Para La Estrella de Tucsón
La llegada a la presidencia de México de Andrés Manuel López Obrador ha traído una serie de movimientos importantes a la Liga Mexicana del Pacífico, el más notorio es la expansión de 8 a 10 equipos.
Difícil imaginar que algo así se hubiera dado en estos años si no estuviera López Obrador en la presidencia del país, conste que desde hace rato varias plazas habían levantado la mano para ser consideradas.
Incluso recuerdo una inquietud surgida de gente relacionada con Major League Baseball sobre la posibilidad de que Tucson, Arizona estuviera en el circuito. Eso fue hace rato, hace más de una década.
La campaña 2019-2020 de la LMP inició y López Obrador estuvo en Guasave, Sinaloa haciendo el lanzamiento de la primera bola. Sencillamente es la persona que regresó a los Algodoneros de Guasave al circuito. Fue una promesa de campaña y a pesar de que se veía casi imposible que volvieran tan pronto, ya ahí se cantó el playball.
La apertura de la temporada estaba contemplada en Guasave para el 13 de octubre. Sin embargo ese día el Presidente de México no podía asistir, de modo que se adelantó para el día 11.
Fue así como por primera vez en la historia de la liga se tuvo la visita del primer mandatario del país a un partido inaugural.
Sin duda con la política incluida en el programa de un evento se pueden presentar los acontecimientos más inesperados. Lo ocurrido en Guasave tiene cierto parecido a lo acontecido en la temporada 1981-1982, cuando se registró una visita a Hermosillo del entonces candidato presidencial Miguel de la Madrid Hurtado.
Ese día los Naranjeros de Hermosillo tenían partido programado en Navojoa ante los Mayos.
Vinieron moviendo el encuentro a la casa de los Naranjeros y asistió Miguel de la Madrid.
Pero no solo estuvo el candidato a la presidencia, también fue invitado el pitcher mexicano Fernando Valenzuela, que acababa de ganar la Serie Mundial con los Dodgers de Los Angeles.
Un servidor fue uno de los miles de aficionados que llenaron el estadio. Como la mayoría de los niños de 11 años de edad, sabía poco del importante político que estaba visitando la ciudad donde yo vivía, pero del ídolo beisbolista no me había perdido quizás las últimas 20 aperturas que había tenido en MLB. Recuerdo bien en que parte del estadio estaba y con quienes asistí, me sentí muy afortunado.
Lo que más me llamó la atención fue ver a los Naranjeros con el uniforme de visitante y de hecho bateando primero. Los Mayos jugaban de locales porque el partido debió ser en Navojoa.
Así es, un político importante movió buena parte de la agenda no solo política sino también beisbolera.
Aquella visita de Bill Clinton a Tucson.
Cuando los Arizona Diamondbacks entrenaban en 1999 para su segunda temporada en MLB, ya con Randy Johnson en su roster, tuvieron la visita del Presidente de Estados Unidos, Bill Clinton.
Diamondbacks entrenaba en ese entonces en el Tucson Electric Park, ahora conocido como Kino Veterans Memorial Stadium, el de la Calle Ajo, donde se jugó hace unos dias la Fiesta Mexicana de Beisbol.
Fue emocionante para peloteros de aquel equipo convivir con el Presidente del país. Entre lo que recuerdan en ocasiones quienes vivieron el acontecimiento más de cerca, fue la impresionante seguridad que se desplegó.
Circular por la Calle Ajo era casi pasar por un detector de metales, para nada lo recuerdan como algo molesto sino todo lo contrario, sabían que tendrían una visita importante.
No es que Clinton haya dado una charla de motivación, pero los Diamondbacks de 1999 ganaron 100 juegos en la temporada regular, la mayor cantidad que han logrado en un año.