Nogales, Sonora.- Cientos de migrantes originarios de Venezuela que fueron detenidos por la Patrulla Fronteriza al ingresar a Estados Unidos han sido deportados por Nogales, Sonora, en los últimos días. Algunos de ellos abrieron la ventana del autobús para clamar por ayuda.
El jueves 20 de octubre, personas venezolanas a bordo de un autobús comercial contratado por el Instituto Nacional de Migración de México dijeron a este reportero que les había quitado sus teléfonos celulares, que niños y adultos tenían siete días sin bañarse y que no sabían dónde estaban o a dónde iban.
“Necesitamos ayuda”, dijo un hombre joven. “No quieren entregar los teléfonos, no sabemos para dónde nos llevan, y lo único que dicen es que por un artículo 42”, intervino una mujer.
“Entramos con los niños por Ciudad Juárez, nos dijeron que nos iban a dar la entrada, nos montaron en un avión y nos trajeron hasta acá. Tenemos siete días que los niños no se bañan, ni nosotros nos bañamos, nos tienen detenidos”, dijo otro hombre desde una ventana en la que se veían personas de varias edades, incluyendo niños.
Este reportero intentó sin éxito obtener la declaración oficial del Instituto Nacional de Migración.
La mañana del miércoles 19 de octubre también hubo deportaciones. Eran 160 migrantes que fueron pasados de camiones de Estados Unidos a camiones en territorio mexicano.
Esto sucede a raíz del anuncio del Departamento de Estado de EEUU el pasado 12 de octubre en relación a que “los ciudadanos venezolanos que intenten ingresar a Estados unidos en forma ilegal serán enviados de regreso a México; y se crea una nueva vía lícita para ciertos ciudadanos venezolanos”.
Sin embargo, para intentar aprovechar esa vía lícita es necesario hacer el trámite a distancia, y no desde la frontera ni en suelo norteamericano.
El 19 de octubre, se pudo observar en la garita Dennis DeConcini de Nogales cuatro autobuses de una empresa privada que esperaban del lado mexicano e igual número de autobuses con migrantes de Venezuela en suelo estadounidense.
Una vez hecho el trámite entre las autoridades migratorias de ambos países, un camión del lado mexicano se metió en reversa hacia Estados Unidos, para que las personas a bordo solo bajaran de un autobús y subieran de inmediato al otro.
Es decir, los venezoalnos que son deportados de Estados Unidos no entran a México caminando, como sí ocurre con los migrantes de otros países.
Socorristas de la Cruz Roja Mexicana con una ambulancia estaban en el lugar para atender a quien lo requiera.
En el exterior del Instituto Nacional de Migración en Nogales se colocaron varios baños portátiles por parte del Ayuntamiento de Nogales, luego de una petición al presidente municipal, Juan Francisco Gim Nogales.