Jaciana Fimbres y Daniel Motley llegaron por caminos diferentes al mariachi.

Ahora, ambos tocan el violín y cantan con el Mariachi Aztlán de Pueblo High School.

Estos jóvenes de 18 años de edad y sus compañeros lucirán el traje típico de mariachi junto con su director John Contreras en la edición número 34 de la Conferencia Internacional del Mariachi de La Frontera, a realizarse en el Casino del Sol Resort, junto con cientos de estudiantes de mariachi de todas las edades. Será del 21 al 23 de abril.

Este año, la cartelera la encabezan: el sello de Tucsón, Mariachi Cobre, que celebra su 45 años de trayectoria; los intérpretes Mónica Treviño de Tucsón y Nizhoni Begay de San Antonio, Texas, quien empezó cantando en esta ciudad, así como el Mariachi Nuevo Tecalitlán de México.

Para los estudiantes que se toman en serio el estudio de la música de mariachi, tocar en este festival anual es la recompensa a incontables horas de práctica y presentaciones. Es la emoción de conocer a estudiantes de otras ciudades que se han comprometido con la misma pasión y entusiasmo que ellos.

Ponen su tiempo y su emoción con gusto.

“Ahí canté mi primer gran solo”, dijo Fimbres, recordando una presentación especial en la conferencia de cuando estaba en sexto grado con el Mariachi Corazón, un grupo que incluye estudiantes de toda la ciudad.

“Eché mis gritos, el público enloqueció y supe que eso era lo que yo quería hacer”, dijo Fimbres.

Su camino como mariachi empezó cuando era alumno de Davis Bilingual Magnet School, casa de Las Aguiltas, que también se presenta y de donde han surgido cientos de mariachis bajo la tutela de Alfredo Valenzuela y ahora de su hijo, Jaime Valenzuela.

Fimbres siguió en el mariachi de Roskruge Bilingual K-8 School, donde Rodolfo Valenzuela, también hijo de Alfredo, es el instructor del grupo de secundaria.

Motley vivió su ingreso al mariachi cuando iba en sexto grado en Valencia Middle School. Estaba en la orquesta de la escuela y con frecuencia escuchaba la práctica del mariachi. Un día, le pidió a David Mendívil, director del mariachi, que le diera partituras de las canciones que practicaban. Motley se enamoró de las notas que brotaban de su violín.

“En ese momento supe que la música era para mí”, dijo.

Todo músico de mariachi tiene una historia similar de cómo y cuándo la música le llegó, cuándo invadió su imaginación. El mariachi es mágico.

Es una creación musical elegante. Los sonidos de las guitarras y las trompetas danzan al unísono para crear una expresión de alegría sin parangón. El mariachi mexicano tiene raíces centenarias y su música se ha expandido por todo Estados Unidos y otros países, atravesando fronteras y superando las barreras del lenguaje.

Cuando Fimbres se presenta, hay algo más que una sensación musical.

“Me encanta ver las sonrisas en el rostro de la gente. Me encanta cuando los veo llorar”, dijo.

Así es. Escuchar a un mariachi de altura , observar su intensidad y ver a los danzantes de folclórico bailando es una experiencia muy emotiva para muchos de sus fans. El mariachi es poderoso.

“Cuando toco, siento como si me elevara”, dijo Motley.

Pero para llegar a ese punto, los estudiantes de mariachi dedican innumerables horas a sus prácticas. Después de la escuela, los fines de semana, en días festivos. Muchas de sus horas libres las dedican al mariachi.

Ser un mariachi requiere disciplina y lograr el balance con sus estudios, dijo Fimbres, quien tiene planes de ingresar a la Universidad del Norte de Arizona en el próximo ciclo escolar. Motley ha recibido cartas de aceptación de tres universidades de la Ivy League: Dartmouth, Columbia y Brown.

“Empecé a preocuparme por hacer las cosas que debía hacer”, dijo Motley, quien fue criado por una madre soltera.

Ambos tienen planes de seguir tocando música de mariachi en la universidad a la vez que se enfocan en prepararse para sus carreras y su vida. Pero la música de mariachi seguirá siendo una pieza importante.

Fimbres, quien aspira a ser maestra de primaria, anhela crear su propio grupo algún día,

Motley quiere ser abogado, e incorporará de alguna forma la música de mariachi en su futuro.

El mariachi no es algo que uno pueda dejar atrás.


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