Oscar Soria

Foto: Jeffry Scott

Oscar Soria.

Los Diamondbacks de Arizona dieron la impresión de dar un jonrón con bases llenas hace unos días cuando anunciaron el regreso de los carritos de bullpen, aquellos que se emplearon mucho en la década de los setentas y ochentas para llevar a los pitchers relevistas del bullpen hasta un punto cercano al montículo.

La nota del carrito de los Diamondbacks estaba por todos lados. Fue impresionante, muy distinto a lo que debió ser cuando llegaron por primera vez. Debió ser igual de discreta la primera llegada que la misma primera partida de los carritos, porque de repente el mundo del beisbol notó que ya no había, fueron los Cerveceros de Milwaukee el último club que lo empleó, ocurrió en 1995, cuando los Diamondbacks todavía no llegaban a la Major League Baseball.

Hay algunos eslabones perdidos en este tema, ¿Cuándo empezaron a usar carritos de golf?, ¿Cuándo les pusieron las gorras gigantes?, incluso nadie puede asegurar por qué se dejó de usar. Hay quien dice que una razón por la cual desaparecieron fue la misma superstición de los jugadores.

Cuentan que hubo un pitcher de nombre Hal Jeffcoat que cuando lo empleó por primera vez se llevó una paliza de 6 carreras y 11 hits, de ahí en adelante decidió entrar al partido trotando.

Quiero suponer que en esta época de tantos números alguien llevará la estadística con los Diamondbacks de cuál es la efectividad del relevista usando el carrito y cuál sin usarlo, porque no están obligando a nadie a tomar este medio de transporte. De hecho, hay quienes han mencionado que les gustaría usarlo, pero más bien manejarlo.

Ahora bien, ¿por qué decidieron los Diamondbacks traerlo de regreso al juego?. Principalmente, porque lo vieron atractivo y quisieron poner un elemento retro en la temporada donde estarán celebrando 20 años en la MLB. Tenían algunos años con la idea de usarlo, y finalmente lo hicieron realidad.

Se ha manejado que también por agilizar el partido, pero por lo visto no fue así. Se han hecho simulacros para saber cuánto tiempo tardará el pitcher en subirse al carrito en el bullpen, bajarse a un lado del dugout (el recorrido será por la zona de tierra) y caminar o trotar unos 100 pies hacia el montículo; es prácticamente el mismo tiempo que si los relevistas ingresaran al juego trotando.

También el carrito representa captación de recursos; de hecho, está arribando ya con un patrocinador y seguramente será llevado a diferentes eventos en la comunidad junto con la mascota.

La empresa que lo hizo realidad ha empezado a ser consultada por otras organizaciones de la MLB y hasta por particulares.

Probablemente vuelva la moda de los carritos de bullpen. Por lo pronto, en Arizona se animaron a traerlo de regreso. Fue hace dos años cuando los Diamondbacks intentaron poner otra moda, aparecieron con unos uniformes que agradaron mayormente a los jóvenes y vendieron mercancía en la tienda del equipo como nunca, resultaron un auténtico “hitazo”. También provocaron la crítica de muchos, básicamente por el color gris oscuro que emplearon en partidos fuera de casa; lo cierto es que los han empezado a imitar.

Por último, a tomar en cuenta que en el beisbol actual los mánagers emplean el bullpen mucho más que antes. El chofer del carrito tendrá su buena actividad cada día, porque cambios de lanzador hay a cada rato.

Seguramente hubo cualquier cantidad de partidos en la década de los setenta donde el carrito ni se movió, porque los abridores lanzaban toda la ruta. Todavía en 1980, los pitchers de los Atléticos de Oakland tuvieron 94 juegos completos.

El año pasado, entre todos los lanzadores de la MLB completaron apenas 59 juegos. Los Diamondbacks tuvieron dos, uno de Zack Greinke y otro de Robbie Ray.


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Correo electrónico: oscsoria@aol.com