Por Patricia Machelor

La Estrella de Tucsón

Mediante comida tradicional y ceremonias, grafiti y hip-hop, se sienten llamados a defender lo bello de sus vecindarios y su patrimonio.

Tito Romero, Jacob Robles y Dora Martínez están en sus veintitantos, pero dicen que desean ayudar y preservar una forma de vida que se avivó hace varios años mediante el programa de Estudios Mexicoamericanos del Distrito Escolar Unificado de Tucsón (TUSD).

En años recientes, los tres amigos y algunos compañeros que simpatizan con sus ideas han iniciado un movimiento ciudadano al que llaman Flowers & Bullets (Flores y Balas). Parte del enfoque hasta ahora ha sido ayudar a iniciar 10 jardines comunitarios en el Barrio Centro, donde Romero y Robles crecieron y siguen viviendo. Los puedes encontrar en Facebook como FlowersBullets.

“Queremos tomar nuestra lucha de haber crecido en una comunidad desatendida y hacer de eso algo bello”, dijo Romero.

Martínez conoció a Romero y a Robles cuando ella era estudiante del último grado de preparatoria con honores en Amphitheater High School. Su escuela pretendía iniciar el programa de Estudios Mexicoamericanos, pero nunca sucedió. El programa del TUSD concluyó a principios del 2012 y ha sido remplazado por los llamados cursos de relevancia cultural.

Robles dijo que cuando aprendía más sobre la historia mexicoamericana estaba impresionado de saber cuánto de eso volvió de la cultura y alimentos indígenas. Aprendieron mucho de asuntos como organizaciones locales de justicia ambiental, entre ellas Tierra y Libertad.

“Eso me inspiró”, dijo. “Quería aprender más”.

Además de cultivar alimentos y criar cabras, puercos y gallinas, el grupo organiza eventos comunitarios. Una serie reciente atrajo a una gran cantidad de gente y ayudó a proveer una vía para la expresión creativa. Romero y Robles hicieron camisetas temáticas y las vendieron en reuniones comunitarias.

Robles creció haciendo bocetos y dibujos, pero no había encontrado una vía para ellos hasta que descubrió el arte del grafiti y tomó algunas clases de arte a través del Colegio Comunitario Pima.

Cultivos que se venden

a nivel local

Los objetivos de Flowers & Bullets abarcan el cultivo de alimentos y su venta local, encontrando espacios públicos para compartir y realizar servicios a domicilio –como riego y automantenimiento- provisto por los vecinos y negocios del barrio. Hay una escuela vacía en el vecindario, por ejemplo, y el grupo lo utiliza para eventos comunitarios y más jardines, especialmente para aquellos que no tienen espacio para jardines en sus patios.

Martínez, quien heredó de su abuela el gusto por la naturaleza y perfeccionó sus habilidades cuando trabajaba en Cascabel’s Sleeping Frog Farms, se ha dedicado a la causa de la sostenibilidad alimentaria. Quiere reducir el riesgo de diabetes, enfermedad que ha impactado a su propia familia, asegurándose de que la gente pueda encontrar frutas y verduras a precio accesible y cerca de su hogar.

“Nunca estuve tan interesada como ahora”, dijo.

Martínez, quien trabaja en el Banco Comunitario de Alimentos de Tucsón, dijo que ciertos amigos a veces llegaban a alguno de los jardines del barrio donde ella estaba trabajando y le preguntaban en qué ha estado tan ocupada últimamente.

“Dicen, ‘¿para qué dedicas tu tiempo a esto? Wow, tienen tomates’”, cuenta. “No nos propusimos organizarnos como jardineros. Simplemente se fue dando”.

Martínez dijo que los supermercados de calidad y variedad rara vez se construyen en los barrios pobres o cerca de ellos, y de cualquier forma la mayoría de la gente que vive en ellos no tiene para comprar ahí.

“No tenemos un Whole Foods o un Sprouts en nuestro vecindario. ¿Cómo entonces podemos comer de forma saludable?”, dijo. “Necesitamos generarlo nosotros mismos”.

Mucho se perdió cuando la gente dejó de cultivar sus propios alimentos y criar a sus animales, dijo. En cambio, esa gente empezó a trabajar en dos o tres empleos y dejó de cocinar en casa. Y lo que es peor, empezó a consumir mucha comida rápida.

“Muchos se avergüenzan de cultivar su propia comida”, dijo. “Muchos de nuestras familias eran trabajadores migrantes”, y algunos de las viejas generaciones todavía quieren mantenerse alejados de la agricultura.

jardinería en

Nuevo México

Romero y Robles también están involucrados con la jardinería, tanto así que ambos pasan más de una semana al mes trabajando en un rancho justo al otro lado de la frontera con Nuevo México. Cuando están en casa, ayudan a sus vecinos con sus jardines.

José González le dio clases primero a Romero y después a Robles en la materia de Gobierno Norteamericano del TUSD. Dijo que luego de que ambos graduaron, volvieron a la escuela para ayudar a otros estudiantes, particularmente a aquellos que batallaban y que venían de ambientes difíciles.

“Ellos todo el tiempo estaban dando a los demás como agradecimiento, algo que siempre enfatizamos en el departamento de Estudios Mexicoamericanos”, dijo. “Ellos realmente incorporaron eso a su vida”.

González dijo que se siente “honrado y orgulloso” de ver lo que los tres están haciendo.

“Lo entendieron”, dijo González, quien ahora imparte Historia Norteamericana a alumnos de octavo grado en Roskruge Bilingual K-8 School.

“Ellos ven el vaso medio lleno, no medio vacío.

“De eso es de lo que hablamos con nuestros alumnos: todo se trata de dar algo de regreso a la comunidad y de ser seres humanos positivos”.


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