En su recorrido en el ámbito de los documentales, Laura Herrero Garvín cuenta ya con una gran cantidad de cortometrajes e incluso dos buenos largometrajes. El primero de ellos se titula El Remolino (The Swirl, 2016), en donde retrata la vida de una familia que habita en una de las zonas que sufren más inundaciones del país (las orillas del río Usumacinta en Chiapas). En él, la cineasta consigue transmitir el importante papel que las mujeres tienen en el microcosmos de esta pequeña comunidad de apenas 180 personas.
En su segundo largometraje, (2019), Garvin decide retomar nuevamente a un personaje femenino para presentar otra historia interesante: una mujer mayor que vive también en un entorno hostil y que requiere de una actitud dura y de supervivencia, sobre todo si se es mujer. El lugar mencionado es el popular Cabaret Barba Azul, ubicado de la ciudad de México, sitio en el que las bailarinas y el resto del personal femenino deben hacer lo necesario para salir adelante.
El documental de esta directora nacida en España, pero que fue en México donde estudió cine y trabajó en dirección, fotografía y edición, nos narra, a través de las palabras Doña Olga (más conocida como La Mami) su propia historia y su férrea postura ante la vida.
En su narración conoceremos las etapas que ha vivido en ese lugar de entretenimiento masculino, en donde, a través de los años, fue creando, poco a poco, la fortaleza necesaria para adaptarse al día a día.
En sus 45 años en el Barba Azul, Doña Olga pasó por varias posiciones: ambientadora, mesera y vendedora de canciones. Con el paso de los años y el cambio natural de su cuerpo, Olga pasó a ocuparse de los baños, sitio desde donde intenta proteger a las demás chicas, tanto a las que llevan ahí mucho tiempo como a las recién llegadas, a quienes suele repetirles con frecuencia un dicho suyo: “Los hombres solo sirven para dos cosas: para nada y para el dinero”.
Su actitud de protección la ha hecho ser conocida por todos allí como La Mami, algo que se puede apreciar con claridad con el arribo de Priscila al Barba Azul. Como novata en el lugar, la joven recién llegada escucha con atención los consejos y advertencias que las otras chicas le hacen sobre cómo enfrentarse al machismo crudo de los hombres, lo cual será algo que la va a rodear de manera permanente. La mami, por su parte, no tarda en ponerla bajo su protección.
El documental consigue mostrar la realidad que viven estas mujeres, el lazo que las une y, sobre todo, el sincero afecto que crean La Mami y Priscila. Resultará un deleite para el espectador observar cómo la cámara va mostrando la amistad que va surgiendo poco a poco entre ambas, gracias a los momentos de franca intimidad que logran crear las dos a través de sus confidencias personales; eso sí, todas realizadas frente al espejo del baño que atiende Doña Olga.
