Oscar Soria

Foto: Jeffry Scott

Oscar Soria.

Un ex Diamondback fue de los primeros agentes libres firmados en el actual receso de Major League Baseball. Se trata del receptor Dominicano Welington Castillo quien firmó con los Chicago White Sox. Le dieron un buen contrato, 15 millones de dólares por dos temporadas.

Es curioso el caso de Castillo, muy buen bateador con aceptable promedio a la hora de controlar el corrido de bases. Su punto negativo se ha dicho es el encuadre de los lanzamientos. No es tan efectivo en ese punto y sus pitchers pierden varios strikes por partido. Simplemente no ayuda en los envíos que están en el límite de la zona de strike y vienen siendo marcados bola.

Recordar que ahora registran todo. Si el ampáyer se equivoca en contra del pitcher no es el único que se lleva la culpa. En estos tiempos también se la adjudican al receptor que no lo pudo convencer. En cambio si el ampayer se equivoca a favor del pitcher entonces el receptor se lleva una buena calificación, tuvo la habilidad de engañar al juez.

Los Arizona Diamondbacks decidieron dejar ir a Castillo luego de la temporada del 2016 y decidieron contratar a un receptor con la fama de ser uno de los reyes del engaño. Jeff Mathis tiene esa habilidad de convertir bolas en strikes y justamente coincidió con la fabulosa temporada del pitcheo de Arizona en 2017, recordar se metieron a los playoffs.

No es la única razón por la que un staff de pitcheo puede funcionar o no, así es que los White Sox vieron en Welington a una pieza valiosa y fueron por él.

En el tiempo que estuvo Castillo en Arizona recuerdo muy buenos comentarios de varios pitchers del equipo, pero insisto, nada como todos esos registros que ahora sacan y califican de una mejor manera a los peloteros para tomar decisiones.

El Toro en Rocky Point

La semana pasada tuve la oportunidad de asistir a Puerto Peñasco, a un evento de la Comisión Arizona-México donde me tocó entrevistar a Fernando Valenzuela, el famoso “Toro” de Etchohuaquila, Sonora, pitcher que brilló en la década de los ochentas en MLB.

En 1981 Valenzuela fue Novato del Año, abrió el Juego de Estrellas, ganó la Serie Mundial, trofeo Cy Young y el bat de plata, ahí nació la “Fernandomanía”.

El tema del lanzamiento de tirabuzón, el screwball, siempre me ha fascinado. Le he preguntado a Fernando en más de una ocasión sobre el lanzamiento que lo llevó a ser un estelar, porque el tirabuzón fue para Valenzuela lo que fue la recta cortada para Mariano Rivera, arma clave para brillar en el mejor beisbol del mundo.

La gran diferencia es que el screwball prácticamente desapareció del mundo del beisbol. Las organizaciones sintieron que era muy dañino para los brazos de los pitchers y ya no recomendaron emplearlo.

Por distintos motivos queda la duda de lo que hubiera pasado si Valenzuela hubiera llegado en esta época a la gran carpa, porque ahora cuidan mucho a los jóvenes. Ahí tenemos el caso de Julio Urías de los mismos Dodgers de Los Ángeles, organización con la que jugó Fernando, a Urías lo han cuidado mucho y ha lanzado poco.

Pero sobre todo difícilmente le hubieran enseñado el tirabuzón en esta época, recordar que no venía con ese lanzamiento del beisbol mexicano.

La historia de Fernando Valenzuela es fascinante y contó a los presentes en la Comisión Arizona-México parte de los momentos más importantes de su carrera, entre otros cuando quería renunciar al screwball porque no estaba teniendo los resultados deseados en Ligas Menores, la paciencia lo premió.


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Correo electrónico: oscsoria@aol.com