Soria

Jeffry Scott

Jacob deGrom se molestó por el sueldo que le dieron los New York Mets, algo bajo, lo mismo pasó con Gerrit Cole, de los Pittsburgh Pirates. Debido a que están en sus primeras campañas, no les queda de otra más que aceptar; el sueldo lo controla el equipo, no tienen la opción de negociar.

Ya llegarán los años de arbitraje y agencia libre para poner su sueldo y ver si alguien está dispuesto a pagar, por ahora no hay otra opción. Cualquiera diría que es una mala estrategia del equipo, porque los peloteros llegarán molestos al campo de juego y quizás no rindan como debe ser.

La realidad es que el pelotero necesita olvidar el aspecto contractual y enfocarse en rendir al máximo, porque necesita hacer números espectaculares para cobrar como los grandes, si DeGrom no les rinde a los Mets no le pagarán bien cuando llegue el arbitraje, igual Cole con los Pirates, de modo que los equipos están bien protegidos.

Una historia diferente es esperar a que firmen con estos clubes cuando llegue la agencia libre, ahí sí los peloteros pudieran poner en la balanza esto que está pasando actualmente, pudieran sentirse molestos con los directivos actuales y mejor irse a otro equipo.

Por lo pronto, DeGrom y Cole necesitan darle a Mets y Pirates muchas victorias, les conviene, sería excelente para ambos trabajar en partidos de postemporada.

No hace muchos años, Mike Trout corrió con la misma suerte de los peloteros en mención, los Angels de Los Ángeles le dieron un pequeño aumento de sueldo luego de su espectacular inicio en la Major League Baseball y expresó su molestia. Ya veíamos a Trout fuera de los Angels tan pronto llegara su año de agencia libre, sería después de la temporada del 2017; sin embargo, al rato le llegaron con una propuesta de cerca de 150 millones de dólares y la aceptó, lo aseguraron hasta la campaña del 2020. Se le acabó el enojo.

Aprovechando al máximo

Observar al enemigo en el deporte viene a ser una de las maneras de buscar caminos hacia la victoria: analizarlo lo más que se pueda intentando encontrar los puntos débiles y atacarlos.

Por supuesto, hay enemigos que por más que son vistos se batalla para derrotarlos. Por ejemplo, en Arizona vimos el caso de Randy Johnson, un equipo lo podía enfrentar cuatro o cinco veces en el rol regular sin tener éxito alguno ante el ahora miembro del Salón de la Fama.

En la actual pretemporada de la MLB se presentó un caso muy interesante.

Los Arizona Diamondbacks enfrentaron al japonés Kenta Maeda, que está debutando este año con los Dodgers de Los Ángeles, y según declaró el mánager de Diamondbacks, Chip Hale, lo hicieron lanzar lo más que pudieron.

Aprovecharon el juego de pretemporada para verlo por el mayor tiempo posible, digamos que buscaron batear casi siempre con dos strikes en la cuenta, jamás atacaron el primer lanzamiento, porque hubiera sido un desperdicio. Se trataba de ver todas sus armas.

Poco saben de Maeda los peloteros de la MLB. Viene de triunfar en su país natal, apenas lo empiezan a analizar las organizaciones del mejor beisbol del mundo. Seguramente tienen reportes de él por venir de un circuito que scoutean las organizaciones de la Liga Americana y Liga Nacional, pero nada como verlo de cerca, así es que ese día los bateadores tuvieron que sacrificarse y no precisamente tocando la bola sino simplemente observando envíos.

Los Dodgers le dieron a Maeda un contrato de ocho temporadas, al rato los bateadores de Arizona lo verán hasta en la sopa, pero el inicio pudiera ser muy complicado si en verdad tiene armas difíciles de descifrar.


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