La pregunta que surge en estos días es si el panameño Mariano Rivera se convertirá en el primer pelotero en ingresar en forma unánime al Salón de la Fama de Major League Baseball. Lo veo difícil, no tanto porque no lo merezca sino por la manera como se ha manejado esta votación.

Hay miembros del comité elector que por lo visto le dan un valor especial al ingreso en el primer año de elegibilidad y sencillamente deciden no votar hasta por Greg Maddux, Randy Johnson o Ken Griffey Jr.

Estos estelares han ingresado de inmediato porque sus estadísticas pesan toneladas, pero no lo hacen en forma unánime por el pensamiento extraño de ciertos miembros del comité elector. Griffey ingresó con el 99.3 por ciento de los votos hace tres años.

Algún día se acabará este tipo de pensamiento, pero no creo que sea ahora con Mariano, porque con él entramos también en otro tipo de polémica: resultó grande en buena medida por la estadística del juegos salvados, una estadística que sobre todo en su época fue abaratada por la manera como los mánagers dirigieron los partidos.

Se acabaron los rescates de dos o tres innings; se empezó a repartir el trabajo entre varios relevistas y entonces se dieron muy seguido los juegos salvados de una entrada, trabajando el relevista con ventaja de 3 anotaciones, en ocasiones permitiendo 2 carreras y aun así acreditándose el salvamento.

Mariano fue un tremendo pitcher que resultó grande no sólo por los 652 rescates en rol regular sino también por los 42 que tuvo en postemporada y la impresionante efectividad de 0.70 en 141 innings de playoffs. Un fuera de serie.

También en rol regular dejó un porcentaje de carreras limpias fabuloso de 2.21, deberá entrar tranquilamente al nicho de los inmortales en su primer año de elegibilidad en 2019. La pregunta es si lo hará con el 100 por ciento de los votos.

El anuncio del resultado de la votación se dará a conocer en enero.

Rivales laureados

Dos peloteros que destacaron en el beisbol mexicano y en la Major League Baseball tenían homenajes programados para esta semana de parte de sus equipos de Liga Mexicana del Pacífico. En Culiacán, los Tomateros retirarían el número 13 del ex lanzador Rodrigo López y en Hermosillo los Naranjeros harían lo mismo con el número 44 que portó por casi 15 años el bateador Erubiel Durazo.

Tanto López como Durazo destacaron en la MLB. Rodrigo estuvo a punto de ser Novato del Año en Liga Americana en 2002 con los Baltimore Orioles; Erubiel bateó arriba de .300 en la Serie Mundial que ganó Arizona Diamondbacks en 2001.

Los dos han estado trabajando en los últimos años para Diamondbacks, Rodrigo como analista de la radio y televisión en español del equipo y Erubiel como asesor del Presidente del club, Derrick Hall.

Sin duda, destacados beisbolistas que ahora retirados provocan bonitos recuerdos para sus aficiones.

Platicando en varias ocasiones con Rodrigo sobre la rivalidad Tomateros-Naranjeros sólo recuerda haber perdido una vez ante el gran rival en partidos de playoffs; dominaba en esos encuentros tan importantes.

Por su parte, Erubiel vivió excelentes momentos en su paso por el beisbol invernal, y cuando el año pasado ingresó al Pabellón de la Fama de las Series del Caribe declaró sobre cómo el destino le ha puesto a la ciudad de Culiacán como un lugar donde ha experimentado enormes satisfacciones.

Fue durante el Clásico Caribeño del 2001 que se llevó a cabo en Culiacán cuando Durazo fue el Jugador Más Valioso del torneo, además cuando fue entronizado al Pabellón de la Fama el evento también fue en la capital sinaloense.


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