La artista Phoenix Gauthier, de 16 años, sonríe mientras practica su rutina dentro de la carpa del circo Zoppé ubicada en el Mercado District, 221 S. Avenida del Convento, en Tucson, Arizona, el 12 de enero de 2022.

Es posible que mi hijo nunca olvide que en su cumpleaños número seis fue por primera vez al circo. ¿Qué tiene este circo en particular que atrapa la atención y el corazón de los espectadores?

Durante las dos horas que duró el divertido espectáculo de la familia Zoppé, vi cómo en el rostro de mi hijo se manifestaban múltiples y diversas emociones, desde risa a carcajadas por las ocurrencias del payaso Nino, pasando por vértigo al ver a una de las acróbatas en el trapecio volante, hasta admiración por la destreza de las jóvenes domadoras de caballos.

Mi hijo –que como es común en los niños de su edad pierde pronto el interés en lo que pasa alrededor– no espabiló entre un punto y otro. Le resultaba imposible separar los ojos del espectáculo y repetía con frecuencia: ¡Wow! ¿¡Viste eso!?

La trapecista Disa Carneol practica su rutina en la carpa del circo Zoppé en el Mercado District, 221 S. Avenida del Convento, en Tucsón, Arizona, el 12 de enero de 2022.

Pero la alegría de la fiesta circense no fue solo suya. Tanto su abuela como su hermanita y yo nos vimos de pronto envueltas en la magia de los artistas y de todos los elementos que confluyen en una experiencia como ésta: la música, el vestuario, el color, la adrenalina, la ternura. Las sensaciones eran además compartidas con todos los espectadores: juntos exclamábamos, aplaudíamos, suspirábamos; la magia nos había contagiado a todos, niños, jóvenes, adultos y abuelos.

Este circo italiano, con 175 años de historia y un legado que ha trascendido por siete generaciones, es una bella oportunidad que llega cada año a Tucsón para invitarnos a desconectarnos por un buen rato de la rutina y de nuestros aparatos tecnológicos. Sobre todo, es una experiencia que nos recuerda la importancia de recargar nuestra capacidad de sorpresa y de asombro, y de activar nuestra sensibilidad.

“Toda la experiencia del circo es alrededor de la familia, la tradición, la historia, la alegría. Aquí vivimos las mismas dificultades que viven ustedes en sus familias”, le oímos decir al artista Giovanni Zoppé al comienzo del espectáculo.

En el circo de la familia Zoppé puedes reírte con un payaso un poco torpe que juega con una escoba y con su sombrero. Puedes conmoverte con la belleza y la ternura de unos perros amaestrados y unos caballos impactantes. Puedes contemplar el talento de los y las acróbatas que desafían el aire y de los equilibristas que logran hacerte perder el aliento mientras suben una escalera y sostienen una espada con la punta de su lengua. ¡Es increíble!

En el circo también puedes disfrutar de palomitas de maíz, algodones de azúcar y limonada; puedes tomarte fotografías con los artistas y los animales o comprar algunos juguetes de recuerdo.

Y si te estás tomando la vida muy en serio, recuerda que en el circo puedes, al menos por un momento, volver a ser niño, lo que vale la pena después de todo.

Las funciones en Tucsón terminarán este domingo, 23 de enero. Puedes comprar tus tiquetes el mismo día de la función en las taquillas del circo, o en Internet en www.zoppe.net


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Claudia Bungard es periodista colombiana y escribe para La Estrella de Tucsón. Puedes contactarla en cbungard@tucson.com