Fue extraño ver a Alex Liddi, de Charros de Jalisco, pegar un cuadrangular de tres carreras y ver en su rostro todo menos felicidad, más bien se veía como arrepentido de lo que había hecho. Cuando llegó al dugout y fue felicitado por sus compañeros, no precisamente estaban eufóricos, estoy seguro de que había peloteros molestos con lo que había hecho Liddi.
Para beneplácito de sus compañeros, en el resto de la jornada Liddi descompuso su actuación. Cuando volvió a conectar la pelota dio la impresión de que estaba practicando el “pepper game”; también en uno de sus turnos se ponchó abanicando un tercer strike donde el bat lo sacó tan tarde que cualquiera diría que estaba enfrentando al zurdo velocista Aroldis Chapman, aunque la realidad era que la recta del pitcher rival no llegaba a las 85 millas por hora.
Fue tan surrealista lo que se presentó el pasado 29 de diciembre en un juego de la Liga Mexicana del Pacífico entre Charros de Jalisco y Venados de Mazatlán que cualquiera podía apreciar que un equipo estaba haciendo todo lo posible por perder. En efecto, Charros estaba buscando perder porque le convenía, sus peloteros habían quedado atrapados en un callejón donde la única salida era la derrota, y por esa vía se metieron a la postemporada.
Fue lo que se vivió en el último día de la temporada regular de la LMP, algo que se llegó a presentar 18 años atrás y de igual manera 18 años atrás hubo peloteros molestos con las buenas actuaciones de los compañeros; aquella vez fueron los Naranjeros de Hermosillo los que necesitaban perder para aspirar a clasificar a los playoffs. No faltó el que hiciera swings buscando la barda tratando de mejorar sus estadísticas, lo que causó la molestia de varios.
Increíble pero cierto, el sistema de competencia provocó este ilógico escenario; lo curioso fue que el estadio se llenó, todo mundo sabía quién ganaría el juego pero por lo visto fue muy atractivo ver cómo le haría el equipo obligado a perder para que no se viera tan obvio.
Fue un partido histórico. Si Alex Liddi algún día escribe un libro, estoy seguro de que narrará su experiencia del pasado 29 de diciembre; por supuesto que todos los que participaron en ese juego tendrán algo interesante que contar. De hecho, el pitcher que recibió el jonrón seguramente fue el más sorprendido, su plan debió ser algo así como pasar la bola al estilo de una práctica de bateo, porque al rival no le convenía hacer carreras, y resulta que le dañaron el porcentaje de carreras limpias permitidas.
Fue una lástima que terminara así la temporada regular. La verdad es que la campaña fue muy emocionante y la LMP es un circuito que ha crecido en todos los aspectos, incluso México ha sido uno de los principales animadores en las últimas cinco Series del Caribe, ya que ha ganado en tres de ellas. Tiene que cambiar su sistema de competencia y no arriesgarse a que se le presente otra vez este ilógico escenario.
El primero de enero pondrían en marcha los playoffs con los Charros de Jalisco visitando a los Águilas de Mexicali; por su parte, los Cañeros de los Mochis estarían en la casa de los Yaquis de Ciudad Obregón mientras que los Venados de Mazatlán recibirían a los Mayos de Navojoa.