Por Liliana López Ruelas
La Estrella de Tucsón
En la familia de Uriel Fernández los hombres no han sido muy altos, pero sí muy grandes.
De 16 años de edad, este tucsonense conoce muy bien la gloriosa historia de los Guindas de Nogales, el equipo de baloncesto que tanto orgullo trajo a esa frontera alrededor del año 1970, cuando su abuelo materno, el fallecido profesor Julio Castro Durón, comandaba al equipo. Pero Uriel entendió pronto que, con su estatura, sus posibilidades en deportes como el basquetbol eran escasas.
“Además no era muy coordinado con los balones ni tenía mucho músculo”, dijo Uriel, de 1.62 metros de estatura.
Entonces pensó en algo que no requiriera altura. Y empezó a correr.
Este sábado 1 de julio lo hará entre los grandes, en una tradicional competencia anual en Brisbane, Australia, a donde únicamente se puede acudir previa invitación de los organizadores. Uriel recibió la codiciada carta en diciembre pasado y correrá en dos pruebas: 5.7 kilómetros y 5 km.
Van 12 arizonenses, seis hombres y seis mujeres, en un conjunto de más de 200 integrantes del Team USA. Uriel es el único de Tucsón y el primer estudiante en la historia de Cholla High Magnet School que acude a las competencias Down Under Sports Cross Country Meet, dijo su papá, Omar Fernández, quien también practicó las carreras a campo traviesa en su juventud.
“Tuve mis batallas, conseguí algunos lugares, y nunca pensé que este canijo me iba a superar”, bromeó Omar Fernández, sargento master de la Guardia Nacional Aérea. “Yo nunca recibí la invitación para ir a Australia”.
Los otros dos hijos de Omar y Ana Astrid Fernández –ambos originarios de Nogales, Sonora- también son corredores. Gabriel Enrique, de 15 años, corre distancias cortas, e Ismael Esteban, de 13, practica ambas, distancias cortas y largas.
Agarra vuelo
Uriel iba en sexto grado en Maxwell Middle School cuando se interesó en correr.
“A veces era el último”, dijo, “pero poco a poco fui agarrando condición y, gracias a Dios, en el último año de secundaria terminé en 3er lugar en la carrera de 1 milla”.
Cuando recién ingresó a la preparatoria Cholla tomó el curso de verano y en un almuerzo escuchó que el entrenador de la escuela buscaba corredores para campo traviesa, “y yo quería hacerlo, mi papá me decía que me iba a servir como acondicionamiento para el atletismo”, recordó. “Y corrí muy bien”.
Desde ese primer año de preparatoria Uriel estuvo a la altura de otros competidores que iban en tercer o cuarto año de high school (juniors y seniors), tanto en Cholla como en las competencias distritales, locales y estatales. En 2016 ganó el tercer lugar estatal entre estudiantes de 9no grado. Este año consiguió el primer lugar entre los competidores de 10mo grado de Arizona.
Uriel contó que se creó una amistosa rivalidad con otro talentoso atleta de Cholla, Leon Salvicio, un estudiante mayor que él con el que siempre hacía el 1-2 en las competencias de la escuela.
En la última oportunidad que tuvieron de correr juntos antes de que Salvicio graduara de la preparatoria en mayo, ambos habían logrado quedar entre los 25 mejores del Distrito Escolar Unificado de Tucsón (TUSD) y así llegar a la carrera estatal. Eran los únicos dos de Cholla High School, y Uriel se consolidó como el número uno de su escuela.
Cuando la carta de invitación a Australia llegó a la casa de Uriel hace unos meses, su papá sabía muy bien de lo que se trataba. Uno de sus compañeros y amigos corredores a principios de la década de los noventas, David Girón, la había recibido cuando estudiaban juntos en Nogales High School. Fernández dijo que Girón es el único nogalense que ha corrido en Australia, en la prueba de 15 km.
“No sabemos cómo le vamos a hacer”, le dijeron sus papás a Uriel, “pero tú vas a ir a Australia”.
Necesitaban 12 mil dólares para cubrir todos los gastos. Lograron reunir la mitad vendiendo menudo, birria y con donativos de familiares y amistades, especialmente de pequeños empresarios de la comunidad.
Ni la escuela ni el distrito fueron parte de la recaudación de fondos, aunque Uriel ha seguido entrenando con el coach de Cholla, Jorge Parra.
Uriel, a quien su papá describe como un joven muy inteligente –“eso lo heredó del abuelo paterno”, dijo- y quien también participa en el programa ARMY JROTC de Cholla y es miembro de Sons of the American Legion, tiene grandes planes.
Le gustaría ir a la Universidad de Oregon, distinguida por su programa de atletismo. “Ahí es donde estudió Steve Prefontaine”, dijo Uriel recordando a su ídolo, el legendario corredor que compitió en las Olimpiadas de 1972 y que fue pieza integral del boom del atletismo de distancia media y larga en Estados Unidos.
Pero la Universidad de Oregon no ofrece la carrera que Uriel quiere: ciencia forense.
“Tengo que buscar otras opciones, y una de ellas puede ser la Universidad de Arizona”, dijo el joven atleta mexicoamericano, quien en su tiempo libre disfruta de la lectura, los videojuegos y las películas.
Una de sus cintas favoritas es “McFarland, USA”, la historia protagonizada por Kevin Costner sobre el equipo de cross country de una preparatoria mayormente latina de California que también le ha dado inspiración.
Y eso es lo que han sido Uriel y su papá uno para el otro, inspiración.
Uriel dijo que cuando corre piensa en su papá y en su abuelo, y que le gustaría llegar a Juegos Panamericanos y Olímpicos.
“Y yo estoy viviendo mis sueños viéndolo a él hacer lo que yo no pude”, dijo Omar Fernández.
Juntos se embarcaron el martes 27 en un vuelo que partió de Tucsón, pero cuya meta es de larga distancia.