Considerando que se estima que cada minuto ocurre una agresión sexual en Estados Unidos, las agencias y los grupos comunitarios del Condado Pima se unieron a comienzos de abril para realizar actividades de divulgación y propiciar eventos que buscan apoyar a los sobrevivientes y combatir la desinformación.
TucSAAM, siglas en inglés de Mes de la Concientización sobre la Agresión Sexual en Tucsón, comenzó en 2021 cuando dependencias locales de servicios a las víctimas, grupos de defensores, fuerzas del orden público y organizaciones de derechos legales se unieron con la idea de informar a la comunidad y al mismo tiempo apoyar a los sobrevivientes de la agresión sexual a través de eventos de educación virtual, campañas digitales y divulgación en línea.
Y dada la disminución de las medidas preventivas frente al COVID-19 y el aumento de los eventos presenciales esta primavera, los organizadores programaron un mes cargado de eventos y de divulgación en toda la ciudad. El tema de la campaña de este año, "La verdad sobre el verde azulado" (el color asociado con el Mes de Concientización sobre la Agresión Sexual), tuvo como objetivo disipar los mitos que rodean a la agresión sexual y proporcionar información objetiva sobre el alcance del problema y su impacto en los sobrevivientes.
Según la Oficina del Fiscal del Condado Pima, cada 68 segundos una persona es agredida sexualmente en Estados Unidos, y una de cada seis mujeres en el país ha sido víctima de intento de agresión sexual o violación. Teniendo en cuenta que menos de un tercio de las agresiones se denuncian a la policía, se necesita hacer más para derribar las barreras frente a la denuncia, dicen los expertos locales.
Las cifras también indican que dos tercios de las personas transgénero han sido agredidas sexualmente en el país, y que al menos uno de cada 33 hombres ha sido víctima de un intento de agresión sexual o violación.
Los expertos tienen claro que cualquier persona puede llegar a ser una víctima.
TucSAAM 2022 comenzó oficialmente a comienzos del mes de abril, cuando representantes de la Fundación del SIDA del Sur de Arizona (Southern Arizona AIDS Foundation) empezaron a invitar a la comunidad a participar de la programación durante la Feria de 4th Avenue. Estas personas invitaban a los transeúntes a ingresar al Thornhill Lopez Center, el espacio seguro de SAAF para jóvenes LGBTQ+, para abastecerse de agua y obtener información sobre recursos locales y datos sobre agresión sexual.
La nueva directora del Proyecto contra la violencia de SAAF (la Fundación del SIDA del Sur de Arizona) Carrie Eutizi, diseñó las piezas de mercadeo utilizadas durante la campaña de este año. Entre ellas se incluye un separador de libros que se está distribuyendo en las bibliotecas del Condado Pima y en Bookmans y que contiene información sobre recursos de apoyo locales. Bookmans, junto con las bibliotecas, también está difundiendo una lista de libros recomendados que pueden ayudar a las personas a comprender mejor la experiencia de los sobrevivientes.
El pasado 12 de abril, Bookmans propició una conversación con la autora Karen Moe, una sobreviviente de agresión sexual que escribió un libro sobre lo que experimentó al ser secuestrada por un violador en serie en Prescott en 1994.
"Pensé que difundir esta campaña era muy buena idea y quería centrarme en algunos recursos locales más para nuestra comunidad", dijo el administrador de Bookmans, James Robertson. "Es fácil escuchar una historia y situaciones de este tipo, pero, en mi opinión, siempre es mejor ofrecer algo de carácter local a lo que puedas acudir si tienes preguntas sobre lo que significa pasar por casos así".
Para los organizadores, ofrecerles recursos a las bibliotecas es un gran paso para llegar a los sobrevivientes.
"A las bibliotecas llegan personas en crisis todo el tiempo", dijo Molly Hilber, gerente de subvenciones y contratos de Pima County Behavioral Health. "Uno de los materiales de los que más copias querían era la lista de líneas de servicio de crisis para todos nuestros socios".
El Consorcio sobre violencia de género de la UA hace parte de un equipo de respuesta a la agresión sexual en el campus de la universidad que comenzó el año pasado.
El grupo está trabajando con el equipo médico del campus y los asesores de residencia para pasar la voz sobre los esfuerzos que se hacen para disipar los mitos sobre la agresión sexual e informar a los estudiantes sobre los recursos disponibles en el campus para los sobrevivientes.
Danielle Rheault, centro, y Kevin McArdle, escuchan a Carrie Eutizi, de la Fundación del SIDA del Sur de Arizona, hablar sobre los servicios en el Centro Thornhill López en feria de 4th Avenue.
Una campaña comunitaria
El camino para que las partes involucradas lleguen a una campaña comunitaria como TucSAAM ha sido largo, dijo Colleen Phelan, defensora de víctimas de la Oficina del Fiscal del Condado Pima.
Phelan dice que nunca pensó que vería una gran cantidad de apoyo para los sobrevivientes. El lanzamiento oficial a comienzos de mes contó con la presencia de la alcaldesa Regina Romero, la fiscal del Condado Pima, Laura Conover, y Mónica Prieto, subdirectora del Departamento de Policía de Tucsón.
Más de 50 personas asistieron al evento, muchas de las cuales representaban a las 30 organizaciones locales que hacen parte del Equipo de respuesta a la agresión sexual del Condado Pima.
La mayoría de los asistentes al lanzamiento de esta campaña en abril lucía camisetas de TucSAAM o ropa y accesorios de color verde azulado, incluidos Conover y Romero, quien dijo que el Centro contra la agresión sexual del Sur de Arizona fue la primera junta de Tucsón en la que se ofreció como voluntaria y ocupa un lugar especial en su corazón desde entonces.
“Estamos reunidos hoy para tener conversaciones difíciles, pero también para que podamos aliviar la carga de los sobrevivientes de agresión sexual, y específicamente para que podamos apoyar a las comunidades marginadas donde los casos de agresión sexual son generalizados”, dijo Romero. "No es que los miembros de las comunidades marginadas no puedan hablar por sí mismos, es solo que es más difícil ser dueño de tu espacio cuando otros tienen la intención de degradar tu identidad de género, tu etnia, tu idioma o tu estatus legal".
Prieto habló sobre su experiencia trabajando en la unidad de agresión sexual de adultos del Departamento de Policía de Tucsón y dijo que está impresionada con el progreso que ha logrado el departamento durante la última década en términos de educar a los oficiales sobre el uso de un enfoque informado sobre el trauma cuando interactúan con los sobrevivientes.
"La policía de Tucsón ha sido diligente en transmitir el mensaje... que el trauma impacta a todos de manera diferente", dijo Prieto. “Nuestra función principal es hacer cumplir la ley, pero sabemos que la justicia no es todo lo que se necesita”.
Prieto dijo que está agradecida por el esfuerzo del equipo para abordar la agresión sexual en el Condado Pima de manera colaborativa, lo que ha permitido que los integrantes aprendan de los errores de los demás y ha puesto a los sobrevivientes al frente de sus esfuerzos.
“Mi sueño es tener jurados educados, y la única forma de lograrlo es si hablamos de agresión sexual”, dijo Phelan. "Y la única manera de lograr que hablemos de agresión sexual es si tenemos oportunidades como esta que hacen que la comunidad vea que está bien hablarlo".
La fiscal adjunta del Condado Pima, Victoria Otto, quien trabaja en la unidad de víctimas especiales de la oficina, dijo que le gustaría llevar ese sueño un paso más allá y ya no necesitar jurados, puesto que la comunidad está llena de niños, adolescentes y adultos educados sobre el consentimiento.
"Si quieres decirle a tu hijo que no tenga relaciones sexuales, está bien", dijo Otto. “Pero también es muy importante comenzar muy temprano con 'Cuando decimos: usamos nuestras palabras y no nuestras manos y no tocamos a otras personas sin su permiso, eso continúa durante toda tu vida'. El silencio no es consentimiento, la pasividad no es consentimiento. Si alguien se queda quieto, eso no es consentimiento”.
Otto dijo que, históricamente, el grupo se ha acercado sobre todo a personas que ya están involucradas en el tema, por lo que le complació ver más eventos y participación en toda la comunidad este año.
Esto incluye a los jóvenes. Vanessa Delgado, de SAAF, está trabajando para crear talleres y actividades juveniles para Take Back the Night Tucsón, un evento anual que se celebra en todo el mundo para hablar sobre la violencia sexual, crear conciencia y apoyar a los sobrevivientes de agresiones.
La directora de SACASA, Kaitlyn Monje, dijo que estaba increíblemente impresionada con la diversidad de eventos que el grupo ha planeado durante todo el mes.
"La única oportunidad que tenemos de alcanzar un impacto real es tener conversaciones difíciles y dejar de esconder este tipo de cosas debajo del tapete", dijo.
Dado que SACASA a menudo ve un aumento en abril en el número de sobrevivientes que llaman a su línea de crisis (debido al énfasis puesto en la agresión sexual), el grupo siempre está buscando voluntarios, al igual que el programa de defensa de víctimas del fiscal del condado.
Si bien las estadísticas para denunciar agresiones sexuales han mejorado, todavía queda un largo camino por recorrer, dijo Mary Pekas, detective de la unidad de agresión sexual de adultos del Departamento de Policía de Tucsón.
"Hubo un momento en que no se informó del 75% de las víctimas, y ahora estamos más cerca del 66%", dijo Pekas. "Eso palidece en comparación con otros delitos mayores".
Pekas dice que espera que este año se rompa el mito de que las personas que son agredidas sexualmente llaman primero a la policía.
“Hablo con personas que informan estas cosas a la policía y entienden lo que sucede”, dijo. Pero muchas veces los sobrevivientes llaman a un pariente o amigo, alguien en quien confían y que se preocupa por ellos, hacen eso antes de llamar a la policía, agregó Pekas.
"Quieren ser consolados", dijo Pekas. "Incluso si son el tipo de persona que informaría la situación a la policía, en ese momento, a veces no lo son".



