Durante la última década, la discusión sobre la importancia de una alimentación saludable en el hogar y en los planteles escolares, así como la necesidad de reducir el tiempo de pantalla y aumentar la actividad física entre los niños, se ha vuelto más fuerte. Sin embargo, en todo el país y aquí en Arizona, el porcentaje de adolescentes con obesidad ha aumentado constantemente.
En 2019, 15.5% de los estudiantes de 9no a 12avo grado eran considerados obesos a nivel nacional, frente al 11.8% en 2009. En Arizona pasamos del 11% de jóvenes que entran en esa categoría hace unos años al 13.3%.
A pesar de la promoción financiada por el gobierno federal destinada a combatir la obesidad infantil, el difícil acceso a alimentos nutritivos, la pobreza y los recursos limitados en las escuelas que afectan la educación física continúan contribuyendo a la crisis de salud.
La Dra. Nicole Person-Rennell, directora médica del Programa de Salud Móvil de la Universidad de Arizona en Tucsón, viaja en una clínica móvil y examina a familias sin seguro médico mientras el vehículo recreativo está estacionado en estacionamientos de iglesias, escuelas y centros comunitarios. También atiende a familias aseguradas en Abrams-El Rio Health Center en Banner — University Medical Center South, en 3950 S. Country Club Road.
“Veo una parte de niños sanos, pero en mi práctica he notado un aumento de niños que batallan con el peso. Los padres que tienen problemas de obesidad tienen muchas más probabilidades de tener hijos con obesidad”, dice la doctora. “Los niños obtendrán la comida que tienen los padres o las familias, y yo pienso que entre un cuarto y un tercio de los niños que veo tienen problemas de peso”.
Recordó a un niño latino de 6 años que tenía 25 libras de sobrepeso. Habiéndolo visto como un niño típico, muy parecido a los que lo rodeaban, sus padres se sorprendieron al escuchar la noticia.
La madre del niño se queda en casa cuidando a su hijo de 3 años, que no tiene problemas de peso, y a un pariente adulto mayor. El papá trabaja en la construcción.
Con una dieta que consiste en demasiados carbohidratos refinados o procesados, ambos padres también son obesos. El arroz, las papas y las tortillas de harina son los principales alimentos básicos. Otro favorito son los tacos dorados de carne y los frijoles refritos con manteca. Las botanas favoritas incluyen los populares Takis y los Cheetos sabor Flamin’ Hot.
De manera similar, una niña blanca de 8 años que tiene 15 libras de sobrepeso tiene dos padres que trabajan. Con frecuencia come comidas rápidas y come papas fritas y dulces. El pan blanco y el arroz, las pastas y las papas también se comen con frecuencia, y la soda es la bebida favorita en casa.
Los padres de ambos niños dijeron que tomarían nota de las comidas y meriendas, y cambiarán las dietas diarias hacia más frutas y verduras, pollo, carne y pescado. También planean hacer actividad física en familia, ya sea caminando por su vecindario o yendo al parque. Trabajarán en reducir los refrescos a una vez por semana y, en su lugar, intentarán beber más agua. El tiempo de pantalla de sus hijos viendo televisión, jugando videojuegos y juegos de computadora también se cambiará por más actividad física.
Problema crónicoLa obesidad entre los niños y adolescentes y sus padres es un problema de salud cada vez mayor que surgió hace décadas, y la condición crónica en todo el país y en Arizona es aleccionadora.
La obesidad aumenta el riesgo de enfermedades cardiacas, diabetes y algunos tipos de cáncer. Entre su trabajo en el tratamiento de la obesidad, el Departamento de Servicios de Salud de Arizona está administrando el AZ Health Zone (Zona Saludable de AZ), un programa de educación nutricional y prevención de la obesidad financiado por el Servicio de Alimentos y Nutrición del Departamento de Agricultura federal.
El departamento de salud del estado recibe $13.8 millones para el programa y trabaja con 50 socios comunitarios en todo Arizona. Esto incluye el programa de la UA, que tiene 110 socios y 31 sitios en el Condado Pima, donde los programas de nutrición fomentan la alimentación saludable y la actividad física. La UA recibe 1.2 millones de dólares para su zona saludable.
Para mejorar la salud de más arizonenses, se deben eliminar las disparidades en la salud pública para que las personas puedan tener acceso a oportunidades de acondicionamiento físico y atención médica, dice Carla Berg, subdirectora estatal de Servicios de Salud Pública.
“Nuestros programas de salud funcionan para ayudar a las familias a alcanzar sus objetivos, y las evaluaciones de salud de la comunidad a nivel local y del condado identifican las mejores prácticas, las cuales se comparten para fortalecer aún más las áreas de nuestro estado. Hay piezas clave para aumentar mejores resultados. Necesitamos asegurarnos de tener socios en la mesa para reflexionar y apoyar a nuestras comunidades”, comentó Berg.
El equipo de zona de la UA trabaja con los distritos escolares de Amphitheater, Sunnyside y Marana, las escuelas católicas de la Diócesis de Tucsón y la Academia de Excelencia Mexicayotl, una escuela chárter, señala Brenda Picasso, coordinadora del programa de Ciencias de la Nutrición y Extensión Cooperativa de la Zona Saludable de AZ en la UA. Además de los estudiantes, el equipo trabaja en talleres con padres, cuidadores y maestros. Desde 2005, más de 10,000 personas han participado en actividades en el condado.
Sabrina Plattner, educadora en salud del Departamento de Ciencias de Promoción de la Salud de la UA en la Facultad de Salud Pública Mel y Enid Zuckerman, imparte cursos sobre prevención de la obesidad infantil a estudiantes universitarios con especialización en nutrición y salud pública, y ha trabajado con niños de kínder hasta estudiantes de 12° grado, enseñando la importancia de la nutrición y la actividad física para el bienestar de la salud.
“Pasamos décadas creando el problema de la obesidad. No va a ser una solución rápida. Hemos visto mejoras, que incluyen comidas escolares más saludables e iniciativas de ejercicio, incluida la iniciativa ‘¡A moverse!’ (‘Let’s Move!’), de la ex primera dama Michelle Obama en 2010”, comenta Plattner. “Espero que la generación de mis hijos tenga mejores resultados de salud que mi generación”.
Plattner también es copresidenta de Actívate Tucsón (Activate Tucson), una coalición comunitaria que desde 2004 ha trabajado con la Facultad de Salud Pública para promover estilos de vida saludables y actividad física durante el recreo en las escuelas públicas y jardines comunitarios.
La organización también ha abogado por calles mejoradas con iluminación, senderos para peatones, senderos para bicicletas, senderos para trotar y caminar y parques renovados. Activate Tucson está compuesto por líderes comunitarios, funcionarios gubernamentales, educadores, dueños de negocios, médicos y representantes del departamento de salud del condado.
“Debemos tener en cuenta que hay otros desafíos que debemos superar, específicamente el desafío de la pobreza, que tiene el mayor impacto en la capacidad de nuestros niños para estar sanos”, comenta Annemarie Medina, copresidenta de Activate Tucson y directora corporativa y de relaciones comunitarias para Ciencias de la Salud de la UA.
“No debemos dejar de trabajar hacia nuestras metas de brindarles a nuestros niños todas las oportunidades para estar activos, saludables, felices y seguros”, dijo Medina. “Continuaremos defendiendo a nuestras escuelas, trabajando con los padres y trabajando con nuestros legisladores para garantizar que nuestras políticas y sistemas apoyen las habilidades de los niños para llevar un estilo de vida saludable”.
Obtener alimentos nutritivos puede ser una verdadera lucha, especialmente para las familias que tienen presupuestos ajustados para alimentos y deben estirar su dinero, dice Person-Rennell. “Aquí es donde comprar papas, pasta y arroz es mucho más barato que carne, pollo y verduras”, señaló.
Esfuerzos de nutrición Según el Departamento de Servicios de Salud de Arizona, el estado recibe $38.7 millones para el programa WIC (Women, Intants, and Children) y el Condado Pima recibe $2 millones al año.
WIC es un programa federal para el cuidado de la salud y la nutrición de mujeres embarazadas de bajos ingresos, mujeres que amamantan y niños menores de 5 años. En Arizona, el 13.1% de los niños de 2 a 4 años en el programa WIC son obesos, según datos de 2020.
“Hay 10,250 participantes en el condado, pero hay un número significativo de familias elegibles que no participan en el programa”, señala Mónica Nicholas, gerente del programa WIC del Departamento de Salud del Condado Pima.
Se debe hacer más divulgación para correr la voz sobre la elegibilidad, dice Nicholas, y agrega que el condado pasa información a pediatras, médicos obstetras/ginecólogos y a Head Start, el programa que promueve la preparación escolar de bebés, niños pequeños y niños en edad preescolar de familias en riesgo.
La obesidad en los niños WIC ha disminuido en todo el estado desde que en 2010 representaba el 16% , dice Nicholas. Educar a las familias sobre nutrición y ejercicio, y los fondos adicionales para que las familias compren frutas y verduras este año fiscal federal, que finaliza este mes, ayudó a los padres a lidiar con el estrés debido a la inseguridad alimentaria y laboral.
Los funcionarios de WIC están esperando para ver si el Congreso extiende los fondos para ayudar a pagar comidas saludables, señala Nicholas.
Para los niños en edad escolar, el Distrito Escolar Unificado de Tucsón (TUSD), el distrito escolar más grande en el área de Tucsón, y el Distrito Escolar Unificado de Sunnyside (SUSD), el segundo distrito más grande, operan el Programa Nacional de Desayuno y Almuerzo para las comidas escolares, siguiendo las pautas federales obligatorias para proporcionar comidas gratuitas o a precio reducido para familias necesitadas.
“Durante las últimas décadas, se ha prestado mucha atención a las comidas nutritivas, y las comidas escolares son mejores que las que las mamás traen de casa, porque los alimentos son bajos en granos, bajos en sodio y se presta mucha atención al azúcar agregada en los alimentos”, señala Lindsay Aguilar, nutricionista y directora de servicios alimentarios de TUSD.
Aguilar dijo que la política de bienestar del distrito incluye que el personal del departamento de servicios de alimentos controle las comidas que se venden para recaudar fondos y los artículos en las máquinas expendedoras para asegurarse de que cumplan con las pautas nutricionales.
“Tenemos un programa de alfabetización alimentaria para enseñar a los estudiantes el espectro completo de la A a la Z sobre vitaminas y nutrientes. Tenemos kits de comidas que presentan un artículo cultivado localmente en un jardín escolar o una granja local, e incluye una receta que los estudiantes pueden preparar en casa con sus familias”, dice Aguilar, y agrega que las familias pueden asistir a clases de cocina saludable en los centros de recursos familiares del distrito.
De las 87 escuelas del distrito, 60 califican para comidas gratis para los estudiantes. El distrito sirve unas 25,000 comidas al día.
John Oakley, director de servicios de alimentos del distrito de Sunnyside, dice que todas las cafeterías escolares tienen barras de ensaladas repletas de frutas y verduras. Agrega que “el 82% de los estudiantes del distrito de Sunnyside califican para comidas gratis o a precio reducido” y el gobierno federal reembolsa al distrito $7 millones anuales por programas de desayuno y almuerzo gratis o a precio reducido en 21 escuelas. “Lo que veo que los niños traen para comer no podría estar en nuestro menú”, dice Oakley, refiriéndose a los Lunchables, que son alimentos procesados con alto contenido de grasa y sodio, junto con papitas, dulces y sodas.
Actividad físicaEl año pasado, el Departamento de Educación de Arizona hizo dos contribuciones para la salud física a través de una inversión de $3 millones, utilizando fondos del American Rescue Plan para proporcionar membresías para jóvenes al YMCA del Valley of the Sun y ampliar los servicios para programas deportivos y prevención de la diabetes.
La segunda inversión fue de $2.8 millones para el Colegio de Maestros Mary Lou Fulton de la Universidad Estatal de Arizona (ASU) para implementar el Play On, un programa de educación física después de la escuela en 14 escuelas del Mesa Public School, que es el distrito escolar más grande del estado. Los programas extracurriculares incluirán refrigerios y comidas calientes para los participantes, dice Melissa Conner, superintendente adjunta de servicios de salud y nutrición del departamento de educación del estado.
Teresa Mortara es profesora de educación física en el distrito de Sunnyside, donde ha trabajado durante 18 años. En Desert View High School, enseña voleibol, baloncesto, tenis, entrenamiento con pesas, ejercicios aeróbicos bajos y una clase de caminata para estudiantes de segundo año hasta los de último año. Como requisito de graduación, los estudiantes de secundaria necesitan un crédito de P.E. (Psisical Education/Educación física) y medio crédito de salud. Ella dijo que la mayoría de los estudiantes toman clases de educación física adicional como optativas, y ve a aquellos que luchan con el peso trabajando duro para quemar las libras.
Ella dice que no puede enfatizar lo suficiente la importancia de la actividad física para la salud de un niño. Cuando enseña a sus alumnos sobre el ejercicio, los alienta a transmitir sus conocimientos a sus familias y trabajar para hacer del ejercicio una forma de vida.
En TUSD, Jaime Bly Bernier, un capacitador académico de desarrollo profesional para educación física y salud en los grados K-12 (desde kínder hasta 12°), comenta que, a lo largo de los años, los presupuestos del distrito se redujeron drásticamente y, hoy en día, hay sólo un puñado de maestros de educación física de tiempo completo y tiempo parcial en las escuelas primarias.
Los maestros de clase están abarcando y haciendo lo que pueden, pero es difícil para muchos enseñar lecciones estructuradas y basadas en habilidades y relacionarlas con la importancia de la salud y el movimiento, explica Bernier. Algunas escuelas están contratando especialistas en instrucción para enseñar clases educación física y otras escuelas están compartiendo profesores de educación física.