Después de rechazar hospitales, hoteles y otros edificios, los funcionarios del Condado Pima y la Diócesis Católica Romana de Tucsón eligieron un centro de detención juvenil para albergar a las familias de inmigrantes que buscan asilo.

A petición de la Diócesis, el condado planea ofrecer un contrato de arrendamiento de $100 por año para alojar a familias migrantes, muchas de ellas de Guatemala, Honduras y El Salvador, en las partes no utilizadas del Complejo de Justicia Juvenil del condado, dijeron el lunes funcionarios del condado.

La Junta de Supervisores del Condado Pima considerará el plan en su reunión del 6 de agosto, de acuerdo con una nota publicada el 8 de julio por el administrador del Condado, Chuck Huckelberry, en apoyo del plan.

Desde el otoño pasado, Servicios Católicos Comunitarios (Catholic Community Services), una organización afiliada de la diócesis, ha supervisado un esfuerzo masivo de grupos religiosos locales y cientos de voluntarios para ayudar a más de 10 mil solicitantes de asilo a encontrar un refugio seguro por unos días en Tucsón. Desde enero, gran parte de esos esfuerzos se centraron en el antiguo Monasterio Benedictino en North Country Club Road.

En el monasterio se organizan los viajes en autobús y avión para que los migrantes se reunn con otros miembros de la familia o patrocinadores en todo el país.

Pero el antiguo monasterio ya no estará disponible a fines de julio, cuando el dueño de la propiedad empiece a convertirlo en viviendas y locales comerciales.

Otras opciones

Funcionarios locales y residentes buscaron durante semanas para encontrar un reemplazo adecuado. El 3 de julio, el obispo católico de Tucsón, Edward Weisenburger, envió una carta al condado diciendo que el centro de detención juvenil era la mejor opción.

Entre los sitios revisados por el condado se encuentran algunas escuelas del Distrito Escolar Unificado de Tucsón y hoteles en Sur Tucsón, dijo Huckelberry.

Varias instalaciones propiedad del condado fueron dejadas fuera de consideración porque no tenían instalaciones adecuadas de baños o duchas y de seguridad, según el portavoz del condado, Mark Evans. El boliche Golden Pins era lo suficientemente grande, pero tenía poca seguridad y no tenía duchas.

El antiguo Arizona Children’s Home en Sur Tucsón fue favorito durante un tiempo, pero tuvo problemas de seguridad, dijo Evans. El condado también consideró el antiguo Hospital Corazón de Tucsón (Tucson Heart Hospital) y otros edificios.

Las apariencias engañan

El plan del condado para usar el centro de detención juvenil en 2225 E. Ajo Way se produce cuando los informes de condiciones insalubres dentro de los centros de detención de la Patrulla Fronteriza en el sur de Texas han provocado indignación en las últimas semanas.

Huckelberry dijo que las condiciones dentro del centro de detención juvenil, que puede albergar a más de 200 personas, son como “el día y la noche” en comparación con las condiciones descritas en las instalaciones de Texas.

“Se verá como un dormitorio universitario”, dijo, con cómodos muebles y televisores.

El supervisor Richard Elías dijo que “aparentemente es malo” (“optics are bad”), pero lo importante es que las personas tengan un lugar decente para quedarse cuando llegan a Tucsón.

“En un mundo lleno de crueldad, estas son personas que hacen lo correcto”, dijo Elías sobre los voluntarios que ayudan a las familias migrantes.

Catholic Community Services no respondió a una solicitud de información.

La instalación “proporciona un área segura y adecuadamente diseñada para alojar temporalmente a tanta gente”, dijo Weisenburger en un comunicado de prensa el lunes.

“A primera vista, la idea de utilizar un centro de detención puede no parecer la mejor opción; esperamos que el tratamiento proporcionado, junto con un poco de desinstitucionalización del interior, ayude a los que se quedan allí a sentirse seguros y bienvenidos”, dijo Weisenburger.

El centro de detención cuenta con servicio de lavandería y una cocina en el lugar, lo que “debería resultar en un lugar seguro, acogedor y saludable para las personas que a menudo han experimentado un gran trauma”, según la diócesis.

En el centro de detención, las familias migrantes estarán “completamente separadas” de los menores bajo custodia, dijo Huckelberry. Las habitaciones no estarán cerradas con llave y las familias tendrán su propia entrada e instalaciones recreativas.

El condado pagará la calefacción, la refrigeración, los servicios de limpieza diarios y otros costos operativos, dijo Huckelberry. El costo estimado para el contribuyente aún se está calculando, dijo, pero el condado reservó 200,000 dólares en fondos de la Operación Stonegarden para asistencia humanitaria hasta el 31 de diciembre.

Los fondos de la Operación Stonegarden provienen del gobierno federal y, en general, se utilizan para reembolsar a las autoridades policiales los gastos relacionados con la inmigración.

El plan del condado de usar los fondos de Stonegarden para albergar a las familias migrantes “suena como una gran idea y el sheriff la apoya”, dijo Byron Gwaltney, subjefe del Departamento del Sheriff del Condado Pima.


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