Fotos por Disney/Lucasfilm Oscar Isaac como Poe Dameron y Daisy Ridley en una escena de “Star Wars: The Force Awakens”, que ha tenido a sus fans ansiosos por el estreno.

Hay historias de cineastas algo raras; casos como el de John McTiernan (Die Hard), John Landis (The Blues Brothers, American Wherewolf in London) o Francis Ford Coppola (The God Father Trilogy) llaman la atención porque luego después de que alcanzaron un nivel sobresaliente en su arte no pudieron mantener el estatus, por alguna u otra razón.

McTiernan, por ejemplo, pasó una temporada en la cárcel por el escandaloso caso Pellicano. John Landis vivió un calvario luego de la tragedia ocurrida durante el rodaje de “Twilight Zone: The Movie” (1982) y Coppola simplemente no ha podido acercarse una pizca al nivel de su respetabilísima obra maestra sobre la Cosa Nostra.

Es posible que en este grupo podamos incluir a George Lucas, quien en 1971 escribió y dirigió “THX 1138”, obra Sci Fi de culto por su concepto, ritmo y su novedoso diseño de sonido; dos años después coescribió y dirigió “American Grafitti”, comedia nostálgica sobre un grupo de jóvenes inquietos que fue nominada por la Academia en los renglones de Guión, Dirección y Película. Posteriormente llegó el fenómeno mundial Star Wars y, luego de eso, ya nada más.

Influenciado (según palabras del propio Lucas) por fuentes tan diversas como la obra de Kurosawa, Flash Gordon, el western, el libro El héroe de las mil caras de Joseph Campbell, la caballería medieval (la más obvia, por supuesto), entre otras cosas, el nativo de Modesto, California, confeccionó con mucha creatividad y esfuerzo lo que sería la saga de ciencia ficción más exitosa de la historia.

Sin embargo, muy pronto el potencial lucrativo de la franquicia (juguetes, juegos de mesa, video juegos, posters, ropa y todo tipo de memorabilia) propició que la creatividad del cineasta quedara opacada por una visión empresarial feroz, misma que le cedió tal independencia de la industria fílmica que no sólo ya no requirió de ella, sino que se alejó de la misma.

En lo que sí se ocupó el cineasta/empresario fue en exprimir una y otra vez su obra, ya fuera con una revitalizada memorabilia, el famoso universo expandido (series, comics, etc.), ediciones especiales en video (VHS o DVD) o incluso el reestreno en cines de su trilogía, ya remasterizada y con añadidos que no aportaron nada digno de mención.

Finalmente, llegaron los esperadísimos episodios I, II y III: “The Phantom Menace” (1991), “The Attack of the Clones” (2002) y “The Revenge of the Sith” (2005), en donde fue evidente que el genio creador de Lucas había perdido el toque; el resultado fue que ni los fans más aferrados ni los que aseguraron que el Episodio III estaba a la altura (más por convencerse a sí mismos que por otra cosa) quedaron satisfechos.

Lo mejor que le pudo haber ocurrido a la serie fue que se la quitaran de las manos a su cansado gestador para cedérsela a alguien más, especialmente a J. J. Abrams, quien ya consiguió sacar a Star Trek (la única saga que compite en fans y culto con Star Wars) de la estética de la serie b para transformarla en una franquicia hecha y derecha.

“Stars Wars: The Force Awakens” (J. J. Abrams, 2015), la nueva entrega de la serie, toma lugar 30 años después de los hechos narrados en “Episode VII: The Return of the Jedi” (Richard Marquand, 1983), época en la que la Alianza Rebelde aún combate los remanentes del peligroso Imperio.

En este contexto surgirán los nuevos personajes de los siguientes tres capítulos, como es el caso de Kylo Ren (Adam Driver), un misterioso guerrero del Lado Oscuro de la Fuerza y admirador ferviente del legendario Darth Vader, que tendrá un peso importante en la historia.

Por otro lado está Finn (John Boyega), un Stormtrooper desertor que, en sus aspiraciones de convertirse en un Jedi, renuncia al lado Oscuro para unirse a la Resistencia; es en su fuga que encuentra a Rey (Daisy Ridley), una colectora de chatarra con quien se embarcará en una búsqueda difícil para encontrar al guerrero más famoso que ha conocido la galaxia, el Maestro Jedi Luke Skywalker.

Todo suena atractivo en esta nueva trilogía, pero sin duda las lágrimas más sentidas y los suspiros más profundos de los nostálgicos fans aparecerán cuando vean de nueva cuenta, además de a Luke, a su hermana Leia, a Han Solo (éstos últimos convertidos ahora en marido y mujer) y a su fiel amigo Chewbacca.


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