Siendo niña en la Reserva San Xavier, Jacelle Ramon-Sauberan seguido escuchaba sobre el fallecido antropólogo Bernard “Bunny” Fontana. Ella y su extensa familia vivían muy cerca de la casa de Fontana, a la orilla de South Mission Road, que estaba sólo unos cuantos pasos fuera del distrito San Xavier.

“Pero en esa parte del mundo”, como lo ha dicho el vecino de Fontana y su colega antropólogo James “Big Jim” Griffith, “ser vecinos de al lado significa que no puedes escuchar sus gritos, nomás puedes ver su casa”.

Mediante su madre, su abuela y otros de los viejos O’odham, Ramon-Sauberan supo de la obra de Fontana sobre la vida y cultura O’odham y en la Misión San Xavier del Bac de finales del siglo 18.

Pasó el tiempo, y a principios del 2014 Ramon-Sauberan, ahora egresado de Estudios Indoamericanos de la Universidad de Arizona, conoció a Fontana. Era un encuentro que estaba predestinado, dijo ella.

Inició una serie de entrevistas con Fontana, un prolífico escritor y erudito que murió el pasado 2 de abril a los 85 años. Ramon-Sauberan tiene más de seis horas de grabación de audio y video de sus conversaciones. Hablaban sobre su vida, su extensa labor académica, sus infinitos esfuerzos por restaurar la legendaria Paloma Blanca del Desierto y sus extensos estudios sobre el Suroeste.

Pero lo que a Ramon-Sauberan más le interesaba de Fontana era su respetuosa inmersión en las formas de los O’odham y sus exclusivas relaciones con la tribu desde San Xavier hasta Sells, la capital O’odham, y hasta los pueblos por toda la nación y en Sonora.

“Si no fuera por él, creo que la gente no sabría lo que somos ahora”, dijo Ramón-Sauberan.

El resultado de sus entrevistas con Fontana, y con quienes trabajaron con él, será su tesis de maestría. Es la primera biografía de Fontana, la cual quedará terminada en este semestre.

Al hacerlo, Ramon-Sauberan abrirá puertas nuevas.

“Soy una O’odham de nacimiento escribiendo sobre un académico blanco que escribió sobre los O’odham”, dijo. “Escribo desde una perspectiva O’odham”.

Ramon-Sauberan y yo nos reunimos la tarde del jueves 7 de abril en la Misión. Era un día triste. Esa mañana, visitantes, personas que trabajan en la restauración y fieles O’odham descrubrieron que San Xavier había sido alterada con grafiti. Los trabajadores estaban terminando de limpiar el grafiti mientras nosotros nos sentamos en el patio a la entrada de la Misión.

Un día después, ya sin grafiti y con la tierra húmeda por la lluvia de la noche anterior, más de 300 personas llenaron la iglesia estilo barroco de 219 años de antigüedad y atravesaron de salida las puertas dobles de madera tallada para celebrar la alegre vida de Fontana. Ramon-Sauberan estaba ahí.

Por poco y su tesis no se lograba. La primera vez que ella se acercó a él para plantearle la idea, Fontana le dijo ‘no te conviene escribir sobre mí”, cuenta Ramon-Sauberan.

Pero ella insistió.

“Fui afortunada y honrada”, dijo Ramon-Sauberan, de 27 años de edad, egresada de Desert View High School e hija de dos maestros, Janice Ramon, de la tribu O’odham, y Clark Sauberan, originaria del estado de Nueva York.

Años antes de que Ramon- Sauberan conociera a Fontana y siendo estudiante del Colegio Comunitario Pima ella leyó su libro de 1989 “Of Earth and Little Rain: The Papago Indians”, con fotos del ex rector de la UA John P. Schaefer.

El libro fue una gran revelación para ella. Era la primera vez que leí en la escuela sobre la cultura O’odham.

Aunque ella estaba fuertemente conectada con la cultura O’odham y su tradición histórica oral –también pasó tiempo en Sells y otros lugares de la nación, y su tía Julie Pierson es conocida por su obra cultural–, la literatura sobre los O’odham le era desconocida en la escuela.

“Me quedé sorprendida”, dijo Ramon-Sauberan sobre su lectura del libro.

Para ella, Fontana estableció conexiones culturales e históricas. Ahora quería ampliar su conocimiento. “Sucedió en el momento perfecto”, dijo.

Y así surgió después el momento perfecto para que ella y Fontana se conocieran. Eran los dos últimos años de la vida de él. Se comprometió con el trabajo de la joven estudiante, quien empezará el próximo otoño el doctorado en Estudios Indoamericanos de la UA, de la misma forma que antes se había comprometido con muchos otros estudiantes.

“Él es realmente un buen modelo a seguir”, dijo.

Ella desea que otros miembros de los O’odham reconozcan las contribuciones de Fontana y aprecien el O’odham Himdag, que es la forma de vida de la tribu.

“Quiero que otras personas, más jóvenes que yo, lean mi tesis y comprendan lo que él hizo”, dijo.

Consideró que él era muy sensible a los O’odham.

Era muy amable con todos. Tenía un interés genuino en sus historias, las cuales compartía generosamente.

Sobre todo, dijo Ramon-Sauberan, “él era como los O’odham. Era humilde”.


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Ernesto “Neto” Portillo Jr. es editor de La Estrella de Tucsón. Contáctalo en netopjr@tucson.com o al 573-4187. En Twitter: @netopjr.