Uno que conoce los tianguis está de acuerdo que lo que se maneja en mayoría entre los comerciantes usualmente son artículos usados, otros nuevos o creaciones artísticas regionales y locales.
También se encuentra de venta plantas y arboles, comida y bebidas entre mucho más.
A caminar por los pasillos del tianguis Tohono O'odham Swap Meet (esquina de Westover y Drexel) también vimos lo usado, un poquito de lo nuevo y la creatividad individual se exhibió y estaba de venta.
Pero algo nos llamó la atención que en el aire alrededor se paseaba una aroma que captivaba nuestros sentidos del paladar.
Entre lo atesorado que ofrecen los puestos del Tohono O'odham Swap Meet nos encontramos con puestos de exquisita comida en varios espacios del tianguis.
Con nuestra nariz de guía, luego llegamos a nuestro destino. Aquí vimos una cantidad de gente con solo un interés de venir a comer a este tianguis.
Emmanuel Ramos nos comentó, “Yo tengo años viniendo aquí a comer los fines de semana. Tienen unos calditos bien ricos.”
Entre los calditos de birria, cabeza, lengua, menudo, pozole, mariscos (para nombrar unos) también ofrecen comidas de otras culturas y países.
La familia Galindo dice que el menú de este lugar es increíble. “Aquí se descubre otras comidas ricas de centro américa. Las pupusas de El Salvador están deliciosas.”
El terreno donde se ubica el Tohono O'odham Swap Meet tiene una vista cercana de las montañas y toda su naturaleza alrededor hace más agradable su visita.
El tianguis ofrece diversión para toda la familia, amigos y hasta parejas que quieren salir gozar un rato al aire libre y deleitarse con exquisita comida.
