Gov. Jan Brewer

Brewer was sworn in as the 22nd governor of Arizona on Jan. 21, 2009, succeeding Democrat Janet Napolitano.

Luego de varios días de un intenso debate y de estar bajo el escrutinio público, la gobernadora de Arizona, Jan Brewer, vetó el pasado miércoles el controversial proyecto de ley “por los derechos religiosos” SB1062, una ley que los opositores argumentaban que incrementaría la discriminación en contra de los homosexuales.

En una breve conferencia de prensa afuera de su oficina en Phoenix, la Gobernadora republicana dijo que honestamente cree que la ley tiene el potencial de crear más problemas de los que se proponía resolver.

Criticó la ley por su lenguaje amplio y dijo que tendría consecuencias indeseadas.

Brewer sostuvo durante el día reuniones privadas con opositores y partidarios de la legislación. El proyecto de ley permitía a los propietarios de negocios argumentar creencias religiosas para negar el servicio a gay y otras personas.

Grupos empresariales, defensores de los derechos de los homosexuales, la NFL –que realizará el Super Bowl en Arizona el próximo año-, y varios prominentes republicanos la habían alentado a vetar el proyecto de ley. Algunos grupos eclesiásticos, incluyendo la Conferencia Católica de Arizona, y organizaciones conservadoras la alentaron a aprobarla.

La legislación hubiese dotado a empresas particulares de una protección legal de ser demandadas ante la corte por personas a las que se les negara el servicio. Pero Brewer no compró ese argumento, planteado por las mayorías conservadoras tanto del Senado como de la Cámara de Diputados de Arizona.

“No he escuchado ni una palabra de preocupación”, dijo Brewer.

Desde la semana pasada, cuando la legislatura aprobó el proyecto con muy poca discusión pública, los reflectores nacionales se volcaron de nuevo sobre Arizona.

Los defensores de la propuesta argumentaban que los negocios necesitan protección legal para no ser llevados a la corte. Citaban el caso de Nuevo México, donde una pareja gay demandó a un fotógrafo por reusarse a fotografiarlos por el hecho de ser homosexuales.

Los opositores aprovecharon eso y convirtieron el debate sobre la libertad religiosa en una discusión nacional sobre la discriminación de género.

Sin embargo, la postura de la Gobernadora estuvo influenciada por grandes empresas y organizaciones que advirtieron que la ley trastornaría la economía de Arizona.

Ese fue el argumento clave de Brewer. Dijo que aunque ella protege la libertad religiosa, su prioridad ha sido promover el crecimiento económico del estado.

“Arizona es uno de los mejores estados para iniciar o hacer crecer un negocio”, dijo ella. La Gobernadora no aceptó preguntas.

Un fuerte partidario del proyecto emitió un duro comunicado en contra de la acción de Brewer:

“El veto de hoy permite a los enemigos de la fe suprimir con mayor facilidad la libertad de la gente de Arizona…”, dijo Doug Napier, consejero principal de la Alianza pro la Defensa de la Libertad (Alliance Defending Freedom).

ENGLISH VERSION

After several days of intense debate and scrutiny, Arizona Gov. Jan Brewer on Wednesday vetoed the controversial “religious-rights” SB 1062, a law that its opponents argued would have increaded discrimination of homosexuals.

The Republican governor, in a short news conference outside her Phoenix office, said she sincerely believed the law had the potential to create more problemsn than it purported to solve.

She criticized the bill for its broad language and said it would have unintended consequences.

Brewer spent Wednesday holding private meetings with opponents and proponents of legislation. The bill allows business owners to city religious beliefs in refusing service to gays and others.

Business groups, gay rights supporters, the NFL, which will hold the Super Bowl in Arizona next year, and several prominent Republicans have urged her to veto the bill. Some church groups, including the Arizona Catholic Conference, and conservative orgnizatons have urged its passage.

The legislation would provide a legal shield to private businesses from being sued in court by individuals who are denied service. But Brewer did not buy that argument, put forth by conservative majorities in both the state Senate and House of Representatives.

“I haven’t heard one word of concern,” said Brewer.

Since last week when the state legislature passed the proposal with little public discussion, the national spotlight again turned on Arizona.

Supporters of the bill contended that businesses needed legal protection from being taken to court. The cited a case in New Mexico where a gay couple sued a photographer who refused to take their photos because the couple was gay.

Opponents seized on that and turned the debate over religious freedom into a national argument about gender discrimination.

But the governor’s position was influenced by major businesses and organizations which said the bill would cause economic disruption to Arizona’s economy.

That was Brewer’s key point. She said while she supports protecting religious freedom, her priority has been to promote the state’s economic growth.

A key supporter of bill issued a statement critical of Brewer’s action.

“Today’s veto enables the foes of faith to more easily suppress the freedom of the people of Arizona.,” said Doug Napier, senior counsel for Alliance Defending Freedom.

The head of the state’s Chamber of Commerce lauded Brewer.

“Arizona’s business community thanks Gov. Brewer for vetoing S.B. 1062. Arizona is an open, welcoming place, which Gov. Brewer reaffirmed today,” said Glenn Hamer.


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