© 2014 Twentieth Century Fox Film Corporation. X-Men libra una guerra por la supervivencia de la especie a través de dos periodos de tiempo. Los personajes de la trilopía “X-Men” original unen sus fuerzas con su yo más joven de “X-Men: First Class”, en una batalla épica que debe cambiar el pasado.

Hace años nos dejó de sorprender, incluso se ha convertido en una rutina peligrosa el que las salas de cine estrenen semanalmente una cinta basada en alguna historieta de superhéroes. Por ahora, el público sigue respondiendo bien, sin mostrar una pizca de incomodidad por el abuso, sobre todo porque dentro de la baraja de opciones ha habido historias interesantes, originales y espectacularmente ejecutadas.

Según los conocedores (y esta era una información que circulaba hace más de 10 años), tanto “Batman Returns” (Tim Burton, 1992) como “X-Men 2” (Bryan Singer, 2002) se disputaban el título de ser la mejor adaptación cinematográfica jamás hecha a un cómic de superhéroes.

Hay que decir que quienes acuñaron esta aseveración aún no conocían la trilogía sobre Batman realizada por el inglés Christopher Nolan, o “Watchmen” (Zack Snyder, 2009) e incluso “Kick Ass” (Matthew Vaughn, 2010), una de mis predilectas por haber inspirado a otros directores para explotar esa premisa de tipos torpes que ansían ser justicieros.

“X-Men: Days of Future Past” (Bryan Singer, 2014) no solo significa el regreso de su director original a la franquicia, luego de que Brett Ratner (Rush Hour) y el propio Matthew Vaughn (Kick Ass) se ocuparan de la tercera y cuarta entrega, respectivamente; el primero apenas cumpliendo con la encomienda y el segundo con excelentes resultados.

El tan esperado quinto capítulo de los populares X-Men (sin contar el par de aventuras que hizo Wolverine por su cuenta) tiene una trama tan atrevida y arriesgada que amenaza con hacer ver a las paradojas del tiempo de “Back to the Future II”, (Robert Zemeckis, 1989) e “Inception” (Christopher Nolan, 2010) como un juego de niños.

Sucede que, como vimos al final de “The Wolverine” (James Mangold, 2013), Logan recibe la inesperada visita del pacifista Charles Xavier, conocido como Professor X (Patrick Stewart) y del belicoso Magneto (Ian McKellen), quienes han hecho una tregua para enfrentar un problema común que amenaza su propia existencia.

La misión, por cierto, consiste en transportar a Wolverine al pasado, buscar a la versión joven de Charles Xavier (James McAvoy) y convencerlo de ayudarlo a evitar un acontecimiento que daría como resultado un futuro terrible para los mutantes, quienes para 2023 han sido o asesinados o hechos prisioneros en campos de concentración que son vigilados por robots centinelas.

Es así como Logan llega a conocer a las versiones jóvenes de sus viejos conocidos: Xavier, Magneto, Beast, Havok, Mystique, etcétera.

Cabe aclarar que esta historia es una adaptación del cómic de 1981 escrito por John Byrne y Chris Claremont, aunque con algunas diferencias notorias debido a que la trama era harto conocida por los seguidores.

El atractivo principal de esta entrega es, sin duda, el tener la posibilidad de ver a personajes de las dos épocas de la franquicia, lo cual ha reunido, posiblemente, el mejor elenco jamás ensamblado para una cinta de superhéroes, superando sin problema a los popularísimos Avengers.

Ver de nuevo a Storm (Halle Berry), Rogue (Ana Paquin), Iceman (Shawn Ashmore), Magneto (McKellen) Professor X (Stewart) y otros de los personajes que iniciaron la serie, al lado de unos jóvenes Mistyque (Jennifer Lawrence), Beast (Nicholas Hoult), Havoc (Lucas Till), Xavier (McAvoy) y Erick, el futuro Magneto (Fassbender), es un verdadero deleite para quienes los hemos seguido desde el principio.

Por cierto, se ha insistido en que esta cinta va a resarcir las incoherencias surgidas en los capítulos previos de la saga.

Veamos si pueden con tan complicado encargo.

Hasta la próxima.


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