Michael Fassbender y Alicia Vikander en “The Light Between Oceans”, en cines este viernes 2 de septiembre de 2016.

Alicia Vikander está de moda; después de que esta joven nativa de Suecia se diera a conocer internacionalmente a sus apenas 24 años con la cinta A Royal Affair (Nicolaj Arcel, 2012), comenzó a llamar la atención de directores importantes tanto por su notable belleza como por su sobresaliente trabajo frente a las cámaras.

Sus primeras apariciones en plan protagónico fuera de su país las hizo en cintas de mediana envergadura como Son of a Gun (Julius Avery, 2014) y, posteriormente, Testament of Youth (James Kent, 2014), al lado de otras nuevas figuras como ella: Brenton Thwaites, Kit Harington (el Jon Snow de Game of Thrones) y Taron Egerton (el chico aprendiz de Kingsman).

Sin embargo fue con la bien recibida The Danish Girl (2015) y sobre todo con la excelente Ex machina (Alex Garland, 2015) que alcanzó su envidiable estatus actual; por cierto, en ambas fue nominada al Oscar en el renglón de Mejor Actriz Secundaria, no obstante fue con la primera que obtuvo la estatuilla.

2016 está resultando también un buen año para ella al lograr colarse en dos filmes ciertamente llamativos: el primero es la más reciente entrega de la saga del peligrosísimo espía amnésico llamado Jason Bourne (Paul Greengrass, 2016), en donde la sueca se dio el lujo de robarle cámara al mismísimo Matt Damon.

El otro proyecto parece haber sido elegido por ella para poner a prueba una vez más sus dotes histriónicos: The Light Between Oceans (Derek Cianfrance, 2016), uno de esos dramas intensos en donde se pone en la mesa de discusión la delgada línea que separa la moralidad humana, así como sus complejos deseos y sufrimientos.

La historia gira alrededor de una pareja compuesta por Tom (Michael Fassbender), quien se desempeña como guardián de un faro ubicado al oeste de Australia, e Isabel (Vikander), su joven esposa.

La vida idílica de ambos sufre un duro revés cuando ella experimenta un aborto no deseado, hecho que la sume en una gran tristeza, sin embargo cuando una pequeña embarcación con un bebé en su interior llega hasta su playa, Isabel interpreta la situación como una especie de compensación del destino y decide quedárselo para criarlo como propio, a pesar de las protestas de su marido.

La situación se complica en serio cuando, para su desgracia, varios años después aparece en escena Hannah (Rachel Weisz), una mujer que afirma haber perdido a su bebé en un naufragio y que está segura de que su bebé está vivo en algún lugar.

Es aquí cuando comienza la verdadera tortura en los padres adoptivos (sobre todo para Isabel), quienes deben afrontar la situación, conscientes de que cualquier decisión que tomen en adelante tendrá consecuencias devastadoras para todos los involucrados.

Como detalle interesante está el hecho de que la cinta es una adaptación de la bien recibida novela de M. L. Stedman; que ésta es apenas la tercera película de Cianfrance (no se pierda The Place Beyond the Pines) y el detalle curioso de que la mancuerna de protagonistas (Vikander/Fassbender) se convirtió en pareja en la vida real a partir de la realización de esta película.

Hasta la próxima.


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