El Condado Pima desarrolló un conjunto de criterios que deben cumplirse antes de que se puedan aligerarse las restricciones de distanciamiento físico.

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Se armará un equipo de trabajo para diseñar un plan para reabrir los comercios en el Condado Pima, de manera que tanto empleados como público en general se mantengan a salvo durante la crisis del coronavirus, anunció el condado esta semana.

El Equipo de Regreso al Trabajo incluirá un miembro seleccionado de la Comisión de Pequeños Negocios de cada distrito del condado, así como representantes de negocios locales, como restaurantes, hoteles, cámaras de comercio, gimnasios, guarderías, servicios de higiene personal, teatros y lugares para eventos. Representantes de otras industrias podrán sumarse según se solicite o se requiera, comentó Chuck Huckelberry, administrador del Condado Pima.

“El propósito del Equipo de Trabajo será establecer el marco de referencia estándar sobre higiene y distancia física que debe desarrollarse para el reinicio, de manera limitada y en fases, de las actividades de negocio y de comercio, mismas que pueden ser suspendidas o sustancialmente interrumpidas durante este tiempo”, escribió Huckelberry en un memorándum fechado el 22 de abril.

Entre sus actividades, el equipo de trabajo desarrollará una serie de criterios para la reapertura en fases, ayudará a agilizar los cambios en las regulaciones gubernamentales y proveerá una guía a los empleadores para que sus trabajadores estén sanos y salvos en su regreso al trabajo.

El Condado Pima ha desarrollado una propuesta de criterios basada en las recomendaciones del CDC (Centros de Control y Prevención de Enfermedades) y de la Casa Blanca que deben seguirse para que el inicio de la reapertura pueda darse.

Incluye criterios como la disminución de casos positivos de COVID-19 en un lapso de 14 días y exámenes para todos los pacientes sintomáticos, así como contacto oportuno, dentro de 24 horas, para casos positivos.

“Si escuchas a nuestros oficiales de salud pública, ellos se muestran muy precavidos en el tema de reabrir demasiado pronto”, afirmó Huckleberry. “Cuando todas esas cajas se pongan verdes (en el esquema), entonces, adelante. Pero hasta que eso ocurra tenemos que ser muy precavidos en avanzar hacia cualquier área”.

Hasta este momento, el condado cumple solo con uno de los nueve criterios requeridos para reducir los estándares del distanciamiento social y avanzar a la siguiente fase. El cumplimiento de la primera fase podría resultar en la reapertura de gimnasios y una gran variedad de sitios, tales como templos, restaurantes y teatros, todo con la distancia social adecuada y las medidas sanitarias mejoradas. Escuelas, bares y las restricciones para los visitantes a los centros de salud permanecerán iguales.

El equipo de trabajo será responsable de monitorear el progreso del condado y hará recomendaciones para establecer fases adicionales para la reapertura.

En general, los oficiales del condado afirman que esperan una reapertura total tome algún tiempo, pero mantienen la esperanza de que el equipo de Regreso al Trabajo ayudará a la transición de la comunidad.

“Hemos pensado bastante sobre cómo nos movemos de donde estamos ahora a donde necesitamos estar, y aunque hay ciertos indicadores que son muy positivos, notamos otros que todavía son muy preocupantes”, dijo Francisco Gracía, director médico del Condado Pima. “Todas estas cosas necesitan estar en su lugar antes de que podamos pensar en relajar los estándares”.


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Contact reporter Jasmine Demers at jdemers@tucson.com. On Twitter: @JasmineADemers