Jeffry Scott

Muy interesante la manera como los Arizona Diamondbacks fueron tanteando el terreno hasta encontrar el material para convencer a los Atlanta Braves y que ese club les soltara al pitcher Shelby Miller.

Atlanta quería adquirir a A.J. Pollock en la transacción por Miller, pero Arizona no quería cambiar a este importante jardinero central.

Hubo hasta dos propuestas de los Braves donde venía involucrado Pollock.

Tan pronto lo quitaron de sus peticiones se hizo el arreglo y fue así como enviaron a Dansby Swanson, Aaron Blair y Ender Inciarte a los Braves. El pitcher que costó más dinero fue Zack Greinke, lo firmaron los Diamondbacks dándole un contrato de 206.5 millones de dólares, pero el que costó más prospectos fue Miller.

Le llovieron críticas al gerente de Arizona por soltar elementos tan capaces. Dave Stewart respondió que siente saber lo suficiente de pitcheo como para estar convencido de que Miller es alguien que vale la pena. Sus número de ganados y perdidos en el 2015 son engañosos, 6-17, pero las demás estadísticas son de lo mejor.

En buena parte del año pasado, Shelby Miller tuvo la misma suerte que Randy Johnson en aquella campaña de 1999, cuando el zurdo de los Diamantes no tuvo una sola carrera de apoyo en cuatro juegos.

Arizona pegó tres hits en un juego, dos en otro, hubo un partido de un imparable de apoyo a Johnson y en otro los dejaron sin hit ni carrera.

Así no se puede ganar. Fue, ni más ni menos, lo que le pasó a Miller con los Braves, y de ahí el pobre récord que tuvo el joven recién adquirido por los Diamondbacks, mismo que llegará a los entrenamientos primaverales como una de las grandes esperanzas del equipo.

Salió caro adquirirlo, no en dinero sino en material a futuro del que tuvieron que desprenderse, pero es el costo que se tiene que pagar para pensar en grande a corto plazo.

La misma historia en LMP

Impresionante la manera como el pitcheo de los Venados de Mazatlán paró en seco a la mejor ofensiva de la Liga Mexicana del Pacífico, la de los Águilas de Mexicali, logrando con ello su título número nueve en la historia en el circuito.

La serie por el campeonato terminó en cinco partidos. Los pitchers de los Águilas lucieron como Shelby Miller el año pasado con los Atlanta Braves y como Randy Johnson en la racha ya comentada de 1999.

El problema es que la ofensiva de Mexicali lució igual que la de los mismos Braves y Diamondbacks. Venados vino ganando por el mismo camino que ganó hace 10-11 años, con excelente pitcheo y curiosamente avanzando a la segunda ronda de la postemporada por la vía del “mejor perdedor”.

México acaba de anunciar el roster con el que irá a la Serie del Caribe, que por cierto inicia el primero de febrero. Todos los equipos tienen al menos a un representante. Son 13 elementos del campeón Venados y 15 refuerzos.

Uno de esos refuerzos está resultando todo un caso en el inicio del 2016. Se trata de Alex Liddi, un italiano que jugando para Charros de Jalisco en el primer playoff quedó eliminado luego de que su equipo perdió por limpia.

Luego lo tomó Yaquis de Obregón de refuerzo y quedó eliminado en la semifinal. De ahí lo seleccionó Águilas para reforzarlos en la final y Liddi de nuevo quedó eliminado.

Ahora lo está anunciando Venados de Mazatlán para que juegue con ellos el Clásico Caribeño.

Si lo llaman es por algo, conste que no presentó número tan buenos en la serie final, sin embargo en las fases anteriores conectó sólidamente la pelota.

Liddi ha sido el hombre de la mala suerte en enero, porque a donde ha ido ha perdido. Al menos se puede decir que la ley de probabilidades está con él, aquí aplica el famoso “cliché” deportivo de que “ya le toca ganar”.


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