En la lengua O’odham, cabra se dice siwat y ce:kol significa ardilla. Cerebro se dice ‘uag. ¿Quieres saber cómo se dice lápiz? La:bis.
Y hu’ul es el vocablo O’odham para nombrar a la abuela materna, indica un nuevo libro infantil ilustrado llamado “A Day With Hu’ul” (Un día con la abuela), escrito e ilustrado por José “Husi” Cázares y Kerrie Ann Cázares.
Este libro es una de las dos nuevas publicaciones creadas y publicadas por la pareja –la otra es “My O’odham Coloring Book”– dirigida a la juventud O’odham para animarla a aprender y conservar su lengua y su himdag, la cultura y forma de vida de los O’odham. Los libros, incluyendo sus publicaciones previas, van en ese sentido.
“No hay una guía para este tipo de material”, dijo José. A lo que Kerrie Ann agregó: “Así es que lo estamos haciendo a nuestra manera”.
Su camino empezó hace 10 años, cuando la pareja creó su primer libro para colorear, llamado “T-O’odham A-B-C O’ohana”. Surgió como una necesidad, dijeron ambos. Había una triste carencia de herramientas del lenguaje y el arte para los niños O’odham.
El libro para pintar fue un proyecto personal para los Cázares, pero cuando vendieron las 500 copias del primer tiraje, se dieron cuenta de que había una necesidad real y una demanda entre las 14 escuelas dentro y alrededor de la Nación Tohono O’odham, la cual es más o menos del tamaño de Connecticut.
Hay siete reservas indígenas en el centro y sur de Arizona, incluyendo pueblos en el norte de México. La más grande es la reserva de los Tohono O’odham, la cual se ubica al oeste de Tucsón.
El segundo tiraje del “T-O’odham A-B-C O’ohana” se publicó en el 2011, seguida por otro libro también para colorear, “O’odham Mamasdagĭ O’ohana”, en el 2012, mismo año en que publicaron su primer libro de cuentos con pasta dura: “Lessons From Hu’ul Ke:li”.
Con la publicación de cada uno de estos libros y el aumento en el número de copias —imprimieron 5,000 de su más reciente libro— los Cázares dijeron que su confianza creció, igual que su determinación de traer ideas e imágenes frescas a los niños O’odham.
“Todas las escuelas lo adoptaron”, dijeron. Tanto el libro para pintar como el de cuentos están también en el sistema de Bibliotecas Públicas del Condado Pima.
“My O’odham Coloring Book” presenta las 24 letras del alfabeto O’odham, una guía de pronunciación y los nombres de los colores. Hay tres imágenes y tres palabras O’odham por cada letra. En el libro del cuento, basado en la abuela materna de José, su Hu’ul Catherine Josemaria —quien murió en marzo del 2006 a los 87 años— se destacan las palabras O’odham y su contraparte en inglés.
El cuento es una celebración de la cultura O’odham mientras la jovencita y su abuela participan en varias actividades tradicionales: juntando bahidag (tunas, pitayas, el fruto del cactus) y ciolim (flor de la cholla), haciendo cemitas (tortillas), cocinando mu:ñ (frijoles pintos) o jugando en el campo de toka, un juego similar al hockey de cancha, al que a la abuela no le gusta llamar así.
“Es un juego que viene de nuestra gente, pertenece a nosotros, a las mujeres O’odham. Sólo las mujeres lo juegan. Ni siquiera tu abuelo ni ningún otro hombre puede jugarlo”, dice Hu’ul.
Los Cázares, quienes viven en el noroeste de Tucsón, imprimieron su propia perspectiva a su trabajo. José creció en Pisin Moʼo, un pueblo Tohono O’odham a unos 45 minutos al oeste de Sells, que es la capital de la Nación, bajo una educación tradicional entre hermanos y otros miembros de la familia.
Después de la preparatoria asistió al Colegio Comunitario Pima y a la Universidad de Arizona, donde obtuvo un título en patología del habla. También hizo dos maestrías en Ciencias y Trastornos de la Comunicación en la Universidad de San Xavier en Chicago y en Estudios Indoamericanos en la UA, donde conoció a Kerrie Ann, quien es originaria del área de Chicago.
Ella hizo la licenciatura en sociología en San Xavie y se ha enfocado en el estudio de la lengua y la cultura O’odham. Además de trabajar como patólogo del habla, José da clases de cultura O’odham en el Colegio Comunitario Tohono O’odham.
Tienen siete hijos, y ambos son ilustradores, trabajan en artes gráficas y en diseño web. También son consultores. Para tratar de expandir su alcance, los Cázares tienen una página en Facebook, O’odham Stuff, en la que publican la palabra O’odham del día, y el sitio en internet www.oodhamstuff.com en el que hay información adicional de la cultura O’odham.
Los Cázares hacen esto por amor a la cultura O’odham y su esfuerzo por mantenerla viva. Es una labor pro bono. No están en esto por dinero.
“Queremos compartir la cultura en la que está basada Tucsón”, dijo Kerrie Ann.
José dijo: “Nuestra recompensa es que somos tratados como las personas mayores y con respeto”.