Los ha hecho de carnita con chile colorado; de elote; dulces; de frijol y piña; de camarón, pero esta vez, Perfecto León probará suerte con un tamal novedoso a base de pollo en la categoría gourmet del Festival del Tamal.
Ha participado en este evento en los últimos ocho años y llevado a casa 10 trofeos de primero y segundo lugar. Por algo lo llaman el “Señor de los Tamales”.
El festival se realiza en su edición número 13 este sábado 2 de diciembre en el Anfiteatro AVA del Casino del Sol, de 10 a.m. a 5 p.m. La entrada es gratuita al público, que podrá probar las muestras de cientos de vendedores de tamales, comprarlos por docena, presenciar la premiación del mejor tamal tradicional, de dulce y gourmet, escuchar música y apreciar y adquirir artesanías locales.
“Todos participamos en el proceso”, dijo Perfecto en relación a la ayuda de su esposa Cruz, sus cinco hijos y sus familias para la elaboración de más de 300 docenas de tamales que llevarán al festival. “Pero yo soy el de la sazón”.
Su esposa siempre le dice que si él no mete la mano, los tamales no quedan bien, contó Perfecto entre risas en una de las mesas de Perfecto’s Mexican Restaurant, el cual abrió en el año 2009 por la Avenida 12 y Nebraska. Aunque la verdad es que Cruz es la mera mera para los de dulce.
Hace unos meses, la familia León abrió un nuevo negocio en Irvington y Park, Perfecto’s Express, donde se pueden ordenar por la ventanilla platos a base de tamales, arroz y frijoles.
Para los aproximadamente 4 mil tamales que llevarán al festival, la familia y su equipo empezaron a trabajar el lunes 27. “Teniendo todo listo”, dijo Perfecto, “producimos unas 15 docenas en media hora”.
Su hija Judith de la Rosa agregó que ella y sus hermanos han ayudado a hacer tamales toda su vida, “pero ninguno de nosotros podría hacerlos por sí solo. Por lo menos no como los de mi papá”.
¿El secreto? Usar ingredientes de calidad, dejar la masa en su punto y preparar con mucho sabor la carne o lo que sea que lleve el tamal como relleno, dijo Perfecto, de 61 años de edad.
“Un tamal tiene que saberte rico, que se te desbarate en la boca y que el sabor se quede ahí”, describió el oriundo de Nogales, Sonora. “Y que brille, que no esté seco”, añadió Judith.
Los de elote son los más elaborados, porque si el elote viene duro o muy blandito, es difícil logar la consistencia exacta de la masa. “Tienes que hacer que la masa amarre”, dijo Perfecto apretando el puño. “Y la masa siempre se prueba”.
La primera vez que hizo tamales, Perfecto tenía sólo 14 años de edad y trabajaba en Nogales para una señora de nombre Teresita Nevárez. Aprendió muy rápido y descubrió sus cualidades como cocinero.
Modestia aparte, “lo único que no me sale bien”, dijo, “es la carne asada”.
Con su esposa Cruz, con quien lleva 44 años casado, se ha dedicado la mayor parte de su vida a la comida. Durante años vendió tamales afuera de una tienda Safeway en el suroeste de Tucsón, en Valencia y Cardinal.
Los tamales de Perfecto eran tan socorridos que le bastaba con poner su carrito lleno de tamales cuatro días a la semana, tres horas por día. Con eso sacó adelante a sus hijos, todos egresados de la universidad.
Ahora con 15 empleados, Perfecto siente que contribuye con varias familias, “y eso es una bendición”, dijo.
En su restaurante de la Avenida 12 estarán tomando pedidos de tamales para Navidad a partir del 1 de diciembre, a 18 dólares la docena.
Por cierto, Judith será la primera en poner una orden utilizando un nombre falso.
“Porque si no, nos quedamos sin tamales para la casa”.