El tema de la elección del 2014 del Salón de la Fama del beisbol de Grandes Ligas nos entrega diferentes matices.

Tenemos la bonita historia de Greg Maddux, Tom Glavine y Frank Thomas que tuvieron votos de sobra para ingresar, principalmente Maddux. Craig Biggio se quedó a solo dos votos de poder entrar. Muy triste su caso, aunque ahí está muy cerca, como para pensar que es cuestión de uno o dos años para que le llegue el gran día, pero otros se alejaron demasiado.

Tengo que aceptar que en parte me sorprendió que se estuviera cerca de dar la entrada en un año a cuatro nuevos miembros, no olvidar que el año pasado no entró uno solo vía votación de periodistas. Esto quiere decir que tranquilamente en el 2015 debe ingresar el primer Diamondback en la historia.

Me refiero a Randy Johnson, que estará por primera vez en las boletas de votación. Luis González estuvo en las papeletas del 2014 pero recibió muy pocos votos, sinceramente veía muy difícil su ingreso al Salón de la Fama, pero no pensé que iba a tener tan reducido respaldo. No hace muchos años ingresó un ex Diamondback, Roberto Alomar, obviamente no entró como pelotero del equipo de Arizona porque jugó solo media temporada con ellos, entró como jugador de los Toronto Blue Jays.

Creo que la duda mayor con Randy Johnson no es si entrará el año entrante, más bien si entrará con gorra de los Diamondbacks. Tomando en cuenta que ganó cuatro de sus cinco premios Cy Young y su única Serie Mundial con Arizona, me parece que la Major League Baseball no aceptaría que lo hiciera representando a otro equipo, aunque también brilló con los Seattle Mariners.

Barry Bonds, Mark McGwire, Sammy Sosa y resto de cañoneros de la última década del siglo pasado y primera del presente se quedaron muy lejos del porcentaje de votos requerido para poder entrar, su caso sigue dando de qué hablar por verlos como los principales beneficiados de la era de los esteroides.

El pitcher más buscado

El 24 de enero es la fecha límite para saber el destino del pitcher japonés Masahiro Tanaka, a más tardar ese día sabremos con qué equipo de la Major League Baseball firma. Se trata de un lanzador que viene de un impresionante año en el beisbol japonés, donde ganó 24 juegos y no perdió uno solo, su efectividad fue de 1.27, cifras escandalosas.

Los Arizona Diamondbacks sienten que tienen oportunidad de competir por sus servicios, basan su estrategia en una cifra considerable de dinero pero sobre todo otro tipo de factores, no olvidar que han sido una de las organizaciones que son vistas como modelos debido al cuidado que se le pone al trato del pelotero y sobre todo de los aficionados.

Si la prioridad de Tanaka es el dinero, no hay duda de que Yankees y Dodgers son los que tienen más oportunidad de llevárselo, pero precisamente es parte de la incógnita.

No se sabe qué pesará más a la hora de que el japonés tome una decisión.

La manera correcta

El ex tercera base de los Diamondbacks Matt Williams “jugaba el beisbol de la manera correcta”, más o menos me imagino cuál es la manera incorrecta, pero un “cliché” que tiene el beisbol es éste. Lo incorrecto sería gozar un cuadrangular, burlarse del rival a la hora de un momento de triunfo.

Varios latinos que jugaron con Diamondbacks en la época de Williams recibieron de él consejos, como el de trotar por las bases sin burlarse del enemigo.

Matt Williams se dispone a dirigir a los Washington Nationals y con ellos está Bryce Harper, un pelotero que habrá quien diga que no juega de la manera correcta y otros que lo respalden, porque definitivamente le mete todas las ganas del mundo.

Pero quién sabe qué opine Williams de la decisión de Harper de en la próxima pretemporada querer tomar práctica de bateo con un cinturón de la UFC (Ultimate Fighting Championship).

Quiere un jonrón con el cinturón puesto, porque es un gran fan de la UFC.


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