Todos hemos oído que el COVID-19 ha golpeado con más fuerza a las principales minorías de Estados Unidos: negros y latinos. Tucsón no es la excepción, y en las últimas semanas hemos dedicado grandes esfuerzos en La Estrella de Tucsón para analizar ese impacto, sus causas, efectos y las soluciones que comunidad y autoridades han creado.
Hablando de efectos, y guardando las proporciones con las lamentables pérdidas humanas, que en el Condado Pima han sido más de 600, es particularmente doloroso el contexto en el que niños y jóvenes se han visto afectados en la interacción con sus pares y en su proceso educativo.
En algunos casos, no se trata solo del sacrificio de quedarse en casa, de aprender menos o de perder el contacto con amigos. En ciertos casos se trata de efectos permanentes, como cuando alguien decide no iniciar o interrumpir sus estudios universitarios a causa de la pandemia, algo que impactará el futuro de esa persona.
En esta edición presentamos tres reportajes trabajados arduamente por Emily Bregel y Kelly Field, colaboradoras externas, y Clara Migoya, estudiantes de postgrado de la Universidad de Arizona, quien colaboró con La Estrella este verano. Las historias nos dan “santo y seña” de a qué nos referimos cuando decimos que los latinos nos hemos visto más afectados por el coronavirus y las circunstancias y decisiones que han tenido que afrontar muchos estudiantes latinos, especialmente los que son los primeros en su familia en buscar una carrera universitaria, llamados estudiantes de primera generación.
Para poner las cosas en contexto, según expertos, estudiar o no una carrera universitaria suele representar una diferencia de decenas de miles de dólares en ingresos por año y de hasta 1 millón de dólares a lo largo de la vida de una persona. Puede representar la diferencia entre tener seguridad alimentaria o no.
Pero la pandemia no lo es todo. La crisis actual ha pronunciado las carencias y problemas que ya teníamos. Como decimos los mexicanos coloquialmente, en algunas circunstancias ha hecho “más jodido al jodido”. Esto es particularmente cierto para la comunidad indocumentada.
También, la realidad actual agrava problemas estructurales que a simple vista no parecen de vida o muerte, pero que están arraigados en nuestra cultura y terminan por influir más de lo que creemos en nuestro porvenir, como la falta de acceso a información clara y confiable en nuestro idioma y los prejuicios que como comunidad sostenemos.
De todo esto hablamos en esta serie de reportajes creada con el auspicio de la Asociación de Escritores de Educación (Education Writer Association) y de la Red de Periodismo de Soluciones (Solutions Journalism Network), que han apoyado a La Estrella de Tucsón con financiamiento para producir este tipo de periodismo centrado en nuestra gente.
Nos complace anunciar que como parte del proyecto en el tema educativo, La Estrella de Tucsón creó una guía bilingüe de becas y ayudas financieras a las que estudiantes latinos con aspiraciones universitarias pueden someter su solicitud, además de reportajes y enlaces a sitios de interés para estos jóvenes y sus familias.
Estudiar una carrera universitaria no es la única forma de prosperar ni es la ideal para todos, pero sí es uno de los caminos más seguros a la estabilidad y es, sobre todo, un derecho al que las minorías debemos tener la oportunidad de acceder en igualdad de condiciones que la comunidad anglosajona de Estados unidos.
Ir a la universidad es posible. Queremos ayudarte a poner la universidad a tu alcance y el de tus hijos con información útil en el nuevo sitio web www.tucson.com/laestrella/becas.
Seguimos comprometidos con las necesidades de información de nuestra comunidad.
Gracias por leernos en esta edición impresa, en www.laestrelladetucson.com y por seguirnos en Facebook.com/LaEstrellaDeTucson.
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