Batman vs Superman: Dawn of Justice (Zack Snyder, 2016) está planteada como para que el espectador elija un bando, además de que lo que involucró su realización invita a divagar a gusto en varios temas, cada uno involucrando dilemas bastante dignos, vea usted…

Dilema uno. Por un lado, tenemos a un humano sin poder alguno (a excepción del económico) que puede quebrarse los huesos y sangrar mientras lucha contra los malos; por el otro, está un extraterrestre al que le sobran los poderes: vuela, tiene visión de rayos x, un cuerpo indestructible y una fuerza descomunal. El Caballero de la Noche o el Hombre de Acero, ¿quién es el mejor superhéroe?

Dilema dos. ¿Marvel o DC Comics? Nadie duda de que ha sido la primera la que ha arrasado en lo comercial, la que ha creado a más héroes populares y ha tenido más éxito en el terreno cinematográfico. Pero también es cierto que DC Cómics puede presumir de que sus dos superhéroes emblemáticos (Batman y Superman) son más famosos que cualquiera de los de Marvel.

Dilema tres. Affleck vs Bale. Todo mundo puso el grito en el cielo cuando se dio a conocer que Affleck “usurparía” el lugar de Bale, por lo que no tardaron en surgir protestas furibundas, al grado de ponerse de moda en las redes sociales el ridiculizar (sin razón sólida) la figura del actor.

Pero bueno, hoy en día está de moda fabricar y seguir tendencias; ponga usted atención y descubrirá que muchas posturas y opiniones de la gente van de la mano con lo que las redes sociales presentan como cool, original o liberal, proyectando en quienes comparten links u oprimen like una pseudo intelectualidad que no resiste ni un par de preguntas formales sobre aquello que defienden o atacan a morir.

Vea los hechos que crean posturas en la gente (París, ISIS, Gaza, Ayotzinapa, Trump, whitewashing, Clinton, Siria, Peña Nieto, Israel, Bruselas…) o las banalidades del Facebook, Instagram o Twitter que se convierten en trending, y entenderá que la mayoría de los que se suscriben en alguna tendencia lo hacen por dos simples razones: porque los proyecta como individuos interesantes y porque tienen tiempo para hacerlo. Así como se hizo cool criticar a Arjona por sus versos cursis, se puso de moda tirarle al pobre de Affleck. En fin.

Total que en “Batman vs Superman: Dawn of Justice”, materializa por fin lo que alguna vez sólo existió en los cómics y en las fantasías más calenturientas de los lectores de las historietas: enfrentar a los superhéroes más famosos de la historia en una película.

Eso sí, la razón de la enemistad entre ambos está más que justificada cuando el juicioso de Batman es testigo de cómo el hombre de Krypton casi destruye el mundo mientras intenta salvarlo de un enemigo que él mismo atrajo a la Tierra. Para Wayne (Affleck) no hay de otra: Superman (Henry Cavill) debe marcharse o ser exterminado.

Lo malo es que mientras éstos dos se enfrentan entre sí, el peligroso Lex Luthor (Jesse Eisenberg) crea a Doomsday, un poderoso monstruo que supone una amenaza aún mayor para Metropolis, por lo que ambos superhéroes deberán decidir si continúan con su guerra personal o unen fuerzas para enfrentarlo, una decisión en la que influirá una nueva presencia sobrehumana: Wonder Women (Gal Gadot).

De paso, la cinta servirá también como puerta de entrada a nuevos y extraños seres con poderes sobrenaturales como Aquamán, The Flash y Cyborg, quienes conformarán una nueva asociación que en el futuro tomará el nombre de The Justice Leage.

Desde luego que el debate que surgirá como efecto inmediato al estreno de la cinta de Snyder será ahora: ¿quiénes son mejores, The Avengers o The Justice League? He ahí otro dilema más.

Hasta la próxima.


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