Recuerdo que en la década de los ochentas estaba de moda en la Major League Baseball la recta de dedos separados. Roger Craig fue uno de los máximos promotores para emplear el lanzamiento. Como coach de pitcheo en Detroit instruyó a Jack Morris, quien fue clave en el título de la Serie Mundial de 1984. Luego Craig fue a manejar a San Francisco y por ahí casi todos empleaban esa pitcheada.

Mike Scott le dio mayor fama al lanzamiento, de pitcher promedio pasó a convertirse en uno de los mejores de su generación, por varios años, incluso ganó un trofeo Cy Young.

Se relacionó el empleo de la recta de dedos separados con lesiones y bajó considerablemente su uso. Actualmente hay equipos que le prohíben a sus serpentineros emplear ese tipo de recta.

Hace poco estuvo de moda el sinker, un tipo de envío con cierta velocidad que por hundirse al final provoca un mayor número rolas, fue como la respuesta del pitcheo a la era de los jonrones en abundancia, que se estuvieron conectando en la época de Barry Bonds, Mark McGwire, Sammy Sosa y compañía.

Ahora los bateadores han sido instruidos a tratar de conectar la pelota de abajo hacia arriba, buscar más cuadrangulares. Es su respuesta precisamente al sinker, y según estudios ese tipo de lanzamiento cada vez se emplea menos, porque también el número de cañonazos se ha estado elevando.

En las primeras semanas de la temporada del 2019 de MLB se ha notado la tendencia de emplear más la curva y menos el sinker.

Siempre interesante la manera como el pelotero se va ajustando, ya sea por las lesiones o los resultados en el terreno de juego.

Es una pelea constante donde no es fácil dominar por largos períodos, justamente porque el que pierde una batalla de inmediato busca las razones por las que perdió y hace los ajustes. Quizás por eso ya pasaron cerca de 20 años de cuando un equipo de MLB ganó Series Mundiales en años seguidos, y a como va el 2019 se ve difícil que los campeones Boston Red Sox repitan lo hecho el año pasado.

El ex lanzador de MLB Rodrigo López, con quien comparto la crónica de los Arizona Diamondbacks, me comentaba hace unos días de la tendencia actual de lanzar más curvas.

Rodrigo dice que en realidad es uno de los lanzamientos más venenosos, pero que en la mayoría de las ocasiones se emplea para hacerlo caer fuera de la zona de strike para engañar al enemigo, sin embargo aun poniéndolo en strike sigue siendo difícil, por eso le encuentra la lógica de instruir a los pitchers a intentar controlar en strike ese lanzamiento.

Por ahora la muestra es pequeña, está apenas por cumplirse el primer mes de temporada, lo cierto es que está dando resultados.

Chris Davis no es el único

Fue noticia Chris Davis por irse sin hit en 54 turnos al bat, implantó un record, la atención se centró en el millonario primera base de los Baltimore Orioles, pero la realidad es que no era el único que estaba batallando.

Durante la presente semana había 26 jugadores con un número alto de turnos que presentaban promedio de bateo por debajo de .200, es decir titulares con números pobres.

Jesús Aguilar y José Ramírez, ambos peloteros de Juego de Estrellas en 2018, que además recibieron votos para Jugador Más Valioso, no bateaban ni .160.

Por ahí andaba Yasiel Puig, lo mismo que Jackie Bradley Jr. de los campeones Red Sox, así como Ian Kinsler.

Lo interesante de un período de cambio drástico, como puede ser el actual con el uso mayor de la curva, combinado con más formaciones especiales a la defensiva y quien sabe que tantas cosas más, es que hay estelares que sobreviven tranquilamente, pero hay quienes tardan mucho más, puede ser el caso de estos jugadores.


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