Disney Enterprises, Inc./MCT Angelina Jolie protagoniza “Maleficent”, cinta que marca su regreso a la pantalla grande después de varios años.
“Maleficent” (Robert Stromberg, 2014), nuestro estreno de la semana, al igual que “Snow White and the Huntsman” (Rupert Sanders, 2014), “Mirror Mirror” (Tarsem Singh, 2012) y “Red Riding Hood” (Catherine Hardwicke, 2011) han entregado casi lo mismo: una alteración entretenida de una trama del dominio público.
Lo anterior no tiene nada de extraño, sobre todo si tomamos en cuenta que las propias fuentes (primero orales y luego escritas) han tenido que sufrir sensibles adecuaciones para adaptarlas al público infantil, buscando proteger su sensibilidad.
Y es que, como ya se sabe, las historias originales narradas en los cuentos de hadas, de ser relatadas tal y como fueron concebidas originalmente o incluso deteniéndose en un par de detalles específicos de las que se suelen contar a los menores, lejos de conciliar su sueño, seguramente les provocaría terribles pesadillas.
Pensemos en Caperucita Roja, por ejemplo, en donde un lobo devora a una anciana y posteriormente a la propia protagonista, para que luego aparezca un leñador que, a hachazo limpio, descuartiza al animal para extraer del vientre a las inocentes abuela y nieta.
Leer un poco a quienes han buscado otras significaciones en estos relatos en crudo sin duda provocaría en el lector acercamientos bastante peculiares; tomemos el papel del color rojo en esta trama, que en perspectiva de algunos estudiosos se relaciona con el color de la sangre de la menstruación que marca el paso de niña a mujer de la protagonista, y que el supuesto lobo no quiere tanto devorarla sino seducirla con engaños, llevársela a la cama y tomar su virginidad.
Las interpretaciones siguen: Hansel y Gretel sería una apología a la desconfianza como el arma perfecta de los niños para evadir las trampas que presenta la vida; en Blanca Nieves, los enanitos son los siete pecados capitales que enfrenta la joven una vez que sale de casa y, por si fuera poco, la madrastra no es otra cosa que una celosa enemiga que antepone el amor marital sobre el maternal, sumándose a todo lo anterior el que sea precisamente una manzana (el fruto prohibido) la trampa por la que cae abatida la inocente doncella.
Maleficent, por su parte, aborda el popular cuento de La Bella Durmiente y su famosísimo hechizo de sueño, historia incluida en “Los cuentos de Mamá Oca” de Charles Perrault, sólo que en esta adaptación cinematográfica se pone más atención en la famosa hada malvada causante del mal, personaje interpretado por una espectacular Angelina Jolie, quien decidió darle fin a su retiro voluntario de tres años.
En la historia original, el deseo de venganza lo despierta el propio rey (Kenneth Cranham) y padre de Aurora (Elle Fanning), nombre de la princesa, al invitar sólo a 12 de las 13 hadas del reino a la presentación de su hija. La repudiada hada, furiosa, decide acudir a la ceremonia, pero no para extender un regalo sino para lanzar su famosa maldición en la cual la chica caería en un sueño profundo al llegar a la adolescencia.
La versión fílmica añade otro evento para explicar la enorme maldad del hada: una devastadora invasión humana a los bosques, de los cuales ella es la defensora oficial, hecho que desata una larga guerra.
En un giro inesperado y novedoso, Maleficent (Jolie) descubre que la propia chica inocente que ella convirtió en su víctima, la misma en la que materializó su venganza, podría ser tal vez su salvación y la única esperanza de conseguir la paz para todos.
Completan el elenco Sharlto Copley, Imelda Staunton, Sam Riley, Juno Temple y Ella Purnell. Hasta la próxima.
