El estreno más importante de esta semana es, obviamente, “Jurasic World” (Colin Trevorrow, 2015); sin embargo, en lugar de comenzar a hablar de la importancia de esta franquicia, producto del prolífico Steven Spielberg y de lo que representó para los 90’s, me detendré en cierta curiosidad que llamó mi atención.

En Hollywood, con todo y que es una sociedad estamental en donde resulta una misión casi suicida luchar por conquistarse una puerta de entrada, a veces ocurre que los mismísimos estudios, en sus ansias de hacerse de visiones frescas para sus producciones, reclutan por su cuenta a directores jóvenes que consiguieron, en un momento dado, presentarle al público un producto de calidad.

Es así como, por un lado, mientras los dueños de la industria se arriesgan por ellos con la esperanza de que estos incipientes talentos le den un toque de originalidad a sus grandes producciones, por el otro los jóvenes cineastas, con ese pensamiento en mente, pasan años intentando levantar un proyecto con el cual logren llamar la atención de la llamada Meca del Cine.

Sobre el asunto podemos mencionar algunos casos recientes; está por ejemplo “Monsters” (2010), cinta que sirvió de trampolín a Gareth Edwards para que se le encomendara el bluckbuster “Godzilla” (2014); otro caso es el de “Chronicle” (2012), la cual hizo posible que al desconocido Josh Trank le confiaran el remake de “Fantastic Four” (2015); por último tenemos a “Safety not Garanteed” (2012), filme que funcionó como plataforma para que Colin Trevorrow se hiciera cargo de la realización de una de las cintas más esperadas del año: “Jurasic World” (2015).

Como sabemos, Spielberg mismo dirigió las dos primeras entregas de la saga (1993 y 1997) y Joe Johnston hizo lo propio con la tercera (2001), siendo ambos directores de trayectoria ya reconocida; es por eso que será interesante ver cuál de los tres productos de la terna abordada arriba resulta la mejor.

Jurasic World tiene la misma premisa (aunque con algunas sugestivas variantes), de sus predecesoras: la apertura de un espectacular parque temático que tiene como atractivo principal a los famosos dinosaurios.

Como en las anteriores, la gente muere por ver con sus propios ojos estas maravillosas bestias gigantescas traídas desde la antigüedad e, igual que en las anteriores, se asegura a los asistentes que podrán hacer lo anterior a salvo debido a las elaboradísimas medidas de seguridad.

Lo que sigue ya lo sabe usted: un detonante equis ocasiona que los monumentales animales escapen, destruyan, aterroricen y devoren todo lo que encuentren a su paso, incluidos criaturas y seres humanos.

La historia tiene lugar 22 años después de que el excéntrico millonario John Hammond (Richard Attenborough) creara la atracción. Lo malo es que los nuevos encargados, para convocar aún más asistentes, han alterado genéticamente a las criaturas, lo que hace que éstas sean más impredecibles, salvajes e inteligentes, características que anticipan el capítulo más sanguinario hasta el momento.

Conforman el elenco el muy de moda Chris Pratt (Guardians of the Galaxy) como Owen Grady, Bryce Dallas Howard (The Village) como Claire Dearing y Vincent D’Onofrio (The Cell), como Vic Hoskins. Hasta la próxima.


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