Soria

Jeffry Scott

Cuando se lesionó A.J. Pollock era difícil pensar en un bateador de los Arizona Diamondbacks que fuera a dar mejor rendimiento que Paul Goldschmidt en el 2016. Sin embargo, Jake Lamb está superando no sólo al popular “Goldy” sino a varios de los elementos más famosos de la Liga Nacional.

Después de una excelente primera parte de rol regular, Lamb merecía ser invitado al Juego de Estrellas, pero no se presentó esa invitación. Lejos de desmotivarse, regresó del receso del Clásico de Media Temporada de una mejor manera y se vino ganando la distinción del Jugador de la Semana en el viejo circuito.

Es lo más sobresaliente hasta ahora con los Diamondbacks del 2016.

La realidad es que están en una temporada de gatos negros; sin embargo, siempre se han presentado acontecimientos dignos de resaltar, el número uno tiene que ser la labor de este pelotero, Lamb, que ha pasado a colocarse en el grupo de los estelares.

Si puede mantener la consistencia, le dará ese balance al orden al bate de Arizona que genera el mayor peligro entre los bateadores derechos, por Jean Segura, Paul Goldschmidt, Welington Castillo y A.J. Pollock cuando ha estado sano; Lamb es bateador zurdo, él y David Peralta serían las mayores amenazas desde ese lado del home.

No todo es preocupación en Arizona. La temporada que llegó con grandes expectativas no ha traído las victorias esperadas. Corren el peligro de quedar en el último lugar de la división.

Sin embargo, hay detalles positivos, la productividad de Jake Lamb debe ser uno de los mejores. Queda pendiente el aspecto defensivo de este pelotero que cubre la tercera base, ha cometido muchos errores, pero si lo más difícil es conectar bien la pelota lo podemos ver como el pelotero que está aprovechando el 2016 para avanzar más que nadie en Diamondbacks.

Es muy probable que Lamb termine con un mayor número de cuadrangulares que Paul Goldschmidt, igual con un mayor número de carreras producidas; esas son palabras mayores.

El jardín de Arizona

De todos los puntos batallosos a resaltar en torno al año complicado de los Diamondbacks, me parece que el poco terreno cubierto por los jardineros merece una de las menciones más importantes.

Recientemente vi el dato de la enorme cantidad de carreras evitadas el año pasado cuando tuvieron el trío de Ender Inciarte, A.J. Pollock y David Peralta cubriendo los jardines, fueron el mejor equipo en la Major League Baseball en ese aspecto. En cambio, este año son uno de los peores.

Con una buena defensiva se consigue un mejor porcentaje de carreras limpias permitidas, se beneficia al pitcheo, y teniendo este año en su mayoría lanzadores que reciben un alto número de elevados es importante la defensa en el jardín, algo que no han tenido.

Recuerdo cuando en la temporada del 2004 contaban con Brandon Webb, quien obligaba a muchos roletazos, pero el cuadro cometió muchos errores –139 en total–, en general no cubría tanto terreno; tuvieron la peor defensiva de la Liga Nacional. Webb batalló tanto, que a pesar del buen porcentaje de carreras limpias de 3.59 terminó con record de 7-16.

Este año se han visto cualquier cantidad de elevados que no han sido atrapados por los jardineros de Arizona, elevados que eran outs en el 2015. No se marcan como errores porque en realidad son acciones difíciles, pero con una buena defensa se atrapan y ayudan al pitcheo.


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