Oscar Soria

Foto: Jeffry Scott

Oscar Soria.

En Major League Baseball 2018 fue el año que empezó con la emoción de lo que pudiera hacer el japonés Shohei Ohtani, el pelotero habilidoso para batear y lanzar, lo vieron como la reencarnación de Babe Ruth, se veía como para ser el máximo acontecimiento del año.

Al mismo tiempo Ohtani se veía como la figura que haría a más equipos dejar a estelares del bateo y pitcheo continuar con ambos roles y no obligarlos a enfocarse en uno solo. Quien sabe cuántos casos hubo anteriormente que se frustraron simplemente por no querer arriesgar en lo más mínimo, porque un directivo dijo “serás buen bateador, pero yo te quiero únicamente de pitcher”, o viceversa.

El japonés Ohtani vino ganando el trofeo de Novato del Año de la Liga Americana jugando con Angelinos de Los Ángeles, pero también se lesionó y lanzó poco, el caso es que se ve difícil ver en un futuro más casos como él.

Más casos como Babe Ruth se veía como un excelente producto, evidentemente sin pedir actuaciones como las del gran Bambino, simplemente ver a beisbolistas recibir el visto bueno de sus organizaciones para tratar de tener un doble éxito y que lo hubieran conseguido.

Difícilmente las organizaciones del mejor beisbol del mundo se animarán a seguir ese camino, al menos en el corto y mediano plazo. Lo interesante y probablemente preocupante es el otro camino, el otro tipo de estrategia que nadie veía venir y llegó quizás para quedarse. Me refiero al uso del pitcheo abridor con labores igual de cortas como los relevos, algo que para nada agradó a MLB en general pero que resultó un éxito para los Tampa Bay Rays, porque por esa vía lograron ganar 90 juegos en la temporada regular.

Sergio Romo abrió en juegos seguidos de los Rays los días 19 y 20 de mayo, irónicamente en casa de los Angelinos, el equipo de Ohtani, y con el japonés de rival de montículo el día 20, frente a frente equipos siguiendo caminos novedosos para esta época, pero vistos de una manera distinta a la hora de ver lo mejor para el espectáculo.

Los Milwaukee Brewers siguieron el mismo rumbo de los Rays en plena postemporada, en el quinto partido de la Serie de Campeonato de la Liga Nacional abrió Wade Miley y solo enfrentó a un bateador, en el sexto partido abrió de nuevo Miley con una labor más extensa.

Lo interesante de lo ocurrido en 2018 es el choque entre la prioridad de un equipo que es buscar las victorias y la prioridad de MLB que es hacer el juego más espectacular, tener un mejor producto para vender.

En el beisbol se anuncia con mucha anticipación que pitcher abrirá, por ser uno de los máximos atractivos, “pitcher para mañana” suele mencionarse al acabar un juego, nunca se dice “primera base para mañana”, o elemento de otra posición que esté seguro para iniciar el encuentro.

¿Qué atractivo tiene anunciar un pitcher que solo estará un inning?, mejor que se elimine la programación de pitcheo.

Estamos en una época de grandes retos, por ejemplos como estos, ya veremos que nos trae el 2019, porque hay más temas. Otro de los más importantes son las famosas “formaciones especiales” o “shift”, también los directivos (la mayoría jóvenes) han apoyado este tipo de estrategia, mientras tanto al Comisionado de MLB le tiene preocupado por el enorme dominio de la defensiva gracias a las formaciones especiales y se ha hablado de una manera más insistente en prohibirlas.


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Correo electrónico: oscsoria@aol.com