Monseñor Arsenio S. Carrillo, cariñosamente llamado Padre Cheno, originario de Tucsón y quien sirvió por 40 años en la Catedral San Agustín, murió el pasado 26 de abril de 2017 a los 87 años de edad. Los servicios funerarios para despedirlo están programados para jueves 4 y viernes 5 de mayo.
Este jueves será velado de 6 a 8:30 p.m. en la Catedral, ubicada en 192 S. Stone Ave. El Rosario se rezará a las 7 p.m.
El viernes 5 de mayo se celebrará la misa de cuerpo presente a las 10 a.m., para de ahí partir al cementerio Holy Hope, en el 3555 N. Oracle Road. Después del funeral habrá una recepción en la iglesia Our Mother of Sorrows, en el 1800 S. Kolb Road.
Carrillo, quien ya estaba jubilado y fuera vicario general de la Diócesis Católica Romana de Tucsón, había estado enfermo, dijo la vocera de la Diócesis, Steffannie Koeneman, quien no tenía mayor información sobre sus problemas de salud.
Frank Sotomayor, primo de Carillo, publicó un comunicado de la familia la semana pasada:
“Nuestra familia lamenta la pérdida de nuestro amado ‘Cheno’, a la vez que también celebramos el medio siglo de servicio que prestó con devoción a la comunidad católica de Tucsón. Damos gracias porque él está ahora con nuestro Señor y Salvador. Agradecemos sinceramente a todos los que han expresado sus condolencias por su muerte”.
“Lamentamos la pérdida de uno de nuestros mejores sacerdotes”, dijo el obispo Gerald F. Kicanas. “No sólo era querido por los miembros de la Catedral San Agustín, sino también por la comunidad en general.
“Era un líder conocido por muchos … su imagen en el paso a desnivel cerca del centro de la ciudad es muestra de que era un ser ejemplar entre nosotros. Extrañaremos la calidez de su corazón, su ingenio y su profunda bondad”, dijo Kicanas.
En una publicación en español en Facebook, Santiago Benton, de 41 años de edad, recordó sus años como monaguillo con monseñor. Benton dijo que Carrillo fue “un modelo perfecto de sacerdote y pastor. Irradiaba amor, comprensión, paciencia, una tremenda sabiduría y sus sermones eran los más inspiradores que he oído en mi vida. Tuvo un impacto en mí y en miles de personas”.
Carrillo fue ordenado sacerdote el 26 de mayo de 1956, y fue pastor de la catedral de septiembre de 1969 al 29 de junio de 1995. Después de eso prestó servicio como pastor asociado hasta su jubilación oficial, el 1 de julio de 2001, dijo Koeneman.
