Kelly Presnell / La Estrella de Tucsón

Daniel Buckley grabando para su documental “The Mariachi Miracle” durante el Campamento de Verano de Mariachi de la Escuela Primaria Bilingüe Davis, el viernes 19 de junio de 2015, en Tucsón. El documental se estrenará el próximo año.

Las paredes retumbaban con la música de mariachi de los jóvenes en Davis Bilingual Magnet School. El campamento de verano estaba lleno cuando Daniel Buckley entró al salón.

Muchos de los alumnos lo reconocieron de inmediato y algunos le recibieron efusivamente con un “¡Mr. Buckley!”.

Buckley, un hombre alto de 62 años de edad con una barba completamente blanca y cabello canoso, podría no coincidir con tu idea de una súper estrella. Pero para muchos de estos chicos mariachis –y para muchos mariachis consumados- Buckley es la ley.

Sin embargo, él no toca la guitarra, el violín, la trompeta, la vihuela ni el guitarrón. No canta ni baila. Aun así, para muchos dentro de la gran comunidad de mariachis y danzantes de folclórico de Tucsón Buckley es el campeón del mariachi y la cultura.

“Es como familia”, dijo Jaciana Fimbres, estudiante de último grado de preparatoria en Pueblo Magnet y violinista en el Mariachi Aztlán de Pueblo, quien la semana pasada estaba como tutora en los cursos de verano en Davis. “Siempre anda por aquí”.

Durante los pasados tres años, con sus cámaras de video ha grabado cientos de horas para su documental “The Mariachi Miracle” (El Milagro del Mariachi), el cual espera presentar en la Conferencia Internacional del Maricachi de Tucsón del próximo año.

Buckley, quien empezó a explorar y escribir sobre la música de mariachi hace más de 30 años, quizá conozca más sobre la historia de la música y los músicos que la mayoría de los mariachis. Ha hecho más por promover esta música –tan arraigada en Tucsón- que mucha gente. Y si existen quienes amen la música de mariachi más que el neoyorkino Buckley, seguramente la línea de gente en frente de él será muy corta.

“Necesitamos a alguien como Dan. Si no fuera por él, no estaríamos aquí ahora”, dijo el instructor de violín y mariachi de mucho tiempo David Gill en el campamento de verano de mariachi en Davis.

Aunque sus raíces musicales son profundas en México, la música de mariachi puede trazar su ascendencia en este país hasta Tucsón, donde se creó el primer mariachi juvenil, incubadora de festivales de mariachi y donde las clases de mariachi se introdujeron en escuelas públicas.

La inclusión de programas de mariachi en escuelas ha conducido a niveles más bajos de deserción entre los estudiantes y ha impulsado a muchos egresados de preparatoria a las universidades. Los programas escolares de mariachi, dirigidos por egresados de mariachis juveniles de Tucsón, ahora pueden encontrarse en Las Vegas, San Francisco, Chicago y otras ciudades.

Pero la crónica sobre el mariachi de Buckley es más que la historia de jóvenes tocando en un escenario. La historia del mariachi en Tucsón es la historia de la lucha contra la segregación social, de la renovación urbana y de los cambios políticos y sociales de los chicanos, dijo Buckley, ex periodista del extinto Tucson Citizen.

“He aprendido más de lo que hubiera podido imaginar”, dijo Buckley, quien fue exaltado al Salón de la Fama del Mariachi en el 2013 y fue el Artista del Año en 2014 en los Premios de Artes del Gobernador de Arizona.

Para terminar su proyecto, Buckley necesita reunir una fuerte cantidad de dinero que se sumaría al financiamiento que ha recibido del Consejo de Artes de Pima en Tucsón, la Fundación del Suroeste, La Fundación Chann, la Mesa de Supervisores del Condado Pima, la Tribu Pascua Yaqui, una campaña de 2012 en Kickstarter y dinero que ha salido de su propio bolsillo.

El sábado 27 de junio, Buckley será acompañado por algunos de sus muchos amigos mariachis y bailarines de folclórico para un día de recaudación de fondos, desde las 2 p.m. a la medianoche en El Casino Ballroom, en el 427 E. 26th Street.

Buckley planea presentar su documental en el Cine Fox Tucson en abirl, durante el festival anual del mariachi, en conjunto con una cumbre nacional de dos días de educación sobre el mariachi en colaboración con la Iniciativa en Excelencia Educativa para Hispanos de la Casa Blanca, dijo Buckley.

Vincular la música con la educación es primordial, dijo. La excelencia musical y los logros escolares van de la mano, agregó.

Muchos de los estudiantes de mariachi que Buckley ha conocido a lo largo de los años están ahora en la universidad o han obtenido su título trabajando como profesionales.

“Es fantástico”, dijo.


Become a #ThisIsTucson member! Your contribution helps our team bring you stories that keep you connected to the community. Become a member today.

Ernesto “Neto” Portillo Jr. es editor de La Estrella de Tucsón. Contáctalo en netopojr@tucson.com o al 573-4187.