Los que somos amantes del cine hemos tenido que pagar la crisis de creatividad que padece Hollywood desde hace años; esto no quiere decir que no estemos disfrutando la vasta producción que atesta la cartelera comercial mundial cada fin de semana, pero es verdad que la mayor parte de las realizaciones presentes en las salas de cine no son otra cosa que remakes, adaptaciones de best sellers y extensiones de franquicias.

Lo anterior no resulta tan complicado de entender, y es que, cuando el público disfruta mucho algo, inmediatamente procede a demandar más de lo mismo; de ahí la existencia de las sagas de Star Wars, Indiana Jones, Back to the Future, Harry Potter, todas las historias que tienen lugar en La Tierra Media, el detestable mewlodrama de Mr. Grey, los insufribles vampiros tórtolos de Twilight y una serie de cintas con las que las productoras hollywoodenses extienden sus largas garras para recoger las ganancias cosechadas alrededor del mundo.

Jurassic World: Fallen Kingdom (J. A. Bayona, 2018) es la continuación de la exitosa cinta de Colin Trevorrow que apareció en 2015 y que revivió con éxito la franquicia (ahora conformada por cinco entregas) que Steven Spielberg inaugurara en el ya lejano 1993 con Jurassic Park.

La cinta marca el regreso de Owen Grady (Chris Pratt) y Claire Dearing (Bryce Dallas Howard), los simpáticos personajes que conocimos en la entrega de Trevorrow, quienes tenían a su cargo tanto el mantenimiento de los animales como la administración del famoso (y peligroso) parque que ofrece a sus visitantes el riesgoso atractivo de poder ver de cerca a sus exóticos huéspedes: dinosaurios de todo tipo.

Como ya es de todos conocido, todos los capítulos de la serie han tenido, más o menos por el estilo, una misma premisa: la apertura del colosal sitio turístico que alberga dinosaurios de varias especies y el posterior hecho trágico que hace que todo se salga de control.

La trama de este nueva aventura tiene una variante que suena bastante atractiva: Nublar, la isla donde habitan estos gigantescos animales, se ve amenazada por el surgimiento de un inmenso volcán que pone en riesgo su existencia. Es entonces que tanto Owen (Pratt) como Claire (Dallas Howard), preocupadísimos por sus amados animales, unen fuerzas para intentar rescatarlos.

Si hacemos un poco de memoria, hace cinco años conocimos a Blue, un simpático velociraptor que logró formar un lazo especial con Owen, su entrenador (incluso acude a rescatarlo en el último minuto), por lo que el humano, en un acto de lealtad, decide regresar a la isla para encontrarlo y buscarle un lugar adecuado donde la criatura pueda sobrevivir y no represente un riesgo para nadie.

Sin embargo no es este el único problema que deberán afrontar los protagonistas, pues en el proceso descubrirán una conspiración que podría alterar el orden natural y poner en peligro al planeta entero.

La cinta del español Bayona (The Impossible, A Monster Calls...) está a la altura del alucine visual y las secuencias de acción que han sido el sello de la franquicia desde su surgimiento, así que prepárese para las misma emociones fuertes acostumbradas.

Completan el elenco un grupo de actores de bastante calidad: Geraldine Chaplin, Toby Jones, Rafe Spall, Ted Levine, James Cromwell, Justice Smith y el regreso de Jeff Goldblum interpretando a Ian Malcolm, el personaje que interpretara en los capítulos 1 y 3 de la primera trilogía de la franquicia.

Hasta la próxima.


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