Fotos cortesía de Jordyn Stinnett, UA Office of Global Initiatives El Cónsul de México en Tucsón, Ricardo Pineda Albarrán, entrega el Premio Ohtli a William Beezley, profesor de historia de la Universidad de Arizona, por sus investigaciones sobre la historia de México y sus contribuciones al entendimiento de la relación entre México y Estados Unidos.
Después de casi cinco décadas de estudio e investigación sobre la historia moderna de México, de la publicación de 28 libros e innumerables artículos y de tantos seminarios y páneles de discusión que sería difícil contarlos, a William Beezley, profesor de historia de la Universidad de Arizona, aún le faltan varios libros por escribir.
Pero, ¿quién los cuenta?
El gobierno de México lo hizo, y le otorgó a Beezley el más alto reconocimiento que México confiere fuera de su país en honor a las contribuciones académicas que ha hecho al estudio de la historia mexicana.
La noche del miércoles 24 de mayo, el cónsul Ricardo Pineda Albarrán entregó a Beezley el premio Ohtli en una ceremonia realizada en el Consulado de México en Tucsón. Beezley es conocido a nivel internacional por su trabajo centrado en los cambios y desafíos que ha enfrentado México desde la Revolución de 1910.
“El gobierno de México otorga al Dr. Beezley el premio Ohtli en reconocimiento a sus innumerables trabajos sobre la historia de México, su gente, su cultura y sus tradiciones, el cual ha sido fundamental para el mejor entendimiento entre ambos países”, dijo Pineda en un comunicado de prensa.
Este premio es algo grande. Generalmente se otorga a mexicoamericanos que han trabajado en forjar vínculos más estrechos entre ambas naciones. Otros merecedores de este premio en el pasado han sido el congresista Raúl Grijalva, la defensora de los derechos humanos Isabel García y el ex superintendente del Distrito Escolar Unificado de Sunnyside Raúl Bejarano. No hace mucho tiempo, se le entregó también al alcalde de Tucsón, Jonathan Rothschild.
En una visita que le hice en la universidad la mañana del día de la premiación en su oficina repleta de libros, Beezley dijo que se sentía orgulloso y a la vez modesto respecto al premio. Dijo que el reconocimiento no es sólo para él sino para otros destacados académicos en ambos lados de la frontera que han trabajado en el entendimiento de la historia y la cultura mexicana. “Todos aportamos una apreciación diferente de ciertos aspectos de la historia y la cultura mexicanas. Es esa diversidad de esfuerzos la que conforma una apreciación”, dijo.
Aunque Beezley y otros historiadores han estudiado con lupa los siglos de historia mexicana y la mucho más corta historia de las relaciones entre Estados Unidos y México, tristemente su trabajo ha pasado desapercibido por la gran mayoría de los estadounidenses, incluso entre los millones de personas que viven a lo largo de los más de 3,200 km del corredor fronterizo.
De hecho, la mayoría de los estadounidenses saben muy poco o nada sobre la historia mexicana y su relación con nuestra historia. Y esa ignorancia colectiva no es nada de lo que debamos sentirnos orgullosos.
“Nos estamos convirtiendo en una cultura mexicoamericana”, dijo el profesor. Agregó que comprender las historias mexicana y mexicoamericana es vital para entender la dinámica de cambios significativos en nuestro país.
Se trate de inmigración, comercio, educación, seguridad binacional, medioambiente o economía, entender estos temas y cómo resolver las diferencias entre ambos países depende en gran medida de comprender la historia.
Beezley, quien nació en Albuquerque y creció en Denver, empezó a estudiar historia mexicana en la universidad en Chico State College, en California. Realizó un postgrado a la Universidad de Nebraska, donde estudió bajo la guía de Michael C. Meyer, renombrado historiador de México que después vino a la Universidad de Arizona. En 1998, Beezley seguió los pasos de su mentor.
A lo largo de su carrera, Beezley ha dado clases en Texas, Carolina del Norte y Nueva York, y ha sido maestro visitante en México, Canadá y Colombia. Entre sus libros están: “Judas at the Jockey Club and Other Episodes of Porfirian Mexico”, “Mexicans in Revolution, 1910-1946: An Introduction” y “The Oxford History of Mexico”, el cual coeditó con Meyer.
Beezley apareció también como experto invitado en más de 20 episodios de “The Desert Speaks” e “In the Americas With David Yetman”, dos series producidas localmente para la televisión pública. Otros de sus libros son estudios sobre la cultura latinoamericana y la democracia en México.
Nada mal para alguien que había considerado otro campo de estudio.
“Mis planes eran ser botánico”, dijo.
Pero los vientos de la historia mexicana lo alcanzaron y nunca ha mirado atrás.
Es humilde en cuanto al alcance de su trabajo. Y, siendo un historiador, Beezley ve el reconocimiento de forma distinta, como un ave de paso o una “rolling stone” .
“¿Quién iba a pensar hace 50 años que Bob Dylan iba a recibir un Premio Nobel y que yo sería reconocido por el gobierno de México?”, dijo Beezley.