Por Ernesto Portillo Jr.
La Estrella De Tucsón
Un día, mientras manejaba por una solitaria carretera entre San Luis Potosí y Guadalajara, Celso García pasó por un tramo donde un pequeño grupo de trabajadores pintaba la línea amarilla que divide los dos sentidos del camino.
El joven director de cine estaba en medio de la nada, justo donde nacen algunas de las mejores ideas.
“El contexto fue casi inmediato”, dijo García. “Mi imaginación se echó a andar”.
Se preguntaba quiénes serían esos hombres y de qué hablarían. Qué historia tendría cada uno y cuáles serían sus sueños mientras pintaban metódicamente esa raya amarilla.
La idea que le llegó a García fue hacer una película, crear personajes imaginarios, vidas y diálogos. Cuando llegó a su destino, le parecía una buena idea.
Así es que García, quien ha escrito y dirigido varios cortos, se embarcó en un viaje cinematográfico distinto. Decidió escribir un largometraje.
Después de más de un año escribiendo el guion, el resultado fue la premiada cinta del 2015 “La delgada línea amarilla”, estelarizada por Demián Alcázar, que será proyectada este sábado 23 de abril en Tucsón antes de su estreno nacional en Estados Unidos.
El Hanson Film Institute de Tucsón y Cinema Tropical de la Ciudad de Nueva York recibirán a García el sábado a las 7 p.m. en la única función que este año ofrece el festival Tucson Cine México en Harkins Spectrum 18, ubicado en West Irvington Road y la carretera Interestatal 19.
García recibirá ahí el Premio Jaguar que le otorga Tucson Cine México por su debut como director.
El filme barrió en el Festival Internacional del Cine de Guadalajara, donde ganó Mejor Guion, Premio Especial del Jurado, Premio del Público y Premio de la Crítica, además de ser el Mejor Filme Latinoamericano en el Festival de Cine de Montreal y ganar el Premio a la Revelación en el Festival de Cine de Mannheim-Heidelberg. “La delgada línea amarilla” se ha presentado en 33 festivales de cine y ganado 14 premios internacionales.
Nada mal para una cinta cuya premisa fue subestimada por algunos de los amigos de García en el mundo del cine.
“Pensaban que estaba loco”, dijo García en una entrevista telefónica reciente. Le sugirieron que mejor hiciera un corto. Porque escribir una película completa sobre unos hombres que pintan la línea amarilla en una carretera lejana, pues, como que no sería tan interesante.
Pero García, escritor paciente y creativo, siguió a su musa. Creó una cinta muy bien estructurada, hurgando en la vida y las reflexiones de los trabajadores y logrando un balance entre el humor y la seriedad.
García, de 39 años de edad, dijo que mientras escribía el guion recibió comentarios críticos que lo animaron a seguir adelante. Ahora con un montón de premios, parece estar en una ruta similar a la que han tomado otros directores y guionistas mexicanos como Patricia Riggen (“Los 33”, “Bajo la misma luna”), Alejandro González Iñárritu (“El Renacido”, “Birdman”, “Babel”) Guillermo del Toro (“Cronos”, “Hellboy”) y Alfonso Cuarón (“Gravedad”, “Children of men”, “Y tu mamá también”).
“Es el sueño de todo director”, dijo García.
Por ahora, está enfocado en seguir pintando su propia línea artística y hacer más películas que cuenten buenas historias.
