundo, soy Tigre de corazón. Cada que tengo tiempo los veo, más que nada en el offseason trato de noperderme ningún juego”, dijo.

En Monterrey, De La Rosa surgió de las filas de la Liga Vitro Club y luego entrenó en Parque Acero, junto con otros elementos que después llegaron a Grandes Ligas, como Édgar González y Óscar Villarreal.

En Arizona, el zurdo está en un equipo renovado, con un nuevo cuerpo técnico y en la oficina con Mike Hazen (vicepresidente ejecutivo y gerente general de Los D-backs), quien ha sido parte del esfuerzo por inculcar esa nueva mística ganadora a un grupo de jugadores que desean brillar en Ligas Mayores.

“Confío en que podemos llegar lejos... Tenemos el talento para ganarle a cualquier equipo”, dijo De La Rosa, quien comparte el bullpen con otros lanzadores latinos como Silvino Bracho, Randall Delgado y Fernando Rodney.

“Se vive muy bien la experiencia, pero no solamente con los latinos, también los americanos se han acoplado muy bien con nosotros. La verdad que es un grupo de muchachos muy bonito el cual hemos formado, y queremos seguir así de unidos y tratar de ganar”, aseveró.

Colaboración compartida por La Cueva, revista en español de los Arizona Diamondbacks.


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Colaboración compartida por La Cueva, revista en español de los Arizona Diamondbacks.