Sofía Meza heredó de su mamá la pasión por el futbol y de su tía Lupita León el gusto por los viajes.
Así es que esta era la oportunidad perfecta. En noviembre llamó a su tía Lupita, de 77 años, y a su prima Ana English para hacerles una propuesta irresistible: irse juntas a la Copa Mundial de futbol en Rusia.
En ese tiempo, Sofía, de 35 años, no sabía que un mes después se comprometería con su novio Alex González y que el viaje a Rusia con su tía y su prima se convertiría en una especie de despedida de soltera.
Las tres vuelan a Moscú a fines de mes y estarán en los partidos de octavos de final del 2 y 3 de julio en Samara y San Petersburgo.
“Espero que pase México (a esa ronda)”, dijo Sofía. “Sí va a pasar”.
Ellas tienen boletos para los partidos donde se enfrentarán el primer lugar del Grupo E contra el segundo del Grupo F y el primer lugar del Grupo F contra el Segundo del E. México está en el Grupo F junto con Alemania, Suecia y Corea del Sur.
“La tienen difícil”, dijo Pita, como cariñosamente llaman todos sus sobrinos a Lupita. “Pero claro que se puede”.
Lupita y sus hermanas Maury García y Maruca León -mamás de Ana y de Sofía, respectivamente- son de Agua Prieta, Sonora, donde aún vive gran parte de su familia. Pero Lupita vive en Douglas, Sofía en Tucsón y Ana, de 53 años y quien trabaja en el Arizona Western College, en Yuma. Ella no pudo estar en Tucsón el día de la entrevista.
“Hace dos años, Ana también fue con nosotros a Phoenix, fuimos a un juego de la Copa América”, dijo Sofía. “Ese fue mi primer juego de la selección mexicana”, agregó Lupita, emocionada.
Sofía recuerda que cuando tenía 8 años vio por primera vez un mundial por televisión, el de Italia ’90.
“Como ya estábamos de vacaciones de la escuela, veíamos el Mundial todo el día. Mi mamá nos ponía camisetas de la selección y hasta nos hacía pararnos a cantar el himno nacional”, contó Sofía. “Y hasta la fecha, cada vez que juega México nos juntamos la familia en mi casa y se convierte en una fiesta”.
El domingo 17, Día del Padre, México debuta en el torneo contra la selección de Alemania a las 8 a.m. Sofía, quien desde hace nueve años trabaja como ejecutiva de cuentas privadas en Chase, aún no sabe si podrá ir a Agua Prieta a ver el partido con su papá y toda la familia. Si no es así, lo verá con su novio y amigos en algún restaurante del centro de Tucsón, como Playground o Hi Fi.
Lupita y Sofía dicen que no las asusta hacer un viaje largo, y tampoco será el primero. Hace dos años fueron juntas a Perú.
“Yo soy la más viajera”, dijo Lupita. “Y yo la de las brillantes ideas”, sonrió Sofía. “La albortapueblos”, intervino la mamá de Sofía, Maruca, que estaba de visita con su hija en Tucsón.
“Yo ni la pensé”, recordó Lupita del día en que su sobrina la llamó para invitarla. “Si la piensas mucho no haces las cosas. Ahorita ya hasta tengo todo en el beliz”, dijo el domingo 10 de junio, más de dos semanas antes de su vuelo.
RECUERDOS DE SOLTERA
La boda de Sofía en octubre próximo le pone un ingrediente especial al viaje.
Espera crear recuerdos inolvidables con su prima Ana, a quien describió como una persona con la que es muy fácil llevarse bien, y con Pita, que desde chiquita ha sido como otra madre para ella. Lupita comparte ese talento de educar y dar cariño con los niños de Loretto Catholic School en Douglas, donde trabaja desde hace 14 años como coordinadora de salud.
En Rusia planean conocer el Kremlin de Moscú y otros museos y catedrales. También irán a una función del Ballet Bolshoi y después pasarán unos días en Praga.
“Y cuando viajas con alguien conoces a la gente en un nivel diferente”, dijo Sofía. “Tienes pláticas más profundas”.
Claro, no todo será profundidad. También esperan encontrar mucho ambiente y diversión.
Anticipan que lo más divertido será ver a otros aficionados mexicanos.
“Vamos a hacer bola con ellos, a crear nuevas amistades”, dijo Sofía. “Es que no hay gente más fiestera que nosotros”, añadió Lupita, “los mexicanos”.