Soria

Jeffry Scott

Cuando empecé a ver las Series del Caribe, los que dominaban eran Puerto Rico y República Dominicana.

Ellos se repartían los títulos y de vez en cuando aparecía Venezuela. México ganaba cada diez años.

Recuerdo que cuando Tomateros de Culiacán ganó el torneo de 1996, un periodista dijo que ahora habría que esperar hasta el 2006 para ver otro título para México.

Hoy la historia es muy diferente.

Los Venados de Mazatlán acaban de conseguir algo que hace unos 30 años se veía imposible de alcanzar, coronarse en forma invicta. Así es, el representante de la Liga Mexicana del Pacífico quedó con récord de 6-0 para llevarse el Clásico Caribeño.

Se coronaron al estilo Joe Carter (Serie Mundial de 1993), con un jonrón que vino dando Jorge Vázquez para finalizar el evento. Los mexicanos lograron su noveno título, dos ahora de los Venados de Mazatlán, también dos de Naranjeros de Hermosillo, Yaquis de Obregón y Tomateros de Culiacán. El otro campeonato es de Águilas de Mexicali.

A pesar de todo, creo que vamos a estar de acuerdo en que lo que aconteció fue una sorpresa, no tanto que México ganara, sino que lo hiciera de esa forma, viéndose como una aplanadora. Fue la primera vez que finalizaron invictos.

Es lo bonito de los eventos deportivos. Uno hace análisis, cálculos, saca sus conclusiones de cómo debe quedar el marcador y es común que a la hora de la hora falle el pronóstico.

El mismo día que los Venados de Mazatlán lograban el título en la Serie del Caribe, los Broncos de Denver le daban su lección a las Panteras de Carolina del Norte en el Super Bowl 50 y se alzaban con el campeonato de la National Football League. Las Panteras eran favoritas y jamás llegaron a estar arriba en el marcador. El equipo que hizo 80 puntos en dos juegos de postemporada para llegar al Super Bowl fue parado en solo 10 puntos por los Broncos, y por eso es que un defensivo como Von Miller resultó el Jugador Más Valioso.

Más novedades en Diamondbacks

A los días de cambiar a Aaron Hill a los Milwaukee Brewers fue que los Arizona Diamondbacks firmaron al agente libre Tyler Clippard, un lanzador de relevo que ha sido de los mejores en los últimos años.

De un estilo incómodo para los bateadores, ya que suelta la pelota de muy arriba, con excelente cambio de velocidad y fuerte recta, Clippard llega para reforzar más a este equipo. Promete ser una temporada muy entretenida para Arizona, “siempre y cuando no haya sorpresas”.

La impresión es que Clippard llega en parte por el ahorro que se dio cuando se envió a Hill a los Brewers. Así es que aquella vino resultando una transacción que preparó el camino para reforzar el bullpen.

Esto quiere decir que ahora hay un puesto menos disponible en el bullpen de Diamondbacks, porque este relevista llega con puesto seguro. En un descuido y hasta le tocan la mayoría de las oportunidades de salvamento durante el rol regular, aunque se menciona que viene de preparador, estaría lanzando entre séptima y octava entrada.

Qué historia tan diferente será para el manager Chip Hale la pretemporada del 2016. Mientras el año pasado llegó sin tener claro siquiera quién sería su pitcher de día inaugural, esta vez parece ser que ya tiene definido casi todo. Sacando cuentas, por lo visto en la pretemporada de Diamondbacks sólo estarán en disputa entre cinco y seis lugares del roster de día inaugural.

El año pasado, creo que al iniciar el Spring Trainning entre cinco y seis peloteros tenían el puesto seguro para el “Opening Day”.


Become a #ThisIsTucson member! Your contribution helps our team bring you stories that keep you connected to the community. Become a member today.

Contacta a Oscar Soria en: oscsoria@aol.com.