Columbia Pictures

Tom Holland debuta como el Hombre Araña en la más reciente entrega de la serie, “Spider-Man: Homecoming”.

Algo que se ha puesto muy de moda es hacer listas para todo: los 5 platillos más populares de México, las 10 mejores cintas de terror, el top ten de equipos de futbol, los tres mejores jugadores del balompié mundial…

Por mi parte, me desharé de este maldito hábito (tan malo como subjetivo) diciendo que de las seis películas que se han realizado en la época moderna con Spider-Man en el protagónico sólo son buenas las dos primeras de la trilogía hecha por Sam Raimi, protagonizadas por Tobey Maguire, y la más reciente entrega, protagonizada por Tom Holland y titulada “Spider-Man: Homecoming” (Jon Watts, 2017); así, sin decir cuál está encima de cuál.

De la tercera de la trilogía de Raimi hay que decir que pecó de ambiciosa (abundaron los villanos y las historias secundarias), y de las dos protagonizadas por Andrew Garfield (ambas dirigidas por Marc Webb) que intentó resetear todo el asunto demasiado pronto.

Ese mismo riesgo (el de llegar a antes de tiempo) corría la versión de Watts, con todo y que la breve introducción que tuvo el personaje en “Captain America: Civil War” (Anthony y Joe Russo, 2016) medio preparó a la audiencia para el cambio.

Pero nada de eso; Spider-Man Homecoming superó en varios aspectos lo que muchas versiones (la de Raimi, incluso) apenas lograron a medias: presentar a Peter Parker como un chico de verdad infantiloide e inexperto, viviendo las angustias escolares típicas del adolescente promedio y, lo mejor: sus muchas limitaciones y el hecho de que suele tomarse el papel de héroe tanto de manera temeraria como medio a broma.

Es cierto que Peter Parker es apenas un quinceañero y que Tom Holland, el actor que lo encarna, acaba de cumplir ya los 21, sin embargo, en mi opinión, por alguna razón Holland (a quien rechacé en un principio) posee un aire adolescente mucho más natural en comparación a Garfield y Maguire.

Homecoming retoma la vida de un emocionado Peter, ansiosísimo por integrarse formalmente a los Avengers luego de que fuera reclutado por el mismísimo Tony Stark para enfrentarse al grupo liderado por Captain America; lo malo es que, al parecer, el llamado de Iron Man (Downey Jr.) parece haber sido sólo para esa ocasión.

Desesperado, Peter se la pasa enviándole mensaje a Happy (Jon Favreu), el chofer del millonario, para informarle que está listo para la próxima misión; sin embargo, cada una de sus llamadas son ignoradas.

Es en este contexto que aparece en escena un sujeto llamado Adrian Toomes (Michael Keaton) el cual, enfundado en una armadura de acero y bajo el nombre de Vulture, comienza a fabricar armas para vendérselas a los criminales más peligrosos de la ciudad.

Cansado de ser sólo un héroe local y viendo en el caso la oportunidad de mostrar de una vez por todas que él también puede aplicar sus súper poderes para combatir el mal en grandes proporciones, Peter se enfrentará por sí solo al peligroso criminal, misión en la que saldrá a relucir su inexperiencia como superhéroe pero también su personalidad temeraria.

La cinta posee bastantes atributos que valen la pena comentarse; primeramente, sobresale la simpleza de la trama (el villano, gracias a Dios, no amenaza con destruir al mundo) y, posteriormente, los conflictos cotidianos del personaje: un simpático amor platónico, la preocupación por el examen de alguna materia, la encantadora torpeza del aprendiz, viajes escolares, regaños del superhéroe experimentado al inexperto, etc.

Completan el elenco Marisa Tomei en el papel de la tía May, Gwyneth Paltrow (Pepper) y Donald Glover (Aaron Davis), junto con Jacob Batalon como el simpático amigo de Peter, Zendaya como una de sus amigas y Laura Harrier como su interés romántico.

Hasta la próxima.


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