Factores que aumentan el riesgo y que puedes cambiar
Presión sanguínea, alta o baja.
Alta ingesta de alcohol: Más de dos bebidas diarias podrían elevar el riesgo.
Diabetes: Controlar el azúcar en la sangre puede ayudar.
Obesidad: el sobrepeso puede aumentar el riesgo.
Tabaco.
Colesterol alto.
Inactividad física.
Bajos niveles de vitamina 12.
Cosas que NO puedes cambiar
Historia familiar: Si un familiar cercano ha tenido demencia, tu riesgo es alto. Podrías someterte a estudios.
Edad: El riesgo crece con la edad, especialmente después de los 65.
Lesiones en la cabeza: lesiones serias, como conmociones severas, pueden incrementar el riesgo.
Síndrome de Down. Las personas con este síndrome tienen un alto riesgo.
Fuente: Jane Mohler, director asociado del Centro sobre el Envejecimiento de la Universidad de Arizona.