Josh Galemore / La Estrella de Tucsón

Ayla Kapahi, jefe cervecera de Borderlands Brewery, revisa la avena en una asociación cervecera en Borderlands Brewing Co.

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Después de innumerables mensajes y llamadas de WhatsApp, un robo de lúpulos (planta cuyos frutos se emplean para aromatizar y dar sabor amargo a la cerveza), la solución creativa de problemas y el liderazgo y la resistencia de dos mujeres cerveceras a la cabeza del proyecto, una cerveza histórica está lista para ser probada.

Las Hermanas, la primera colaboración binacional de cerveza artesanal exclusivamente femenina, se lanza al mercado este viernes 17 de enero durante una fiesta para celebrar el proyecto en Borderlands Brewing Company, 119 E. Toole Ave.

El proyecto fue liderado por Ayla Kapahi, principal cervecera de Borderlands en Tucson, y Sandra Navarro, principal cervecera y socia fundadora de Turulata Brewing Company en Monterrey, Nuevo León, México, que pasó meses haciendo planes para la asociación histórica concebida por el Consulado de México en Tucsón y la oficina local de turismo Visit Tucson como una forma de mostrar la colaboración binacional y el papel de las mujeres y las minorías en la industria de la cerveza artesanal.

“La industria está dominada por hombres en ambos países, por lo que tenemos muy poca presencia femenina en la industria y mucho menos que en realidad sean cerveceras principales como soy yo y como es Ayla”, dice Navarrro.

Ayla Kapahi, cervecera principal de Borderlands Brewery, vierte avena en la cerveza Las Hermanas durante la producción del lote en sociedad con la mexicana Sandra Navarro.

Los viajes de ambas mujeres para convertirse en cerveceras líderes comenzaron gracias a su amor por la elaboración de cerveza casera.

Navarro admite que antes de 2011 no le gustaba la cerveza. Sin embargo, su pasión por la cerveza artesanal se desarrolló rápida y completamente por accidente mientras estudiaba asuntos internacionales y vivía en Bruselas, Bélgica, ese año.

“Comencé a buscar un departamento allí y agarré un mapa y terminé en el festival de la cerveza de Bruselas, y la gente comenzó a entregarme cervezas y eran como una bruma púrpura, cerveza de frambuesa, lo que sea, y pensé ‘¿es esto cerveza?”, dice Navarro.

Cuando regresó a México, echó de menos ese tipo de cervezas y comenzó a elaborar cerveza casera en 2012. Luego, lanzó su propio negocio en 2015 como parte de la industria emergente, pero de rápido crecimiento, de la cerveza artesanal en México.

“Mi marca se llama Turulata, que significa estar asombrado, y que es la experiencia que tuve al probar la cerveza en Bruselas”, dice Navarro. “Y quería darle eso a la gente también”.

Las mujeres productoras de cerveza trabajan en la planta de producción de Borderlands Brewing Co. en Tucsón. Otro lote fue elaborado en Monterrey, Nuevo León.

Al igual que Navarro, Kapahi hizo sus primeras cervezas en casa como pasatiempo, pero lo convirtió en su carrera después de dejar su programa de doctorado en la Universidad de Arizona para trabajar de tiempo completo como cervecera hace cuatro años, primero en Public Brewhouse y ahora en Borderlands.

“La elaboración de la cerveza es muy interesante para mí, porque en realidad es esta mezcla de arte de alguna manera y también hay reglas estrictas y rápidas en ciencia e incluso ingeniería que debes seguir, porque tienes que trabajar con todo este equipo”, dice Kapahi.

En diciembre, ambas mujeres viajaron a la ciudad de la otra para liderar un día completo de preparación de dos lotes de Las Hermanas, uno para vender en México y otro para vender en Tucsón, hecho con la misma receta, el mismo lúpulo, grano y levadura. Durante ambos días, las mujeres fueron asistidas por equipos de cerveceras de sus respectivas comunidades.

Savanna Saldate, asistente cervecera y de bodega de Borderlands Brewery, prepara tanques para elaborar el lote de cerveza Las Hermanas durante la producción en Tucsón el 20 de diciembre de 2019.

La preparación resultante es una IPA brumosa con sabores cítricos y tropicales.

“Debido al proceso y la levadura y la forma en que usamos el lúpulo ... tendrá un sabor muy moderadamente amargo, muy bien equilibrado y todos los sabores de la levadura y el lúpulo tienden a ser de naturaleza muy tropical”, dice Kapahi. “No le agregamos fruta, pero naturalmente producirá aromas y sabores a piña, mango, papaya solo por el lúpulo y la levadura”.

Aunque la elaboración de la cerveza ocurrió hace solo unas semanas, el trabajo en el proyecto comenzó a principios de otoño, cuando Kapahi y Navarro comenzaron una comunicación diaria y casi constante a través de WhatsApp para prepararse para la elaboración.

Trabajaron en una receta con el aporte de otras cerveceras, obtuvieron donaciones de lúpulo, granos y levadura de distribuidores estadounidenses, reunieron a mujeres cerveceras de sus comunidades para ayudar con los días de preparación y manejaron la logística para asegurarse de que los suministros donados llegaran a México a tiempo para el día de la cerveza en Monterrey.

“Un consejo que alguien me dijo hace años es que ser cervecero es mucho más que preparar cerveza, tienes que ser resistente y adaptable”, dice Kapahi.

Ya sea que esté preparando cerveza en casa como un pasatiempo o trabajando a gran escala corporativa, lo único seguro sobre el proceso de elaboración de la cerveza es que hay mucha imprevisibilidad, dice Kapahi.

Ayla Kapahi, izq., productora de cerveza en Borderlands Brewery, y Sandra Navarro, fundadora de la cervecería Turulata en Monterey, Nuevo León, México, limpian después de una infusión en la planta de producción de Borderlands Brewing Co. en 330 S. Toole Ave., el 20 de diciembre de 2019. Las mujeres cerveceras de Arizona y México trabajaron en Las Hermanas, una cerveza binacional.

Con el desafío agregado de trabajar desde dos países diferentes, este par tuvo algunas circunstancias únicas en las cuales trabajar.

Primero, los suministros donados tenían que llegar a México a tiempo, lo que significaba que Kapahi tenía que enviar los lúpulos a la familia de Navarro en Texas para que Navarro pudiera conducir desde Monterrey y recoger los paquetes. El envío se retrasó unos días debido a problemas mecánicos con la flota de entrega y cuando Navarro recogió los lúpulos alguien irrumpió en su automóvil y robó la mitad de ellos mientras ella tomaba un descanso para comer algo en su viaje por carretera.

Luego, durante la semana del día de la elaboración de la cerveza en Tucsón, el agua y el propano se cerraron en dos ocasiones distintas para realizar pruebas en el área, lo que significó que los preparativos importantes tuvieron que retrasarse, dice Kapahi.

Para Kapahi, los desafíos inesperados son parte del atractivo del “show”.

“Me encanta tener un trabajo físicamente exigente, un trabajo desafiante que me obliga a adaptarme a las situaciones todos los días”, dice Kapahi. “Cada día es diferente. Estoy agradecida de que no vengo a trabajar todos los días y tengo el mismo trabajo durante ocho horas al día”.

Navarro dice que la recompensa de ver a alguien disfrutar sus cervezas siempre vale la pena.

“Me encanta compartir el producto final con las personas solo para ver su reacción, y si lo aman es pura satisfacción”, dice.

Dado que la preparación se hizo con todos los ingredientes donados, las ganancias de sus ventas se donarán a organizaciones sin fines de lucro en ambos lados de la frontera que ayudan a mujeres necesitadas.

Ayla Kapahi, de Borderlands Brewery, vierte avena en la cerveza Las Hermanas durante la producción del lote en Tucsón.


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