Una cosa es segura, el año entrante los Arizona Diamondbacks inaugurarán como locales y visitantes ante los campeones y subcampeones de la Serie Mundial. Recordar que abren el calendario visitando a los Dodgers de Los Angeles y unos días después viajan a casa para recibir a los Boston Red Sox en el primer encuentro de 2019 en Chase Field.

Por cierto, interesante el proceder de los Diamondbacks con la firma por tres años de Eduardo Escobar. Está la interrogante sobre qué harán en torno a buscar contender o de plano adquirir prospectos cambiando a elementos establecidos, esto a raíz de la partida a la agencia libre de A.J. Pollock y Patrick Corbin.

Luce como un buen indicativo el asegurar de inmediato a Escobar, es como enviar el mensaje de que buscarán de nuevo pelear por el banderín divisional, aunque también pudiera dar pie a mover a Jake Lamb de la tercera a la primera base y entonces poner al valioso inicialista Paul Goldschmidt de lleno en el mercado de cambios.

Mientras tanto, se lleva a cabo la Serie Mundial entre Dodgers y Red Sox, una donde los de rojo son los favoritos y lo confirmaron desde un inicio cuando pasaron sobre el zurdo Clayton Kershaw.

Los Red Sox tienen un orden al bat muy completo, la interrogante es el bullpen, pero han hecho lo suficiente para triunfar, sobre todo carreras.

Se están enfrentando excelentes equipos que han destacado también en la postemporada, llegando con paso firme a los terrenos actuales, aunque ambos tienen su punto débil. Existen razones para tener dudas con ambos; de hecho, los Red Sox no eran favoritos para coronarse en la Liga Americana, y eso que ganaron 108 juegos en el rol regular, es cuando tenemos que considerar a las personas que están manejando las piezas.

Es sabido que se tiene un ejército de trabajadores sacando reportes de todo tipo para llegar con el mejor plan de ataque y defensa a cada encuentro, Red Sox y Dodgers están dependiendo de mánagers que han demostrado enorme capacidad para ejecutar el plan.

Dave Roberts (Dodgers) y Alex Cora (Red Sox) han tenido la habilidad de ganar por la vía de este trabajo de equipo que involucra a muchas personas. Lo más importante es lo que hagan los principales actores, los del terreno de juego, y vaya que hay talento en ambos rosters; pero, atención con la estrategia empleada en plena batalla, porque puede ser clave.

Insisto, ambos equipos tienen puntos débiles, la dirección deberá pesar.

Los ratings

Las mejores series mundiales en la historia para efectos de niveles de audiencia siguen siendo las de 1978 (Dodgers vs Yankees) y 1980 (Royals vs Phillies), la época de oro.

La serie del 2018 está como para generar altos ratings en Estados Unidos y continuar con la buena época que ha estado viviendo la Major League Baseball recientemente, son equipos que tienen sus respectivas rivalidades y es parte del sabor. La afición de los New York Yankees debe estar metida esperando ver perder a los Red Sox, la afición de los San Francisco Giants igual deseando que los Dodgers sean derrotados.

El triunfo de los Chicago Cubs sobre los Cleveland Indians en el Clásico de otoño de hace dos años fue muy seguido, mejor que el título de los Houston Astros sobre los Dodgers el año pasado. La Serie Mundial de 2018 pudiera terminar en medio de estos dos duelos que han estado muy buenos, pero se necesita al menos un sexto partido.

Lo niveles de audiencia han estado altos en los últimos años en parte porque se han ido al máximo, al séptimo juego, pero es una realidad que ha ayudado el tener a clubes de tradición, como está aconteciendo ahora con los Dodgers y Red Sox.

Lo ingredientes ahí están, falta ahora que los actores principales entreguen una buena batalla.


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