Cuando Syrena Arévalo-Trujillo lanzó su librería itinerante, lo hizo para conectar a las personas con los tipos de libros que ella batallaba por encontrar cuando era chica.

La Syrena Barrio Books vende libros para todas las edades, muchos de ellos bilingües, escritos por autores latinx o que reflejan esa comunidad.

“Siempre voy a diferentes librerías en busca de cosas que me interesen o libros que me reflejen a mí o mi vida”, dice Arévalo-Trujillo. “Es realmente difícil encontrarlos, así que quiero poder encontrar esos libros para personas que están en la misma situación yo”.

Arévalo-Trujillo, de 28 años, comenzó a vender libros en abril en el aniversario de American Eat Co. and Market, a donde ella puede caminar desde su casa. Son los rumbos donde ella creció.

“Mi tía es mi casera, y mi nana y tata viven detrás de nosotros y mi tío vive a una calle”, dice. “Mi tata fue dueño de la barbería que está justo al lado de American Eat Co. durante mucho tiempo ... Esta es mi comunidad y me encanta”.

Arévalo-Trujillo creció siendo una lectora, pero no siempre pudo encontrar libros que le hablaran como chicana. Entre las excepciones están “Bless Me, Ultima” de Rudolfo Anaya y los libros de American Girl sobre Josefina.

“Cuando crecíamos, no éramos una familia típica”, dice Anna Tarazón, la madre de Arévalo-Trujillo. “Era una madre soltera que criaba a dos niñas y no permitiría que Barbies entraran a nuestra casa porque no se parecían a mis niñas. Y eso también se reflejó en los libros y materiales de lectura. Así que encontrar personajes que sean similares a nuestra comunidad es algo enorme”.

Aunque soñaba con convertirse en bibliotecaria algún día, Arévalo-Trujillo finalmente estudió historia y estudios mexicoamericanos en la Universidad de Arizona y trabajó en la biblioteca mundial de literatura infantil de Worlds of Words.

Con la librería, “mi amor por los libros más los estudios mexicoamericanos se mezclaron”.

También enseñó a estudiantes de sexto grado durante varios años en La Paloma Academy, donde vio de cerca la necesidad de conectar a los niños con libros relacionados.

“Al poder ver un libro con el que puedan identificarse, querrán seguir leyendo y encontrar más libros en ese vecindario”, dice Arévalo-Trujillo.

Para ella, la lectura ha servido de ancla que la sostiene ante el diagnóstico de hipertensión pulmonar desde hace casi siete años. Ahora, mientras espera un trasplante de pulmón, dice que la librería le da algo más que esperar.

Arévalo-Trujillo abastece su tienda parcialmente con lo que encuentra en tiendas de segunda y planea agregar literatura nativoamericana a su inventario. Ella comenzó vendiendo títulos de su propia colección. Actualmente tiene alrededor de 200 libros en su inventario, dice. Más allá de su debut en American Eat Co., también ha establecido la tienda en varios de los festivales Second Saturdays que cada mes se realizan en el centro y en el Viva Performing Arts Center.

Pronto podrá llevar sus libros a cualquier parte. Su madre y otros miembros de la familia la sorprendieron recientemente al transformar un vehículo en una futura biblioteca móvil.

“Al principio quería un ladrillo y mortero, y quería hacer algo en South Fourth Avenue, porque este es mi barrio, mi vecindario, pero ahora puedo recoger e ir a un barrio diferente que podría necesitar los mismos materiales”, dice. “Puedo ir a Barrio Hollywood o Barrio Anita o Barrio Viejo si necesito ampliar ese rango”.

Puedes consultar las actividades de La Syrena Barrio Books en línea en la-syrena-barrio-books.square.site y seguirla en Facebook para obtener información sobre eventos futuros.


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